Un juzgado ordena a una empleada demandar a su jefa por negarle la conciliación

Un juzgado de Granada ha ordenado a una trabajadora a ampliar la demanda que había interpuesto contra su empresa para incluir a su jefa por negarle su derecho a conciliar. En el escrito al que ha tenido acceso El Confidencial, el órgano judicial insta a la empleada a que modifique el texto para "subsanar el defecto" de no haber dirigido la demanda hacia su responsable directa, ya que, a juicio del tribunal, su comportamiento vulneró los derechos fundamentales de la mujer.

Según se recoge en la demanda, la mujer trabaja como técnico de calidad en el laboratorio de una farmacéutica llamada Rovi. En julio de este año, y después de que la compañía cambiara los turnos de trabajo, la empleada pidió una reducción de una hora y media y adaptar su jornada, de modo que su horario pasara a ser fijo de 7:45 horas a 14:15 horas de lunes a viernes. Alegó que tenía una hija de tres años y, con el nuevo horario, apenas podía pasar tiempo con ella. Semanas después, estando ya la mujer de vacaciones, la empresa respondió a la solicitud y aceptó la reducción del horario, pero rechazó la concreción, sin aportar ninguna justificación de la negativa u ofrecer alternativas.

Durante el mes de agosto, ambas partes intercambiaron emails para llegar a un acuerdo sin éxito, por lo que la mujer decidió interponer una demanda ante los juzgados por el daño sufrido. En ese momento, la compañía accedió a la petición de adaptación.

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Poco después, ya en septiembre, la empleada volvió de sus vacaciones y se encontró con una situación completamente nueva. "Llegué el primer día y mi jefa directa me dijo que, de ahora en adelante, solo iba a hacer fotocopias y escanear documentos. A eso iba a dedicar mi jornada completa", explica a este diario la demandante, que prefiere no revelar su identidad. "A veces también me mandaba a meter datos en un Excel, pero nada relacionado con mi puesto, que es técnico de calidad", lamenta. Además de eso, la jefa eliminaba su nombre de los cuadrantes de las guardias, con el perjuicio económico que ello suponía.

Ante este cambio de condiciones, la trabajadora comenzó a grabar las conversaciones con su superior directo. En uno de los archivos que acompañan a la demanda por modificación de condiciones, la responsable le decía que ella no había cambiado sus funciones o las de ningún compañero. Si tiene otras tareas administrativas, desliza en la conversación, es porque las propias de técnico no las puede ejercer porque trabaja una hora y media menos que el resto del equipo.

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Todo esto generó una esfera muy incómoda para la empleada cada vez que iba a la oficina. "Mis compañeros me veían como el enemigo, me culpaban porque la responsable les dijo que, por mi reducción, ellos iban a trabajar más. Me hacían comentarios como que no había parido a mi hija ayer, que ya era mayorcita, o que pidiendo mis derechos no podía pisotear los suyos. El departamento entero me hacía el vacío, me degradaron en mis funciones... iba al trabajo con el corazón en un puño todos los días", describe la mujer, que actualmente está de baja por ansiedad.

Tras las quejas de la empleada, la jefa le respondió alegando que "a mí también me encantaría tener un horario que no veas, y trabajar desde mi casa, pero es que el trabajo no lo permite". Más adelante, admite que ha habido alteraciones en el reparto de labores, aunque niega que sea una represalia hacia la trabajadora. "Has podido ver un cambio, pero es mala suerte que haya coincidido con tu reducción de jornada y toda la historia". Estos comentarios, que vienen transcritos en el texto de la demanda, son los que han motivado al juzgado número 3 de Granada (en concreto, a la Letrada de la Administración de Justicia) a ordenar a la trabajadora que amplíe la reclamación y la dirija también contra su responsable.