Tú pones 10 y yo otros 10: así es la cooperativa que busca transformar pequeños bufetes

Era 2018 cuando Sandro García, experto en marketing estratégico, llegó a Madrid por un viaje de trabajo. Entre conversaciones con un taxista sobre las álgidas protestas contra los VTC y las posibles formas que tenían de colaborar entre ellos para vencer a las aplicaciones, García comenzó a relacionar esta situación con el mundo de la abogacía. Sin darle más vueltas, pasaron los años y un alumno le preguntó qué podían hacer los mediados y pequeños despachos para invertir en desarrollo legaltech y su respuesta fue simple: "Nada, salvo que tengas 100.000 euros para pagar a un buen desarrollador. A lo mejor 1.000 euros sí los tienes, y te puedes unir a otros 99 abogados que aporten esos 1.000 euros y compartan esa misma inquietud", le comentó. Ahí fue cuando el experto se dijo a sí mismo y luego a su socio, Eduardo Galocha: "Lo tengo". Tras poco más de un año de preparación y trabajo, decidieron lanzar Metabogacía, la nueva asociación cooperativa para la abogacía.

Se trata de la primera cooperativa creada por y para el sector, con objeto de aprovechar las oportunidades que ha traído la revolución de la inteligencia artificial y otras herramientas digitales para mejorar la calidad, la eficiencia, la rentabilidad y la accesibilidad de los servicios jurídicos que ofrecen a sus clientes. "La naturaleza de Matabogacía es empoderar a medianos, pequeños y microdespachos para que puedan seguir manteniéndose competitivos en este momento de incubación y de disolución tecnológica", comenta a este medio García, director general de esta cooperativa. El también fundador de la Unión Nacional de Abogados Especialistas (Unaes), analiza que las grandes firmas que trabajan con presupuestos de cierto volumen ya tienen interiorizada en sus estructuras la inversión en transformación digital; sin embargo, los que tienen menos oportunidades económicas, por lo general, lo retrasan porque les genera estrés.

"Son especialmente motivados por la falta de tiempo, la falta de conocimientos y de recursos económicos. No nos olvidemos que la profesión de la abogacía es una profesión que está sometida a un enorme estrés por tiempo y honorarios", zanja. Más del 90% del tejido del sector de la abogacía está compuesto por este tipo de bufetes de menor tamaño y a causa de la revolución tecnológica algunos se están quedando atrás. Así, Metabogacía quiere ayudarlos a eliminar esos "dolores de cabeza" para que se mantengan competitivos y que, gracias a la fuerza de la unión, puedan experimentar cómo un legaltech es una herramienta "que les ayudará a afrontar este cambio de era en el que estamos".

Para conseguir esta transformación, los socios fundadores han delineado cuatro pilares: colaboración, formación, innovación y aceleración. En primer lugar, la idea es fomentar el trabajo en equipo, el intercambio de conocimientos, experiencias y la creación de redes profesionales entre los socios y otros agentes del ecosistema jurídico-tecnológico. Uno de los primeros hitos que buscan cumplir con este pilar de colaboración es crear una central de compras. Esta consiste en que los socios cooperativistas puedan obtener mejores condiciones o ventajas a la hora de adquirir productos tecnológicos. En segundo lugar, está la formación, uno de los más destacados para el funcionamiento y el crecimiento de estas firmas en ámbitos tecnológicos, a criterio de los fundadores.

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"Esto al final es como si te dan un Fórmula 1, pero no sabes realmente para qué sirven los botones que tiene el volante. Tendrás un coche que corre muy rápido, pero nunca le vas a poder sacar todo el rendimiento que le puedes sacar", comenta García. De esta forma, realizarán una labor de alfabetización en ámbitos tecnológicos para enseñar sobre IA, la creación de prompts y sus diferentes aplicaciones, la utilización de herramientas, entre otros. La nueva cooperativa piensa que para ser competitivos en la abogacía "necesitas tecnología, pero también saber usarla. Nadie ha nacido enseñado, por lo que esta parte es muy importante", añade el director general.

La innovación es el tercer concepto por el que se asentará Metabogacía. El plan es impulsar el desarrollo de proyectos e iniciativas que aporten un valor añadido a los clientes y que sean capaces de resolver problemas reales del sector jurídico. "No vamos a inventar nada, solo aprovecharemos el momento de la tecnología y vamos a ver cómo podemos conjugar esa inteligencia artificial con Blockchain. Si entendemos que de ahí podemos desarrollar una herramienta que permita a los socios cooperativistas mejorar en eficiencia y rentabilidad, lo pondremos en marcha". Finalmente, está la parte de aceleración donde intentarán convertirse en una especie de lanzadera o sandbox para proyector de legaltech. En caso de encontrar un proyecto, startup o empresa que les haga eco con Metabogacía, los apoyarán con recursos para escalar su trabajo. Eso sí, va más allá de lo económico, porque les darán pie para que prueben su tecnología, los ayudarán con formación y les apoyarán con su estructura.

"Serán aquellos abogados que utilicen bien la IA quienes se quedarán con el trabajo de aquellos que la apliquen mal o no la utilicen"

En cuanto a la cantidad de dinero que podrán aportar en cada financiación a los proyectos, dependerá del momento de madurez en la que se encuentre la cooperativa, especialmente en términos de socios. "La fuerza de la unión es correlativa al número de socios; es decir, a mayor cantidad de socios, mayor posibilidad tendremos de apoyar a otros proyectos". Por lo mismo, una de sus metas para su primer año de vida será alcanzar los 150 socios cooperativistas. Actualmente, son 10 abogados, todos socios fundadores, los cuales han formado este plan estratégico con su hoja de ruta para "llegar a buen puerto". Otro de sus objetivos es posicionar la marca para crecer y captar nuevos integrantes. Pero ¿qué hay que hacer para convertirse en socio de Metabogacía y qué implica?

Para ser socio hay que realizar diferentes aportaciones. Quienes quieran adherirse en calidad de socio cooperativista tendrá hacer una aportación de capital de 1.000 euros, con una cuota de entrada de 200 euros y luego hay otros 120 euros al año, que se pagan de forma trimestral en cuatro cuotas de 30 euros. Es decir, en el primer año de ser miembro de este proyecto se hará una inversión de 1.320 euros y los años sucesivos 120 euros al año. "Es un momento crítico para la abogacía y para muchas otras profesiones", indica García. Según el experto, la inteligencia artificial generativa podría llegar al punto de superar la inteligencia humana y "no es que la IA se vaya a quedar con el trabajo de aquellos abogados que hacen el trabajo de robots, sino que serán aquellos abogados o players que utilicen bien la inteligencia artificial quienes se quedarán con el trabajo de aquellos que la apliquen mal o no la utilicen", finaliza García.