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Políticas planificadas, una 'app' única... Qué nos falta para alcanzar realmente una movilidad sostenible
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ENCUENTRO EL CONFIDENCIAL-LYNK & CO

Políticas planificadas, una 'app' única... Qué nos falta para alcanzar realmente una movilidad sostenible

La movilidad está virando desde un modelo de adquisición de producto hacia otro de prestación de servicio. En esta transición, coexisten diferentes propuestas que configuran poco a poco un sistema complejo, pero descarbonizado

Foto: Mesa redonda 'Ciudades reimaginadas: el papel de la movilidad en su diseño'.
Mesa redonda 'Ciudades reimaginadas: el papel de la movilidad en su diseño'.

La adopción de criterios medioambientales en los modelos de negocio está provocando cambios que afectan a lo más elemental de algunos sectores e industrias. Es el caso de la movilidad y el transporte, donde se está pasando de un modelo basado en el producto a otro en el que prima el servicio. Esta transición se está llevando a cabo gracias a una nueva generación de usuarios que tiene muy claro que, en primer lugar, la electrificación no es el único camino para ser sostenible y, en segundo lugar, que poseer un vehículo propio no es imprescindible. La tensión que genera esta confrontación entre el viejo y el nuevo sistema se traducirá, según los expertos, en adaptación para sumarse a la nueva ola o desaparición paulatinamente.

Para entender qué consecuencias está teniendo ya esa fricción en las urbes españolas, El Confidencial organizó junto a la compañía Lynk & Co una mesa redonda conformada por un panel de expertos relacionados con el sector de la movilidad. En el encuentro —cuyo título fue Ciudades reimaginadas: el papel de la movilidad en su diseño y moderó Pepe Cerezo— participaron Alain Visser, CEO de Lynk & Co; Lola Ortiz, directora general de Planificación e Infraestructuras de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid; Luis Cabrera, director de Sostenibilidad & ESG Business Development CBRE España; Adelaida Careaga, head of Mobility de NTT DATA; Javier Martínez Ríos, director de Movilidad de EDP España, y Rafael del Río, director técnico de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive).

El primer participante en romper el hielo fue Alain Visser, quien se mostró tajante a la hora de afirmar que "en esta industria existe mucha hipocresía, ya que la sostenibilidad debe ir más allá de la electrificación y ha de ser entendida como un compendio de productos y servicios y no como una única vía". "En este contexto de cambio, el coche solo es una fuente de movilidad más y ni siquiera es eficaz para desplazarse por la ciudad", aseguró. A continuación, el CEO de Lynk & Co remarcó que “existe una tendencia global hacia el concepto de experiencia que implica a numerosos sectores, es decir, en el futuro habrá menos posesión de producto y más prestación de servicio. Con este cambio, los municipios serán más atractivos porque habrá menos vehículos privados y contaminantes ocupando espacio en la vía pública”.

"Antes, todo el mundo quería sacarse el carné y comprarse un coche en cuanto cumplía 18 años, ahora ya no es así" (Lola Ortiz)

Este concepto de metrópolis libre de coches particulares fue también defendido por la representante del consistorio madrileño. En este sentido, Lola Ortiz reiteró que “efectivamente, las ciudades deben ser limpias y sostenibles, pero también han de funcionar económicamente. Por esta razón, hay que buscar un equilibrio que permita liberar las calles sin frenar el desarrollo económico”. Además, puso en valor el papel de la innovación a la hora de “poner encima de la mesa tecnologías que coexistan con la electrificación y sean válidas para descarbonizar, tales como los biocombustibles o los carburantes sintéticos, muy útiles para el transporte pesado”, precisó. Y aportó un apunte revelador sobre la transición de la sociedad: “Antes, todo el mundo quería sacarse el carné y comprarse un coche en cuanto cumplía 18 años, ahora ya no es así”.

Rafael del Río aprovechó sus primeras intervenciones para apuntar que “cuando la electrificación sea mayoritaria se conseguirán otros beneficios asociados a la movilidad como, por ejemplo, el uso de las baterías de los automóviles para verter la energía excedente a la red eléctrica”. Es lo que se conoce como vehicle-to-grid o V2G, y “no se trata de una posibilidad lejana en el tiempo, sino que ya es una realidad. La tecnología existe y funciona. De hecho, algunas compañías ya están empezando a integrarlo en sus sistemas de vehículo eléctrico”, destacó el experto. Sobre el parque eléctrico —aproximadamente 200.000 de los casi 30 millones de coches que circulan en nuestro país—, confirmó que “sería ampliable si en España se pudieran reconvertir los automóviles que funcionan con combustibles tradicionales en eléctricos, como ya se hace en otros países de nuestro entorno”.

placeholder Alain Visser (Lynk & Co), Rafael del Río (Aedive) y Adelaida Careaga (NTT Data).
Alain Visser (Lynk & Co), Rafael del Río (Aedive) y Adelaida Careaga (NTT Data).

¿Demasiadas 'apps' para un desplazamiento?

Pese al crecimiento que experimentan las soluciones de movilidad basadas en el nuevo paradigma, todavía quedan hándicaps por resolver. Según Adelaida Careaga, “las tecnologías ya están desarrolladas, la iniciativa privada está convirtiendo sus productos en servicios y el usuario está cambiando sus hábitos de consumo. No obstante, es necesario que las administraciones públicas al más alto nivel lideren esta transición con sentido común y políticas planificadas”. Bajo su perspectiva, “sería interesante, por ejemplo, poder contar con una aplicación común para todas las soluciones de transporte verde y que, igualmente, esta fuera perfectamente válida en cualquier localidad de España”. Y puso el ejemplo de “la primera plataforma de movilidad como servicio que han puesto en marcha motu proprio seis ciudades españolas, de otras tantas comunidades autónomas, y que tiene entre sus objetivos la interoperabilidad total”.

"Si realmente queremos que los usuarios no acudan a las gasolineras, debemos ofrecerles una alternativa mejor" (Javier Martínez)

Por su parte, Martínez Ríos matizó que "si bien una plataforma común sería útil en materia de soluciones de movilidad, es el mercado el que regula eficazmente qué apps sobreviven y cuáles desaparecen con base en si funcionan bien o mal". El director de Movilidad de EDP España aclaró que “esta selección natural se basa en la calidad del servicio y también es aplicable a otros aspectos de la movilidad como los puntos de recarga. Es decir, ¿dónde nos gusta más recargar? Si realmente queremos que los usuarios no acudan a las gasolineras, debemos ofrecerles una alternativa mejor. Hay que poner fórmulas de mercado que sean lo suficientemente atractivas para el consumidor como para que las elija frente a las opciones tradicionales y contaminantes. No podemos forzar las cosas: para que el ciudadano deje de ir en coche a la oficina, la alternativa ofrecida debe ser mejor o, de lo contrario, no la elegirá”.

Retomando el debate sobre la necesidad de implantar una aplicación única, Luis Cabrera enfatizó que “no es necesario contar con una superplataforma, sino que bastaría con una aplicación relativamente sencilla que facilitara algo que ya está ocurriendo”. En esta línea, concretó que, actualmente, “los viajeros ya planifican con antelación el 95% de sus movimientos y deciden antes de viajar qué opciones utilizarán en esos desplazamientos. Ante esta coyuntura, una app común sería interesante únicamente para facilitar esa labor”. El representante de CBRE corroboró que “no tener automóvil propio es una tendencia contrastada” y subrayó que “por fin estamos comenzando a caminar por la sostenibilidad con los cánones del siglo XXI y abandonando las ideas del siglo XX. Esto significa, entre otras cosas, que las soluciones sostenibles ya incluyen su propio retorno de inversión y garantizan así su viabilidad económica”, admitió.

placeholder Javier Martínez Ríos (EDP), Luis Cabrera (CBRE) y Lola Ortiz (Ayuntamiento de Madrid).
Javier Martínez Ríos (EDP), Luis Cabrera (CBRE) y Lola Ortiz (Ayuntamiento de Madrid).

¿Qué ocurre en la España rural?

Si bien la tendencia general de cambio es apreciable, la situación de las grandes ciudades dista mucho de lo que ocurre en otras zonas de España. En un extremo de la balanza se sitúan Barcelona y Madrid: “Desde este ayuntamiento, apostamos por este tipo de movilidad y fomentamos que cada vez existan más alternativas verdes para los usuarios. Aunque aquí se producen a diario más de tres millones de desplazamientos a pie —de los doce que se llevan a cabo en total cada día—, entendemos que no siempre es posible hacerlo. Por esta razón, hemos desarrollado la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360, que abarca todos los aspectos involucrados en el transporte de personas y con la que hemos cumplido por primera vez con la directiva europea de calidad del aire”, detalló la directora general de Planificación e Infraestructuras de Movilidad del consistorio de la capital.

Sin embargo, dirigiendo la mirada hacia zonas menos pobladas de España, Adelaida Careaga reivindicó la importancia de “no dejar a nadie atrás”. La head of Mobility de NTT DATA explicó que “existen estudios que afirman que un millón de personas en España no pueden pagar sus gastos de movilidad. Para entender esto, hay que mirar más allá de la ciudad y centrarse, por ejemplo, en la España vaciada, ya que existen áreas donde no es económicamente viable desplegar alternativas sostenibles y tampoco existen demasiadas ayudas públicas en ese sentido”. A estas observaciones —y continuando con el tono reivindicativo de su compañera de tertulia— Alain Visser añadió que “desgraciadamente muchas compañías de carsharing están siendo compradas por grupos empresariales centrados en la venta, algo contradictorio con el propio concepto de compartir. Para evitar que esto siga sucediendo, necesitamos cambiar la mentalidad y centrar nuestros esfuerzos en el 20% de los usuarios que ha decidido que no quiere comprar un coche, ellos serán los que verdaderamente promuevan esta transición”, reconoció.

La adopción de criterios medioambientales en los modelos de negocio está provocando cambios que afectan a lo más elemental de algunos sectores e industrias. Es el caso de la movilidad y el transporte, donde se está pasando de un modelo basado en el producto a otro en el que prima el servicio. Esta transición se está llevando a cabo gracias a una nueva generación de usuarios que tiene muy claro que, en primer lugar, la electrificación no es el único camino para ser sostenible y, en segundo lugar, que poseer un vehículo propio no es imprescindible. La tensión que genera esta confrontación entre el viejo y el nuevo sistema se traducirá, según los expertos, en adaptación para sumarse a la nueva ola o desaparición paulatinamente.

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