Es noticia
¿Quién se ha llevado mi conocimiento? Así impacta la tecnología en los 'partnerships'
  1. Jurídico
Reestructuración de los bufetes

¿Quién se ha llevado mi conocimiento? Así impacta la tecnología en los 'partnerships'

La cuestión es si los efectos de la tecnología, por la vía de la IA-Gen, van a alterar un sistema que ha funcionado muchas décadas, como son estas sociedades. ¿Quién ganará en este escenario?

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Toda empresa tiene unos activos. En el caso de las firmas de abogados, estos activos han sido siempre intangibles, y han sido la suma del expertise, la capacidad relacional con clientes y terceros de interés, y la suma de la reputación de cada uno de sus profesionales. De ahí que, como los propietarios de esos activos han sido los profesionales, la distribución de propiedad y poder siempre ha estado vinculada de forma proporcional a esa aportación. Sin embargo, tal y como se anuncia la inteligencia artificial generativa aplicada a la gestión del conocimiento, se produce un traslado de la propiedad desde la persona a la firma, que se convierte en propietaria de un activo que antes estaba unido al profesional. Partiendo de esta hipótesis, veamos qué efectos puede tener en las firmas de abogados.

Los activos (intangibles) de las firmas de abogados

Los activos de una firma de abogados están configurados por su expertise, que podríamos definir como la suma de su experiencia y conocimiento, la capacidad relacional, que sería la capacidad de acceso al mercado objetivo de la firma, y su reputación, definida como la percepción colectiva sobre cómo es de atractivo un profesional o una firma respecto de sus directos competidores. En otros artículos que hemos publicado en este medio, se ha hecho referencia a lo rápido que pueden deteriorarse estos activos en los momentos finales de la carrera profesional si no se ha planificado un proceso de reposición de socios e institucionalización (conocimiento desactualizado, pérdida paulatina de acceso al mercado, pérdida de reputación por el impacto de otros competidores).

Esta composición de los activos tiene un efecto muy profundo en las firmas de abogados. La cadena de valor comienza en los profesionales (¿quién va a prestar el servicio que ofrece la firma?), y su intangibilidad está ligada a las personas que los generan, configurando de esta forma la propiedad de la firma y su distribución de poder (configuración del partnership). Si la aportación es homogénea, propiedad y poder estarán distribuidos de forma muy igualitaria. Si no es así, propiedad y poder se concentran.

* Si no ves correctamente el módulo de suscripción, haz clic aquí.

La irrupción de la tecnología

Aunque estamos en una fase inicial y algo difusa sobre el impacto real de la denominada inteligencia artificial generativa, es conveniente anticipar sus efectos en los dos campos citados anteriormente: propiedad —composición del partnership— y distribución del poder en la firma.

Si el uso de estas tecnologías consigue trasladar el conocimiento de sus profesionales con mayor experiencia y conocimiento a una herramienta tecnológica propietaria —asumimos que las firmas trabajarán con sistemas protegidos por silos, donde el conocimiento no traspasa los límites de la propia firma— se está transformando un activo intangible en tangible vinculado a la empresa, no a la persona. Este traslado del conocimiento a la empresa genera algunas dudas.

Foto: iStock/CSA-Printstock/EC Diseño.

La primera, los nuevos incentivos que habrá que generar para que los profesionales que poseen un alto grado de especialización trasladen todo su conocimiento al sistema propiedad de la firma. Es cierto que la abogacía siempre ha sido una profesión con estructura gremial de “maestro, oficial, y aprendiz” (frase de Rodrigo Uría) y este traspaso de conocimiento siempre se ha producido, pero la duración de la carrera profesional está muy marcada por el tiempo de formación de aprendiz a maestro, y el socio tiene tiempo suficiente para capitalizar mediante su retribución la formación de nuevos “oficiales”. La tecnología acerca muy rápido al maestro, al oficial, y al aprendiz, dejando en el aire los incentivos actuales construidos sobre el número de años que transcurre entre el acceso al partnership y la jubilación.

La segunda duda, si el gran salto retributivo que se produce en el acceso al partnership seguirá teniendo sentido. Este salto retributivo era la recompensa por la aportación superior a la retribución en los años anteriores a ser socio, que nosotros denominamos salarios de eficiencia diferidos. Al trasladar de forma rápida ese conocimiento, la productividad de los asociados es muy superior, y los salarios tendrán que ajustarse de forma más lineal con el beneficio generado. Sin embargo, en servicios menos complejos, la facilidad de sustitución del profesional puede estancar los salarios. El fenómeno puede ser el contrario.

La tercera es qué ocurrirá si la generación de ese activo de conocimiento tangible, propiedad de la firma, hace que la valoración de una firma de abogados aumente. ¿Afecta a la estructura de propiedad y poder? ¿Estarán tentados por unas hipotéticas altas valoraciones de dar entrada, aunque sea de forma minoritaria, a socios de capital no profesionales en la medida que lo permite la ley?

Foto: Mesa debate 'Transformación de la asesoría jurídica de la gran empresa: una mirada hacia al futuro'.

Escenario a largo plazo

En los últimos años, mientras que las firmas más grandes han seguido aumentando su facturación con tamaños de profesionales más o menos estables (con alguna excepción muy significativa), las firmas medianas han aumentado su tamaño para poder aplicar economías de escala en inversiones necesarias para poder competir con garantías.

Con la inversión en tecnología puede suceder algo similar. Las firmas más grandes pueden realizar, incluso con mayor incertidumbre en el resultado, inversiones en tecnología que les permitan ser más eficientes y prestar de forma automatizada servicios que hasta el momento no podían realizar por los elevados costes de los profesionales. Y aunque el ganador de esta carrera pueda ser el segundo, es decir, aquel que copie rápido al que acertó después de equivocarse muchas veces, la posición de firmas más grandes cuenta con muchas ventajas en este terreno. La atomización del sector puede suponer un peligro para firmas más pequeñas, salvo firmas muy especializadas en algún nicho de mercado que no tenga tamaño suficiente como para ser atractivo para firmas más grandes.

Foto: Trofeos de la I Edición de los Premios a la Abogacía de los Negocios.

La cuestión es si los efectos de la tecnología, por la vía de la inteligencia artificial generativa o cualquier otra que surja en el futuro, van a alterar un sistema que ha funcionado muchas décadas, como es el partnership. El traslado del conocimiento desde la propiedad de una persona a la propiedad de una firma puede alterar un equilibrio que ha funcionado muy bien para clientes, profesionales, y socios. ¿Quién sería el verdadero ganador en este escenario?

Nota final: el título de este artículo es una referencia a un breve libro titulado '¿Quién se ha llevado mi queso?' o 'Who moved my cheese?' en su título original, publicado en 1998.

* Miguel Ángel Pérez de la Manga Falcón es socio de BlackSwan.

Toda empresa tiene unos activos. En el caso de las firmas de abogados, estos activos han sido siempre intangibles, y han sido la suma del expertise, la capacidad relacional con clientes y terceros de interés, y la suma de la reputación de cada uno de sus profesionales. De ahí que, como los propietarios de esos activos han sido los profesionales, la distribución de propiedad y poder siempre ha estado vinculada de forma proporcional a esa aportación. Sin embargo, tal y como se anuncia la inteligencia artificial generativa aplicada a la gestión del conocimiento, se produce un traslado de la propiedad desde la persona a la firma, que se convierte en propietaria de un activo que antes estaba unido al profesional. Partiendo de esta hipótesis, veamos qué efectos puede tener en las firmas de abogados.

Inteligencia Artificial Despachos Abogados
El redactor recomienda