Burger King y Popeyes utilizan materiales reciclados para construir sus terrazas

Un gesto tan sencillo como sentarse en una terraza para comer o cenar puede tener mucha más trascendencia de lo que te imaginas. Es lo que sucede en las nuevas terrazas de Burger King y Popeyes, en las que mesas, sillas, bancos y taburetes están fabricados a partir del plástico que generan sus restaurantes. Ambas cadenas, pertenecientes al grupo Restaurant Brands Iberia, llevaron a cabo un plan para eliminar los plásticos de un solo uso y más tarde diseñaron una iniciativa para darle una segunda vida a los residuos plásticos restantes. Gracias a ello, ahora son capaces de fabricar sus propias terrazas.

“La sostenibilidad es una de nuestras prioridades. En 2019 iniciamos nuestra política de reducción de plásticos; hasta ahora, hemos podido ahorrar más de 1.000 toneladas de este residuo y hemos sustituido los plásticos de un solo uso de todos nuestros establecimientos en España por alternativas más sostenibles de fibra, cartón o madera”, explica Borja Hernández de Alba, director general de RB Iberia.

Ahora se emprende el siguiente paso: "Cuando comenzamos este proceso en 2019, nos empezamos a plantear qué debíamos hacer con el resto de residuos plásticos que se generaban en los restaurantes, derivados fundamentalmente del papel film y el embalaje del transporte", apunta Hernández de Alba. Y continúa: "Fue entonces cuando nos unimos a Calcher, empresa líder en el campo del reciclaje y la reutilización de los recursos, para definir este proyecto". De este modo, se reciclan los plásticos generados en los restaurantes de Burger King y Popeyes para posteriormente transformarlos en mesas, sillas, vallas, decoración, taburetes, bancos… Y, además, en Popeyes han comenzado a testar algunos elementos, como las redes de pesca extraídas del fondo marino, para la construcción del mobiliario. "Como resultado de esta colaboración, a principios de este 2022, inauguramos la primera 'terraza reciclada'", confirma el director general.

Este trabajo, con el que se evita que los plásticos lleguen a los vertederos, supone una inversión de alrededor de 2,5 millones de euros, con los que RB Iberia continúa reforzando su apuesta por la restauración sostenible con proyectos de proveedores. "El objetivo es aprovechar al máximo los recursos de toda la cadena de valor", reconocen.

El restaurante sostenible

“Hemos continuado con nuestro concepto de restaurante sostenible, que incorpora placas fotovoltaicas para el autoconsumo solar, aerotermia, iluminación led, cargadores para vehículos eléctricos y todo tipo de tecnología de vanguardia para avanzar hacia la eficiencia energética y reducir el impacto medioambiental”, explica Borja Hernández de Alba.

Se aúnan así los aspectos clave del plan estratégico: un abastecimiento responsable, la creación de restaurantes sostenibles, así como una apuesta por la economía circular. Para lograr esos establecimientos 100% verdes, Hernández de Alba apunta que es "imprescindible el uso de energías renovables, como las ya mencionadas; una movilidad sostenible -estamos convirtiendo en eléctrica nuestra flota de motos del servicio de reparto a domicilio, con más de 6.000 motoristas-; y mediante otras técnicas como el uso de material reciclado o pérgolas bioclimáticas". Asimismo, la compañía va incorporando la circularidad a través de estaciones de reciclaje, reciclaje de aceite, terrazas sostenibles, optimización de alimentos y la reducción de plásticos, entre otras medidas.

En esta hoja de ruta, continúa el director general de RB Iberia, ya "se han reducido más de 744 toneladas de plástico, producido más de 1,3 toneladas de biodiésel al año gracias al reciclaje de nuestro aceite e incorporado de forma progresiva paneles fotovoltaicos para el autoconsumo solar de nuestros restaurantes, así como cargadores". Y, con respecto a los objetivos a futuro, concluye, "buscamos reducir en un 50% las emisiones para 2030 y convertirnos en una empresa neutra en emisiones en 2050".

Además de las iniciativas mencionadas, las marcas también fomentan la economía circular en sus restaurantes a través de la construcción de fachadas y zonas infantiles, así como la fabricación de coronas y manteles con materiales reciclados.