Audio | con el oído de un pájaro sobrevolando el otoño

Una contradicción otoñal: el paisaje visual se tiñe de colores mientras el paisaje sonoro se empobrece. Callan insectos y anfibios, la auténtica base sobre la que resuena el concierto natural, y las aves cambian sus cantos adornados por unos reclamos sencillos, silbidos, chasquidos y carraspeos. Y algún graznido.

Con el oído de un pájaro, sobrevolando el otoño a ras de las copas, descubrimos quién está ahí y qué está haciendo. Desde arriba, el dosel arbolado se convierte en un suelo, formado por una masa de pinos silvestres, robles melojos, alisos, chopos lombardos, álamos, cedros, cipreses y hasta algún haya.

En las copas, entre las ramas o desde el suelo, bajo las sombras, se oyen los reclamos de los más tenaces del otoño: el martilleo de los mirlos, los trinos y crepitares de los petirrojos, el carraspeo de un chochín, el reclamo regañante de un carbonero común, los silbidos de un bando de estorninos negros, el tuiteo de los trepadores azules, unos graznidos ásperos de arrendajos, las voces rotas de cornejas y cuervos, los gritos restallantes de grajillas y chovas piquirrojas....

El otoño en los bosques avanza. Pronto llegará el frío y las primeras nevadas. Pero, mientras duren los colores, durarán las voces forestales del otoño.