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El quebrantahuesos pasa de 30 ejemplares a más de 1.000 en España
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Gracias a los trabajos de conservación

El quebrantahuesos pasa de 30 ejemplares a más de 1.000 en España

Esta ave carroñera estuvo al borde de la extinción; en la década de los 80 apenas quedaban 30-40 ejemplares. 25 años después, incluso hemos asistido al primer nacimiento de un quebrantahuesos en libertad durante este 2021

Foto: Quebrantahuesos en vuelo. (Andoni Canela)
Quebrantahuesos en vuelo. (Andoni Canela)

El quebrantahuesos ('Gypaetus barbatus') es un ave carroñera impresionante. Inconfundible, con sus cerca de tres metros de envergadura. Su silueta volando por los Pirineos es una de las más icónicas de la naturaleza española. Las alas oscuras y finas se estrechan en su cuerpo, mientras que la cola es larga y en forma de cuña. El cuerpo, las patas y la cabeza son de un blanco sucio, aunque deliberadamente se tiñen de color naranja oscuro utilizando óxidos de hierro que encuentran en la roca calcárea cuando están disponibles. Este animal es único en el aprovechamiento de las carroñas, al consumir tendones, huesos... fragmentando cada pieza al dejarla caer desde gran altura sobre las rocas. Siempre ha sido una criatura superviviente, adaptada a vivir en ambientes muy duros entre las montañas.

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Y estuvimos a punto de perderla. La persecución directa e indirecta (caza, venenos, coleccionismo, colisión de líneas eléctricas o la electrocución) a la que fue sometida la especie provocó la extinción o casi extinción de la mayoría de macizos montañosos, confinándola finalmente en el siglo XX a algunos macizos de Pirineos (España y Francia), Córcega, Grecia y Balcanes. Es un ave que solo vive en áreas montañosas altas, generalmente entre 500 y 4.000 metros, por lo que tienen un hábitat muy cerrado.

Los quebrantahuesos cada vez crían peor y hay más fracaso reproductor, lo que puede provocar una nueva disminución de la especie

Fue víctima directa de la persecución contra los grandes carnívoros, al igual que pasó con nuestro preciado lince ibérico (un tándem de miedo y desconocimiento), que de menos de un centenar de ejemplares repartidos entre la Sierra de Andújar y Doñana, hemos pasado a superar los 1.000. En Andalucía, el último ejemplar de quebrantahuesos desapareció en 1986. Y es que, aunque en sí mismo nunca ha representado una amenaza para las actividades humanas, sí ha sido víctima colateral de prácticas como la colocación de cebos envenenados contra los lobos o los osos, así como el deterioro de su hábitat.

La especie carroñera más amenazada de Europa

Afortunadamente, el caso del quebrantahuesos se ha tornado similar al del lince ibérico. Está en estado de recuperación, al pasar de apenas 30 individuos en todo el territorio a más de 1.000 en nuestro país. Así lo describía un estudio del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC)-CSIC que estimaba, por primera vez, la población total de esta especie en peligro de extinción con un método en el que quedan reflejados los ejemplares errantes. Hay un 64% más de los contabilizados hasta ahora. La población del buitre en los Pirineos se encuentra entre 937 y 1.119 ejemplares, de los que el 36% son parejas reproductoras, que están asentadas en territorios.

Esta ave rapaz perteneciente al grupo de los buitres está recuperándose poco a poco gracias, entre otras cosas, a los esfuerzos de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), una organización no gubernamental que se dedica a promover y desarrollar proyectos de reintroducción y conservación en los hábitats de montaña donde vive el quebrantahuesos.

placeholder Nacimiento de quebrantahuesos en el Centro de Cría en Aislamiento Humano (CRIAH) del Gobierno aragonés en La Alfranca (Zaragoza). (EFE)
Nacimiento de quebrantahuesos en el Centro de Cría en Aislamiento Humano (CRIAH) del Gobierno aragonés en La Alfranca (Zaragoza). (EFE)

Gracias a su labor, y mediante peligrosas expediciones de escalada en los Pirineos, rescataron una cincuentena de huevos con escasas posibilidades de sobrevivir en el nido; criaron a los polluelos con una dieta de huesos desde que pesaban solo unos pocos gramos, y les enseñaron los hábitos de su especie. Finalmente, los reintrodujeron en la naturaleza, evitando así la amenaza de extinción. Este fue el inicio de su recuperación.

Sin embargo, los expertos comentan que los quebrantahuesos cada vez crían peor y hay más fracaso reproductor, lo que puede provocar una nueva disminución de la especie. Pero, por el momento, el futuro es esperanzador y hay planes para ampliar su territorio.

La situación actual

En la última década, diversos proyectos de conservación han logrado recuperar terreno, como la constatación de nidos de quebrantahuesos al sur del Pirineo. También están presentes en la Sierra de Moncayo (Aragón), así como, al menos, cinco parejas en la Sierra de Cazorla de Jaén (Andalucía) e, incluso, los Picos de Europa, donde no había ejemplares (todos ellos, los liberados en Picos de Europa, están controlados mediante GPS para saber exactamente por dónde se están moviendo y actuar en caso de problemas).

Foto: Buitre negro en vuelo. (EFE)

25 años después, los esfuerzos de la Fundación Quebrantahuesos no solo han permitido ver sus frutos en forma de más de 1.000 ejemplares volando por España, sino que, en este mismo 2021, hemos asistido al primer nacimiento de un quebrantahuesos en libertad en el Parque Nacional de los Picos de Europa, donde la población original se había extinguido más de 50 años antes. La hembra nació el 14 de marzo y la bautizaron con un nombre muy simbólico: Bienvenida.

El objetivo, a partir de aquí, es consolidar las poblaciones de Picos de Europa, Cazorla y Pirineos y conectarlas junto con la Sierra de Gredos (Ávila), donde comenzarán con la reintroducción de ejemplares muy pronto, en 2022.

El quebrantahuesos ('Gypaetus barbatus') es un ave carroñera impresionante. Inconfundible, con sus cerca de tres metros de envergadura. Su silueta volando por los Pirineos es una de las más icónicas de la naturaleza española. Las alas oscuras y finas se estrechan en su cuerpo, mientras que la cola es larga y en forma de cuña. El cuerpo, las patas y la cabeza son de un blanco sucio, aunque deliberadamente se tiñen de color naranja oscuro utilizando óxidos de hierro que encuentran en la roca calcárea cuando están disponibles. Este animal es único en el aprovechamiento de las carroñas, al consumir tendones, huesos... fragmentando cada pieza al dejarla caer desde gran altura sobre las rocas. Siempre ha sido una criatura superviviente, adaptada a vivir en ambientes muy duros entre las montañas.

Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Parque de Doñana Animales
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