Crean el primer 'parque del silencio' de España: un refugio contra el ruido
Ubicado entre las comarcas de El Maresme y el Vallés Oriental, a menos de una hora del centro de Barcelona, este espacio natural es un auténtico remanso de tranquilidad, a salvo de la contaminación acústica
El ruido es un elemento estresante que deteriora la salud y agrava enfermedades. Por eso, cuando llegamos a casa después de movernos frenéticamente por la ciudad, el cerebro nos pide silencio. Tranquilidad. Calma.
Los niveles de ruido en las ciudades están por encima de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de lo que una persona puede soportar en su vida diaria. Y es que el ruido acaba matando. Concretamente, en la Unión Europea, la contaminación acústica es responsable de 12.000 muertes prematuras cada año.
El silencio no solo beneficia a la salud humana, sino a la de todos los seres vivos que pueblan la naturaleza
Contar con espacios de tranquilidad cerca de las ciudades para que podamos desconectar y escuchar los sonidos de la naturaleza es lo que animó a la organización sin ánimo de lucro Quiets Parks a reconocer los ‘parques del silencio’.
El estadounidense Gordon Hempton, fundador de la organización, es ecologista acústico y lleva 37 años buscando espacios por todo el planeta donde poder disfrutar de los sonidos naturales, sin distorsiones humanas. La idea de los parques del silencio es que esos espacios estén a menos de una hora de una gran ciudad, y que no tengamos que viajar a la selva amazónica o al Polo Norte para encontrar el silencio en la naturaleza.
España cuenta ya con el primer parque del silencio, y el tercero en el mundo. Se trata del Parque de El Montnegre i el Corredor, situado a una hora de Barcelona, y en el que el visitante puede disfrutar de amplios espacios donde desaparece el ruido de actividades humanas (coches, motos, industrias) y se pueden escuchar los trinos y cantos de aves y hasta el viento que mece las hojas.
Su terreno montañoso y de densa vegetación permite que los sonidos de la naturaleza predominen. Con este reconocimiento de espacio del silencio, se quiere llamar la atención sobre la importancia de escuchar sonidos de otros seres vivos que han quedado anulados por el ruido humano.
Porque el silencio no solo beneficia a la salud humana, sino a la de todos los seres vivos. Durante la pandemia, ya pudimos disfrutar desde nuestros balcones de los cantos de las aves, que según los ornitólogos, cantan más alto en las ciudades que en el campo, debido a los altos decibelios que soportan en las urbes.
Desde el parque de Montnegre i el Corredor, situado entre las comarcas de El Maresme y el Vallès Oriental, se avista el Mediterráneo y en sus más de 15.000 hectáreas viven más de 1.000 especies diferentes de plantas. En sus tierras crecen encinas, alcornoques, avellanos, castaños y pinos piñoneros, y en la parte alta dominan los robles. Y por sus caminos transitan jabalíes, jinetas, garduñas, tejones y comadrejas. Por su situación, el parque es lugar de paso y descanso para aves migratorias.
El Parque Nacional Yangmingshan. en Taiwan. fue el primer parque del silencio del mundo, creado en 2020, y el Parque Hampstead Heath de Londres se convirtió en el primer parque europeo del silencio en 2021. Otras iniciativas en las que trabajan desde Quiet Parks son los senderos del silencio y los parques marinos del silencio.
El ruido es un elemento estresante que deteriora la salud y agrava enfermedades. Por eso, cuando llegamos a casa después de movernos frenéticamente por la ciudad, el cerebro nos pide silencio. Tranquilidad. Calma.
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