La crisis climática es ya la principal preocupación global de los españoles

Que el cambio climático iba en serio es algo que muchos están descubriendo tarde, pero admitiendo al fin. Y lo hacen a golpe de constatación de datos, no ya de pronósticos. Basta con atender a los servicios informativos para comprobar hasta qué punto las previsiones están dando paso a los hechos: temperaturas extremas, largas sequías, graves inundaciones, megaincendios. Los fenómenos meteorológicos extremos se suceden en todo el planeta y afectan cada vez a más población.

Opinión

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Según el informe Transatlantic Trends 2023, elaborado por el influyente Fondo Marshall Alemán (GMF, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, el cambio climático es la principal preocupación en cuanto a retos globales de los españoles, por delante de otros temas políticos, económicos y sociales de gran relevancia, incluida la guerra por la invasión rusa de Ucrania.

El informe está basado en 21.000 encuestas de opinión realizadas en 14 países a ambos lados del Atlántico (1.500 por país): Canadá, Francia, Alemania, Italia, Lituania, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía, España, Suecia, Turquía, Reino Unido y los Estados Unidos.

Principal preocupación

Según los datos globales, la preocupación ciudadana por la amenaza climática está aumentando en la mayoría de los países, y de manera muy destacada en España, donde ha crecido más de siete puntos en un solo año hasta alcanzar el 29% de los encuestados y convertirse así en el principal motivo de inquietud respecto a la situación del mundo, por delante de la inmigración (19%) o la guerra de Ucrania (13%).

Además de en España, la emergencia climática ocupa también el primer lugar entre las preocupaciones ciudadanas en algunos de los países que están sufriendo de manera más destacada sus consecuencias, como Italia (35%), Portugal (31%) o Francia y Canadá (ambas con un 27%). La tendencia al alza se modera ligeramente entre los ciudadanos consultados de Estados Unidos, Reino Unido, Turquía y los países del este de Europa.

Suspenso a gobiernos y empresas

Respecto a la valoración que hacen los ciudadanos sobre la respuesta de los diferentes sectores de la sociedad al cambio climático, los únicos que se salvan son los científicos. Así, mientras el balance es claramente positivo en el caso de la comunidad científica. Con un promedio superior al 60% del total, los encuestados consideran que los científicos están aportando “mucho” o “bastante” para hacer frente a este grave reto global. En cambio, en el caso de las oenegés ese margen de confianza se reduce al 50% y se cae hasta el suspenso en el caso de los gobiernos, las empresas y los propios ciudadanos.

Así, respecto a las administraciones, además de mostrarse especialmente críticos con China y Estados Unidos (el 70% señala que sus gobiernos no están haciendo lo necesario), tan solo el 41% de los encuestados en España considera que la Unión Europea está tomando las medidas adecuadas, mientras en el caso del Gobierno español la nota baja hasta el 37%. Un desencanto que lleva a muchos a desentenderse de cualquier responsabilidad individual de mitigación y adaptación al cambio climático, algo que también se ve reflejado en las respuestas a la encuesta.

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Y es que curiosamente, y en un ejercicio de autocrítica que invita a la reflexión, menos de una tercera parte de los encuestados considera que los ciudadanos estemos actuando como es debido, de manera responsable y solidaria, ante este grave dilema que nos afecta a todos y que supone la mayor amenaza para las siguientes generaciones.

Por último, la peor nota se la llevan de nuevo las empresas pues, a tenor de los resultados, su falta de responsabilidad ambiental y escaso compromiso social frente al cambio climático provocan que tan solo merezcan el reconocimiento de una cuarta parte de los ciudadanos consultados en el informe de GMF.