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El aguilucho cenizo, una rapaz amenazada de extinción, elegida ave del año 2023 en España
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AVE DEL AÑO 2023

El aguilucho cenizo, una rapaz amenazada de extinción, elegida ave del año 2023 en España

Se trata de una especie estrechamente ligada a las estepas cerealistas, por lo que su elección supone una llamada a conservar la rica biodiversidad de los ecosistemas agrarios

Foto: Aguilucho cenizo, en vuelo. (Shutterstock/Vitaly Ilyasov)
Aguilucho cenizo, en vuelo. (Shutterstock/Vitaly Ilyasov)

El aguilucho cenizo (Circus pygargus) ha sido elegida como ave del año 2023 tras imponerse por votación popular en el certamen que organiza cada año la organización conservacionista SEO/Birdlife. Las otras dos especies finalistas han sido el alimoche común y la ganga ibérica.

Es probable que muchos lectores hayan tenido la oportunidad de observar alguna vez a esta bella rapaz al circular por las carreteras que atraviesan los extensos campos de cereal de la meseta castellana, donde su presencia resulta todavía frecuente. De tamaño mediano y forma estilizada, el aguilucho cenizo luce un plumaje de color ceniciento (de ahí el nombre) en el caso de los machos, algo más parduzco en las hembras. Con sus alas estrechas y su característica cola recta y muy alargada, suelen volar meciéndose en el aire, como cometas al viento, sobre los trigales y los campos de cebada.

Foto: Petirrojo europeo. Foto: SEO/Birdlife

Debido a su estrecha vinculación con los ambientes agrarios cerealistas, donde tiene su hábitat característico, esta rapaz es uno de los mejores exponentes de la singular biodiversidad y el alto valor ecológico que acogen los ecosistemas agrarios de secano. Un ámbito que ocupa en perfecta armonía con el agricultor, pues se trata de uno de sus mejores aliados en la lucha biológica contra las plagas que amenazan las cosechas de grano.

Como nos recuerdan desde SEO/Birdlife, el aguilucho cenizo es una rapaz que, en nuestro territorio, y a falta de los grandes herbazales que conforman su hábitat silvestre, establece sus áreas de cría en las grandes fincas cerealistas. Pero como decíamos, a cambio de alojarse en sus cultivos, el aguilucho cenizo presta un gran servicio al agricultor al eliminar ingentes cantidades de topillos, ratones o langostas que pueden devenir en plaga y que constituyen en cambio sus presas habituales.

placeholder Aguilucho cenizo sobre un campo. (Shutterstock/Dennis Jacobsen)
Aguilucho cenizo sobre un campo. (Shutterstock/Dennis Jacobsen)

Sin embargo las transformaciones de los cultivos de secano a regadío, el abandono del cereal por las leñosas, las prácticas agrícolas intensivas, la reducción de linderos y barbechos y, muy especialmente, la recogida cada vez más temprana de las cosechas como consecuencia del cambio climático, están afectando seriamente a esta especie, que actualmente tiene en ese momento del año, el de la cosecha, su período de mayor riesgo.

Esta rapaz migratoria, que pasa los inviernos en África, se instala en la península Ibérica desde principios de primavera hasta finales del verano para afrontar su época de cría. En ese momento tiene por costumbre situar sus nidos directamente en el suelo del trigal, con una leve base de material vegetal sobre la que pone directamente los huevos y se desarrollan los pollos. Unos nidos que resultan imposibles de detectar en mitad de los campos cuando el cereal alcanza su madurez y llega el momento de que entren en escena las cosechadoras.

Una trampa mortal

Pese a la colaboración cada vez mayor de los agricultores que participan voluntariamente en las campañas de recuperación y salvaguarda de las colonias de cría instaladas en sus campos, lo cierto es que cada año buena parte de los nidos de aguilucho cenizo, ya sea con huevos o pollos sin plumar, son arrasados por el paso de las cosechadoras. Así, lo que hasta ahora venía siendo un ejemplo de coexistencia, cuando los modelos agrícolas tradicionales facilitaban una reproducción tranquila y sin graves sobresaltos, se ha convertido en una verdadera trampa mortal que constituye una de las mayores amenazas para la conservación de esta especie. Por eso resulta especialmente acertada su elección como ave del año 2023.

placeholder Aguilucho cenizo con un aporte para el nido. (Tatavasco imágenes)
Aguilucho cenizo con un aporte para el nido. (Tatavasco imágenes)

Para la directora ejecutiva de SEO/Birdlife, Asun Ruiz, gracias a la elección de esta especie como ave del año "vamos a concienciar a los políticos, los agricultores y a la ciudadanía en general de la importancia de conservar nuestros campos con vida”. Para ello, en su opinión “es necesario encontrar soluciones conjuntas que eviten la destrucción de sus nidos durante la época de cosecha y den apoyo a los sistemas de producción más respetuosos con la biodiversidad de nuestros campos”. El objetivo es “promover políticas que garanticen la conservación de los aguiluchos apoyando a los agricultores que los acogen en sus tierras”.

Además de la destrucción de nidos y polluelos por las cosechadoras, el uso de plaguicidas también afecta a los aguiluchos, así como la caza ilegal. Debido a todo ello, sus poblaciones muestran un marcado declive en España, una situación que la ha llevado a formar parte del Catálogo Español de Especies Amenazadas con la categoría de ‘vulnerable’.

Una cuarta parte menos

Al comparar los resultados del censo realizado en 2017, que arrojó un resultado de 4.269-5.360 parejas nidificantes, con los del censo llevado a cabo en el año 2006 (5.818-6.934 parejas), se anota una caída de la población reproductora de cerca de 1.500 parejas, lo que supone un declive para la especie de entre el 23 y el 27%: una cuarta parte menos en tan solo una década. Dado que España es el país que concentra la mayor población de aguilucho cenizo de toda Europa, tenemos una gran responsabilidad para garantizar su conservación a escala global y debemos actuar en consecuencia promoviendo un modelo agrario en equilibrio con la naturaleza.

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Por último, en los últimos años una nueva amenaza se cierne sobre el futuro de esta especie: el aumento descontrolado de las infraestructuras energéticas. Un conflicto de intereses que ha llevado a SEO/BirdLife a impulsar la campaña ‘renovables responsables’ y exigir que se rechacen los grandes parques eólicos y fotovoltaicos o las nuevas líneas de alta tensión en los territorios clave para la especie. Respecto a los parques eólicos instalados en sus zonas de cría, la oenegé solicitará el establecimiento de periodos de parada obligatoria mientras dure la fase de reproducción. Estamos hablando de actuaciones puntuales, en momentos concretos, que hagan compatible el necesario y conveniente desarrolllo de las energías limpias con la protección de la biodiversidad.

El aguilucho cenizo (Circus pygargus) ha sido elegida como ave del año 2023 tras imponerse por votación popular en el certamen que organiza cada año la organización conservacionista SEO/Birdlife. Las otras dos especies finalistas han sido el alimoche común y la ganga ibérica.

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