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Debemos abandonar los dominios del agua antes de que vuelva
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Reflexión tras las trágicas inundaciones

Debemos abandonar los dominios del agua antes de que vuelva

Ante el probable aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, urge revisar la planificación urbanística de los territorios más amenazados y desalojar las zonas inundables

Foto: Caravanas bajo el agua en un 'camping' holandés. (EFE)
Caravanas bajo el agua en un 'camping' holandés. (EFE)

La crónica de las inundaciones provocadas por el episodio de lluvias torrenciales que ha afectado a amplias zonas de Alemania, Holanda, Bélgica, Suiza y Luxemburgo, causando cerca de un centenar de muertos y más de un millar de desaparecidos, llega cuando en España estamos a punto de rememorar una de las mayores tragedias de este tipo que ha sufrido nuestro país.

El próximo 7 de agosto se cumplirán 25 años de la trágica riada del 'camping' de Biescas. Aquella tarde de verano de 1996 todo apuntaba a que iba a producirse la típica tronada estival en el pirineo oscense. Sin embargo, lo que se anunció como tormenta acabó resultando un episodio de lluvia extrema que descargó en menos de una hora más de 200 litros por metro cuadrado (la misma cantidad registrada en algunas de las zonas afectadas estos días en Alemania).

No se trata de construir más infraestructuras de contención, sino de devolver a los ríos la titularidad de los dominios hidráulicos

La violenta tromba de agua recreció el barranco de Arás que, taponando puentes y acumulando materiales de arrastre, se convirtió en un caudaloso torrente. En su vertiginosa carrera hacia el Gállego, la corriente se llevó por delante el 'camping' Las Nieves, donde se alojaban 630 personas. La riada de barro, troncos y piedras arrasó por completo las instalaciones, provocando 87 víctimas mortales, 27 de ellas niños, y 183 heridos.

Un informe liderado por el profesor J. M. García Ruiz, del Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC), señaló que el 'camping' se había instalado en 1987 entre un canal artificial y el cauce natural del barranco, que tan solo unas décadas antes se había mostrado muy activo, con una "notable actividad torrencial", dando lugar a avenidas "muy frecuentes e intensas" con abundante aportación de materiales.

Foto: Inundaciones en Murcia (EFE) Opinión

Al día siguiente algunos medios de comunicación señalaron como culpable a la naturaleza: 'La violencia del agua', 'Tormenta asesina', 'La riada de la muerte'…, pero ¿quién fue en verdad el culpable de la tragedia de Biescas? La respuesta esta clara: una mala o, mejor dicho, una nula planificación basada en la prevención de riesgos.

¿Quién fue el culpable? Una mala o, mejor dicho, una nula planificación basada en la prevención de riesgos

En España no se respeta el dominio público hidráulico. Decenas de miles de construcciones ilegales se han instalado como okupas en pleno cauce del río, en su ribera, en los cinco metros de zona de servidumbre, en los 100 metros de zona de policía o en los márgenes que delimitan la zona inundable.

placeholder Imagen de las inundaciones en Bélgica. (EFE)
Imagen de las inundaciones en Bélgica. (EFE)

Estamos hablando de bloques de viviendas, granjas, escuelas, polideportivos, industrias, garajes, 'campings' y hoteles, incluso hospitales, además de todo tipo de infraestructuras y otras construcciones. Las organizaciones ecologistas llevan años alertando de esta situación y denunciando que su existencia vulnera la ley y supone un grave riesgo para todos en caso de crecidas. Pero no hay manera de retirar todo eso de ahí.

Hace más de 10 años, Ecologistas en Acción identificó cerca de 40.000 construcciones ilegales en el dominio público hidráulico. Hoy en día son muchas más. Porque en los últimos años se ha seguido construyendo en los dominios del agua. Buena parte de esas construcciones son las que aparecen en los telediarios cuando llegan las inundaciones. Unas inundaciones que, como llevan anunciando desde hace décadas los expertos en cambio climático, serán cada vez más graves.

placeholder Daños provocados por las inundaciones en Alemania. (EFE)
Daños provocados por las inundaciones en Alemania. (EFE)

Los modelos climáticos elaborados a partir de los datos que se están recogiendo en todo el planeta señalan que los episodios de lluvias torrenciales resultarán más recurrentes y violentos de ahora en adelante, por lo que, si no nos retiramos a tiempo de sus dominios, el agua nos desalojará con nuevas crecidas y avenidas violentas.

En Bruselas hace tiempo que lo saben, por eso la Directiva sobre gestión de los riesgos de inundación en la Unión Europea establece que, “aunque las inundaciones son fenómenos naturales que no se pueden prevenir totalmente, la actividad humana está aumentando la probabilidad de que se produzcan y su impacto y la escala de los daños se incrementarán en el futuro a consecuencia del cambio climático”.

Foto: Los escenarios climáticos nos abocan a la incertidumbre (Foto: iStock) Opinión

Y el procedimiento correcto para hacer frente a esta situación no pasa por construir más infraestructuras de contención. Porque no se trata de intentar someter al agua, sino de devolver a los ríos la titularidad de los dominios hidráulicos y salir de ahí.

Hay que retirar urgentemente las edificaciones e infraestructuras que invaden las zonas inundables

Los climatólogos que siguen la evolución del calentamiento global han unido sus voces a quienes insisten en reclamar que hay que retirar urgentemente las edificaciones e infraestructuras que invaden las zonas inundables para permitir que la dinámica fluvial recupere sus propios mecanismos de autorregulación ante las crecidas.

Es urgente un plan nacional de prevención de riesgos que ordene el dominio público hidráulico y libere a los ríos de tantas construcciones ilegales, o legalizadas de manera irresponsable. De lo contrario, cada vez lamentaremos más daños y tragedias como las que se acaban de producir en Centroeuropa o la que sufrimos hace 25 años en Biescas se volverá a repetir.

La crónica de las inundaciones provocadas por el episodio de lluvias torrenciales que ha afectado a amplias zonas de Alemania, Holanda, Bélgica, Suiza y Luxemburgo, causando cerca de un centenar de muertos y más de un millar de desaparecidos, llega cuando en España estamos a punto de rememorar una de las mayores tragedias de este tipo que ha sufrido nuestro país.

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