Es noticia
Por qué cada vez hay más nidos de tortuga en las playas del Mediterráneo español
  1. Medioambiente
  2. Naturaleza
ECOGALLEGO

Por qué cada vez hay más nidos de tortuga en las playas del Mediterráneo español

Los científicos atribuyen el notable aumento de las puestas de estos animales marinos en nuestro litoral a los efectos del cambio climático. Este año se están batiendo récords en Cataluña y la Comunidad Valenciana

Foto: Un ejemplar de tortuga boba ('Caretta caretta') en la playa de Es Trenc, en Mallorca. (EFE/Govern Balear)
Un ejemplar de tortuga boba ('Caretta caretta') en la playa de Es Trenc, en Mallorca. (EFE/Govern Balear)

Las costas de nuestro litoral mediterráneo están viviendo un sorprendente aumento de puestas de tortuga boba (Caretta caretta): una de las siete especies de tortugas marinas que existen en el mundo y la más común entre las que frecuentan aguas españolas.

Aunque la población de este quelonio marino de hábitos migratorios se distribuye por los mares de todo el planeta, sus principales zonas de nidificación se sitúan en las costas de los océanos Índico y Atlántico. En el Mediterráneo, las áreas de cría se situaban tradicionalmente en las costas orientales: en países como Turquía, Chipre o Grecia. Sin embargo, de un tiempo a esta parte las cosas están cambiando y las tortugas también han decidido venirse al sur: Italia, Francia y muy especialmente a las costas españolas, repartiendo sus nidos por todo nuestro litoral; desde Cataluña a Andalucía y las Islas Baleares. El pasado mes de noviembre el gobierno central aprobó una estrategia nacional para la conservación de la especie.

Foto: Argonauta, durante su viaje. (Pedro García/ANSE)

Pero si bien las puestas de tortuga boba en nuestro litoral mediterráneo se daban cada vez de forma menos esporádica, lo que está pasando este año tiene a la comunidad científica asombrada. En conversación con El Confidencial, desde una de las instituciones de referencia en el estudio y conservación de la especie, el Oceanogràfic de Valencia, nos confirman la excepcionalidad de la situación: "Nunca antes se habían registrado tantos anidamientos en las costas valencianas en tan corto espacio de tiempo. Y mucho menos se había dado un inicio tan temprano de la temporada de cría".

placeholder Huevos de tortuga boba en una playa de Tarragona. (EFE/GdC)
Huevos de tortuga boba en una playa de Tarragona. (EFE/GdC)

Y algo parecido está sucediendo en las costas catalanas, donde en tan solo una semana se han descubierto cuatro nidos: dos en el Delta del Ebro, uno en una playa de Malgrat de Mar, en la costa del Maresme, y otro en una cala del municipio de Begur, siendo en este caso la primera vez que se tiene noticia de una puesta en la Costa Brava. El año pasado no se dio ningún caso de nidificación en Cataluña, y tan solo uno en todo el litoral valenciano.

En cambio, este verano, tal y como nos señalan, los técnicos del equipo de vigilancia del Oceanogràfic no dan abasto: en las últimas semanas se han detectado dos nidos en Dénia (Alicante), uno en Gandía (Valencia) y otro más en Elche (Alicante), a los que cabría sumar otros dos intentos de puesta en las playas de Orihuela y Oliva. "Y la temporada no ha hecho más que empezar", comentan asombrados.

placeholder Crías de tortuga regresando al mar en una playa de Barcelona. (EFE/GdC)
Crías de tortuga regresando al mar en una playa de Barcelona. (EFE/GdC)

En total, las tortugas han desovado un mínimo de 331 huevos en lo que va de año, tan solo en la Comunidad Valenciana. Una cantidad enorme a la que habría que sumar la de otros tantos en Cataluña, por ahora. Y es que la temporada de cría de la tortuga boba va de junio a octubre. Todo ello sin tener en cuenta las puestas fuera de control, que podrían ser muchas más, y las que se están produciendo estos días en las costas de Baleares, Murcia y Andalucía. Por todo ello somos muchos los que nos preguntamos: ¿a qué se debe esta arribada masiva de tortugas a nuestras costas mediterráneas para criar?

Una adaptación al cambio climático

Al parecer, una de las respuestas estaría en el avance del cambio climático en los océanos. Como nos explican desde la institución valenciana, al igual que se viene observando en otras áreas de cría de las tortugas marinas, el aumento de las temperaturas disminuye la idoneidad de para las puestas: tanto por la baja supervivencia de los huevos, como por los cambios en la producción de machos y hembras.

Y es que en algunos reptiles, como las tortugas marinas, el sexo de las crías depende de la temperatura de incubación, de manera que a temperaturas más altas nace un mayor porcentaje de hembras, mientras que, a temperaturas más bajas son más frecuentes los machos. Así, el cambio climático estaría provocando de forma indirecta un proceso de feminización de las puestas en las zonas de cría tradicionales, por lo que la supervivencia a largo plazo de la especie podría verse seriamente comprometida, provocando su desplazamiento a nuevas áreas de reproducción.

placeholder Una tortuga boba emergiendo del agua. (EFE/Biel Aliño)
Una tortuga boba emergiendo del agua. (EFE/Biel Aliño)

Por otro lado, estaría la tendencia de estos animales a mostrar un comportamiento conocido como filopatria: un hábito atávico que las lleva a regresar a la misma playa donde nacieron una vez alcanzada la madurez sexual, aproximadamente entre 15 y 30 años después, para hacer nido. Algo que en el caso de las costas españolas, donde las primeras nidificaciones se empezaron a dar hace diez o quince años, estaría empezando a suceder de manera escalonada, y previsiblemente aumentará en los próximos años.

En todo caso, ante esta nueva situación, y al coincidir la temporada de cría con el momento de máxima afluencia a nuestras playas, tanto en las costas catalanas como en las valencianas y el resto del litoral mediterráneo español, se ha habilitado un mecanismo de vigilancia y control con el objetivo de garantizar la viabilidad de las puestas de tortuga boba. Un procedimiento que se basa en la colaboración ciudadana.

placeholder Nido de tortuga custodiado en la playa de El Saler, Valencia. (EFE K.Försterling)
Nido de tortuga custodiado en la playa de El Saler, Valencia. (EFE K.Försterling)

Así, tal y como señalan desde la consejería de acción climática de la Generalitat de Cataluña, en caso de que cualquier persona asista a indicios de nidificación, ya sea al observar una hembra en la arena, rastros o crías, es muy importante dar aviso inmediato a la policía local o llamar al teléfono de emergencias 112, y en todo caso no molestar, tocar o fotografiar con flash a los animales, ni pisar sus rastros en la arena.

Objetivo: asegurar la puesta

Tras dar el aviso, se desplazarán hasta el lugar la policía, los agentes medioambientales y un equipo de técnicos que procederán a confirmar la alerta por presencia de tortugas, identificar al animal y activar el protocolo de intervención para asegurar la puesta. Una vez acordonada y protegida la zona, los técnicos, biólogos, veterinarios y otros expertos evaluarán el riesgo y decidirán las medidas a emprender a tal fin.

placeholder Seguimiento de la eclosión en el Oceanogràfic de Valencia. (EFE/M.Bruque)
Seguimiento de la eclosión en el Oceanogràfic de Valencia. (EFE/M.Bruque)

En el caso de la Comunidad Valenciana, parte de la puesta, aproximadamente un 20% de los huevos, se traslada a las incubadoras de la Fundación Oceanogràfic para garantizar su perfecto desarrollo. Una vez eclosionen, las crías formarán parte del proyecto 'Head-starting' para la cría en cautividad de estos animales, cuyo objetivo es aumentar su supervivencia durante los primeros meses de vida, "hasta que alcancen el tamaño suficiente que les permita evitar a la mayoría de los depredadores al volver al mar". El resto del nido, equivalente al 80% de la puesta, se transloca a una zona protegida de la playa valenciana de El Saler donde se mantendrá una constante vigilancia hasta que las tortugas nazcan y emprendan su regreso al mar por cuenta propia.

Foto: Una ballena yubarta saltando del agua (EFE/C.J.Gunther)

En la costa catalana, además de la Generalitat, participa la Fundación CRAM, el cuerpo de Agentes Rurales, centros de investigación de varias universidades catalanas y el área de investigación y conservación del Zoo de Barcelona. Aquí se sigue un protocolo similar, aunque en la mayoría de los casos el sistema de vigilancia se monta en el propio nido y son los técnicos quienes deciden si es conveniente trasladar parte de los huevos a la incubadora. Todo con un mismo objetivo: proteger las puestas, garantizar su éxito y fidelizar la presencia de estos maravillosos animales en nuestras costas.

Las costas de nuestro litoral mediterráneo están viviendo un sorprendente aumento de puestas de tortuga boba (Caretta caretta): una de las siete especies de tortugas marinas que existen en el mundo y la más común entre las que frecuentan aguas españolas.

Mares Naturaleza Animales Cambio climático
El redactor recomienda