Un juzgado de Bilbao avala la venta de Itínere al fondo APG por ser "tercero de buena fe"

Nuevo revolcón en la batalla judicial que enfrenta a dos gigantes de las infraestructuras, Globalvia y Corsair, por el control de Itínere, compañía heredera de la antigua Empresa Nacional de Autopistas (ENA).

El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Bilbao, en una sentencia del pasado 29 de septiembre a la que ha tenido acceso El Confidencial, ha desestimado la demanda que interpuso Globalvia contra varias sociedades bajo la órbita de Corsair, a las que acusaba de haber vendido su participación en Itínere saltándose los estatutos de la sociedad y, en consecuencia, pedía cancelar la operación y traspasarle a ella las acciones.

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Ruth Ugalde

El magistrado Zigor Oyarbide de la Torre ha desestimado tal pretensión alegando, entre otros aspectos, "los efectos devastadores que la resolución contractual propone" y que "han de respetar o garantizar los derechos de terceros de buena fe", como es el caso de APG.

Aunque Globalvia prevé recurrir este fallo, es un duro golpe para la compañía, ya que se suma a otro pronunciamiento judicial que también avaló la venta de Sacyr a otra sociedad de Corsair, Itínere Investco.

En concreto, la demanda ahora desestimada iba dirigida contra la venta del 69,65% de Arecibo, empresa que a su vez era propietaria del 54,18% de Itínere, participación crítica, ya que daba el control de la empresa de autopistas.

Corsair controlaba este paquete del 69,65% a través de las sociedades Pear Luxembourg y Gateway, que el 21 de febrero de 2019 lo traspasaron a Estivo Investment, vehículo controlado por APG. Con esta jugada, el fondo holandés se convirtió en el principal accionista de la concesionaria española.

Aunque Globalvia recurrirá, este fallo es un duro golpe para ella porque avala la actuación de APG

Lejos de tirar la toalla, Globalvia, dueña del otro 30,38% de Arecibo, presentó la citada demanda en Bilbao alegando que se habían incumplido los estatutos porque, cuando se llevó a cabo el traspaso, el régimen jurídico que imperaba no era el pacto de socios, sino los estatutos, y estos obligaban a Pear y Gateway a comunicar su intención de vender a Globalvia, punto que incumplieron.

El hecho de defender que impera un régimen u otro enlaza directamente con el laudo arbitral que dio la razón a Globalvia al declarar resuelto el contrato de accionista. El problema es que la venta a Estivo se produjo en un momento que quedó en el limbo, porque fue anterior al 2 de agosto de 2019 en que llegó el laudo, pero este declaró resuelto el contrato de Arecibo desde el 5 de febrero de 2018, con lo que sí le afectaría con efecto retroactivo.

En este contexto, el juez ha hecho prevalecer el "efecto devastador" que tendría la resolución y que se trata de un tercero de buena fe, eliminando en la práctica gran parte de las esperanzas de Globalvia de hacerse con el control de Itínere, que, además del revés de Sacyr, también vio cómo un tercer procedimiento judicial le ha vetado el acceso al consejo de administración de Itínere por conflicto de interés.