Las dudas de la Reserva Federal cortan en seco la racha triunfal del oro en 2013
Tras 12 años consecutivos al alza, al metal precioso le toca corregir con fuerza en 2013. Y tras sus caídas figura la mano bien visible del banco central de EEUU
Si hay un activo que está siendo especialmente sensible a la los vaivenes de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) es el oro. El metal precioso comenzó a caer con fuerza en abril y mayo cuando el mercado comenzó a sospechar que el banco central estadounidense podría ir retirando los estímulos este mismo año. Después llególa confirmación por parte del presidente de la Fed, Ben Bernanke, de que realmente esas eran sus intenciones yel oro corrigió hasta llegar a caer por debajo de los 1.200 dólares por onza, algo que no ocurría desde 2010. Y casi 500 dólares por debajo de la cotización a la que había despedido 2012.
Los inversores, por tanto, habían incorporado a los precios del metal que el inicio de la retirada de los estímulos, un movimiento conocido en el mercado como tapering,se produciría a la vuelta del verano. De hecho, inversores y analistas dieron por seguro que la institución monetaria iba a empezar la reducción de sus compras de bonos en la reunión de los días 18 y 19 de septiembre.Pero no fue así. Y, enoctubre, con el cerrojazo de la administración -shutdown- durante dos semanas y las duras negociaciones para ampliar el límitede la deuda pública, el deterioro del escenario macroeconómico en el país ha alejado esa posibilidad. Es más, esta semana la Fed ha vuelto a mantener sin cambios su tercera ronda de estímulos cuantitativos (QE3), con lo que continuaráinyectando en el sistema 85.000 millones de dólares al mes, y ha dado a entender quelas compras de deuda que ejecuta bajo ese programase van aprolongar más tiempo delprevisto.
Entre 1.250 y 1.350 dólares por onza
Y así, agitado por la mano de la ReservaFederal, el precio del oro ha ido dando bandazos en los últimos meses. En las últimas semanas, se ha movido entre los 1.275 y los 1.350 dólares."La incertidumbre que siembra la Fed ha influido sobre todo en una permanente volatilidad de los precios del oro y no hay un rumbo claro", explica a CotizaliaJavier Santacruz, editor de Oro y Finanzas. "Una volatilidad del 12% es mucho y no nos permite saber si el precio va a subir o va a bajar", asegura el experto.
Goldman Sachs aseguraba a sus clientes en una nota remitida la semana pasada que "el oro va a mantener la volatilidad en un rango de 1.250-1.350 dólares hasta que se clarifique el tapering". A su juicio, habrá que esperarhasta 2014 para que los precios del metal precioso reanuden sus descensoscomo consecuencia de la mejora de la economía en Estados Unidos y el inicio de la retirada de las medidas de estímulo. Esa caída podría llevar los precios de la onza hasta los 1.144 dólares el año que viene. Por ello, desde la firma recomiendan vender.
Lo mismo ocurre con Morgan Stanley, que en septiembre recomendó "permanecer fuera de oro en este punto del ciclo" y adelantó que el lingote bajará en 2014 a una media de 1.313 dólares desde los 1.420 dólares que prevén para este año."A corto plazo,el precio del oro se mantendría sostenido en niveles cercanos a los actuales, pero seguimos pensando en niveles de 1.290 dólares en los próximos meses", asegura por su parte José Luis Martínez Campuzano, analista de Citi.
Lo que cada vez está más claro es que el metal precioso va a romper su triunfal racha en 2013. Tras 12 años consecutivos al alza, va a volver a sufriri un descenso anual. Por el momento, se deja un 21%, con lo que este ejercicio podría saldar como su peor año desde 1997..
El oro físico es alcista y el papel, bajista
Pero esto es sólo aplicable al oro papel, es decir, títulos cotizados respaldados por oro físico. "Cuando se produjo la caída fuerte en abril, uno de los motivos fue la ruptura de la correlación entre el oro papel y el oro físico", asegura Santacruz. De hecho, mientras que el primero cotiza a 1.328 dólares, los precios del lingote superan los 1.500 dólares.
Esta dualidad se hace más seria si se tiene en cuenta que el 90% del comercio mundial del oro se hace mediante productos derivados. "La crisis de abril -el oro llegó a caer un 9% en una única sesión- se produce porque losinversores, fondos de inversión y hedge funds comienzan a deshacerse de papel para comprar oro físico", asegura Santacruz.De esta manera, frente a la tendencia bajista del oro papel contrasta el fuerte potencial alcista que tendría el oro físico. De hecho, la demanda de países emergentes, principalmente India, China y sudeste asiático en general continúa disparada.
Por otro lado, Santacruz asegura que "haya tapering o no el sistema monetario va a estallar en una nueva crisis y la realidad es que los agentes van a continuar deshaciéndose de papel para comprar físico, lo que se va a traducir en un movimiento favorable para ciertos países exportadores de oro como Reino Unido y Suiza disparando el precio".
Mientras tanto, "el oro papel estará marcado por la volatilidad hasta que no haya señales de la Fed y otros bancos centrales como el de Japón sobre la retirada de los estímulos monetarios y la reacción de varios bancos de inversión, como JP Morgan, HSBC, etc., que reconocen que no hay tanto oro físico para respaldar el papel", concluye.
Si hay un activo que está siendo especialmente sensible a la los vaivenes de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) es el oro. El metal precioso comenzó a caer con fuerza en abril y mayo cuando el mercado comenzó a sospechar que el banco central estadounidense podría ir retirando los estímulos este mismo año. Después llególa confirmación por parte del presidente de la Fed, Ben Bernanke, de que realmente esas eran sus intenciones yel oro corrigió hasta llegar a caer por debajo de los 1.200 dólares por onza, algo que no ocurría desde 2010. Y casi 500 dólares por debajo de la cotización a la que había despedido 2012.