Los bufetes frenan la contratación de abogados para asegurar la rentabilidad de los socios

Frenazo a las contrataciones en los despachos de abogados. Al aumento de costes, fruto de la inflación y las alzas salariales, que se arrastra desde el año pasado, se une el bajón en la carga de trabajo, especialmente acentuado tras el verano. Un conjunto de factores que han conformado una suerte de tormenta perfecta financiera que está poniendo en serio peligro la rentabilidad de las firmas y, por tanto, el beneficio a repartir entre los socios. Un problema al que muchos partnerships han decidido responder reduciendo o, directamente, congelando la incorporación de nuevos júniors y asociados.

El freno en las contrataciones es una de las consecuencias que revela el último Índice financiero de los despachos de abogados —LFFI, por sus siglas en inglés—, que publica el Instituto Thomson Reuters, ante la compleja situación económica a la que se enfrentan las firmas. El indicador, que se elabora trimestralmente combinando los factores que impulsan la rentabilidad de los bufetes —tarifas, demanda, productividad y gastos—, se mantuvo en el mismo nivel que al cierre del primer semestre del año, 50 puntos, su cota más alta desde hace año y medio, aunque sin percibirse mejoría respecto del mes de julio. Las ganancias de las firmas han salido de la UVI, pero todo indica que, sin una recuperación clara de la actividad transaccional, aún se mantendrán al ralentí.

Las subidas de honorarios adoptadas en los trimestres anteriores, así como la activación de las áreas anticíclicas, como laboral, reestructuraciones o procesal, explican los autores del informe, no han sido suficientes para despejar los nubarrones que todavía oscurecen la rentabilidad, por lo que los bufetes han decidido adoptar medidas "más agresivas", indica el estudio. La más sensible y controvertida, sin duda, es la de "pisar el freno" en la contratación, pues puede crear un agujero generacional en los peldaños de la pirámide en la que los bufetes estructuran sus plantillas. También es cierto, en el otro lado de la balanza, que no preservar el beneficio de los socios puede crear problemas de retención en el partnership. Susto o muerte.

A pesar de que los bufetes "han acelerado" en su carrera por maximizar su rentabilidad, aseveran desde Thomson Reuters, "no todos lograrán alcanzar los resultados obtenidos en 2022". El crecimiento de los gastos, aunque ya en fase de desaceleración, sigue "preocupando" a las cúpulas de los despachos. Los gastos directos, según el estudio, se han incrementado un 6% en los últimos doce meses; los indirectos o generales, por su parte, se mantienen en doble dígito en términos interanuales. A todo ello hay que sumar los incrementos presupuestarios para responder al hype de la inteligencia artificial generativa, una tecnología que los despachos parece que han interiorizado que realmente puede marcar un antes y un después den la prestación de los servicios jurídicos.

A pesar de que los datos con los que se elabora el LFFI provienen de firmas estadounidenses, y que allí las reacciones en lo que respecta a las plantillas —tanto para incorporar como para ajustar— son mucho más rápidas que en Europa y, en concreto, España, lo cierto es que en nuestro país también se percibe un enfriamiento de las contrataciones. Especialmente, según indican varios headhunters, en los niveles medios y bajos de la pirámide, en donde la capacidad de generación de negocio aún es limitada.

Un 19% menos que el año pasado

"Hay casos de ralentización y otros de congelación", explica Leticia de Laiglesia, de Top of Minds, "especialmente en lo que respecta al talento júnior o más joven; en posiciones más altas, asociados senior o socios, no se está dando ese frenazo". Según De Laiglesia, a la incertidumbre política y económica que está afectando a Europa y España, hay que sumar las dudas que está generando el impacto de la inteligencia artificial (IA) generativa en la base de la pirámide de los bufetes. "Muchas firmas dudan sobre si podrán ofrecer una carrera como antes a los egresados, también hay dudas sobre cómo va a cambiar la profesión esta tecnología", asevera.

Las cifras del informe de Thomson Reuters muestran en 2023 una caída destacada de la contratación respecto de los dos últimos ejercicios, aunque sin llegar a los niveles del desplome sufrido en 2020, el año del covid. A pesar de caer un 19% en términos interanuales, este año, las incorporaciones fueron un 18,9% mayores que en los momentos más complicados de la pandemia.

Desde Colding Advisors, Luis del Castillo comparte el diagnóstico expuesto por De la Iglesia. "Estamos notando que hay cierto enfriamiento en las contrataciones e, incluso, en algunos sitios, invitaciones amistosas a abandonar la firma, y no necesariamente en los despachos más agresivos en el up or out, también en organizaciones y en niveles en los que no correspondería la salida por no promocionar", desvela. Del Castillo no detecta congelación de contrataciones, pero sí mayor cautela con los fichajes. "Los bufetes están siendo más selectivos en todo lo que no son socios", expone, "con procesos más lentos de lo habitual y necesitando mayor seguridad para lanzarse".

Luis Díaz Obregón, director de Boyden en España, asocia la falta de alegría en las contrataciones con la languidez de las operaciones. "La actividad en materia de fichajes depende mucho del mercado transaccional y, lo cierto, es que este se ha contraído, salvo en energía, inmobiliario y private equity", indica el headhunter, que aprecia más cautela, "más esperar y ver" e, incluso, mayor exigencia en la incorporación de socios. "Los despachos solo quieren trabajar sobre carteras muy reconocidas; así, si antes valoraban a un candidato a partir de un millón de euros, ahora están teniéndolo en cuenta solo a partir de uno y medio o dos millones", expone.