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Rentabilidad frente a seguridad: la balanza que el incendio de Valencia obliga a revisar
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ARQUITECTURA Y MATERIALES

Rentabilidad frente a seguridad: la balanza que el incendio de Valencia obliga a revisar

El incendio del pasado jueves en Valencia obliga a revisar las garantías que deben exigirse a los edificios. Los nuevos materiales obligan a repensar la arquitectura y seguridad

Foto: Tercera jornada de luto en Valencia por las víctimas del incendio. (EFE/M. Burque)
Tercera jornada de luto en Valencia por las víctimas del incendio. (EFE/M. Burque)
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"Ha habido un incendio en Valencia que va a obligar a cambiar la normativa, ya verás". Con estas palabras se enteró un arquitecto, que pide guardar su anonimato, del dramático incendio de Nou Campanar. En apenas media hora, el fuego declarado en la séptima planta de un complejo residencial con 138 viviendas arrasó todo el inmueble. En aquellos momentos, también empezó a quemarse el marco que conocíamos hasta hora.

El presidente del Colegio de Arquitectos de Madrid, Sigfrido Herráez, ha sido una de las primeras voces en pedir a las autoridades que lo ocurrido sirva para hacer una profunda reflexión sobre nuestro parque actual de edificios y sobre el futuro.

Por una parte, sostiene que se debe revisar gran parte del parque residencial construido a partir del año 2000, cuando se popularizaron los paneles sándwiches, para modificar los que contengan materiales inflamables. Por otro, pide endurecer las normativas industriales para erradicar todo tipo de derivados del petróleo en la construcción residencial.

"El acero y su combinación con el cemento para formar hormigón armado mantuvieron la estructura de los edificios del siglo XX razonablemente protegida contra el fuego. Sin embargo, los nuevos materiales, tanto en el interior como en el exterior, nos obligan a repensar la manera en la que diseñamos y protegemos nuestros edificios. El fuego vuelve a estar de actualidad. Ahora no termina con barrios enteros, pero sí puede afectar a bloques en zonas densamente pobladas. Y lo está haciendo cada vez más a menudo".

Foto: En la imagen una mujer se toma una fotografía ante el edificio incendiado. (EFE/Biel Aliño)

Estas palabras de Ignacio Fernández Solla, director de Arup y una de las voces contemporáneas más autorizadas en ingeniería de fachadas, están extraídas del artículo Fachadas y fuego después de la torre Grenfell, una tragedia que marcó un punto de inflexión y que vino inmediatamente a la memoria el pasado jueves, cuando la historia tristemente se repitió en Nou Campanar.

La Torre Grenfell era un edificio de viviendas sociales de Londres, que contaba con 24 plantas y 120 apartamentos, que se incendió en junio de 2017. El fuego se originó por el cortocircuito de una nevera y dejó 72 víctimas mortales. Entonces, como ahora, la fachada y los materiales utilizados fueron decisivos para el fatal desenlace.

placeholder La torre Grenfell en llamas en Londres.
La torre Grenfell en llamas en Londres.

"Ha llegado el momento de restringir nuestras opciones de revestimientos, aislamientos y otros componentes en fachadas a materiales más seguros, y de manera voluntaria. Como consecuencia de lo anterior estaremos empujando a la industria de construcción a poner en el mercado nuevos materiales no combustibles o de limitada combustibilidad", escribió tras la tragedia Fernández Solla.

Estas palabras son de total actualidad en España, donde la tragedia de Nou Campanar llega en un momento en el que se requiere la rápida construcción de miles de viviendas sociales, los fondos Next Generation están empujando a numerosas comunidades de vecinos a revestir sus fachadas de ladrillo con sistemas SATE y las crecientes exigencias de eficiencia energética están llevando al mercado a apostar por materiales sintéticos para hacer estos sistemas de aislamiento térmico exteriores.

"Es momento de restringir nuestras opciones de revestimientos y otros componentes en fachadas a materiales más seguros"

¿Está suficientemente garantizada la seguridad de estos materiales o nos enfrentamos al riego de prohibirlos dentro de unos años como pasó con el poliuretano tras la tragedia de Torre Grenfell?, ¿por qué la industria está girando hacia aislamientos exteriores en vez de interiores? La respuesta, como tantas veces, ha de buscarse en razones económicas.

"El SATE es práctico, barato, fácil de hacer pero, en mi opinión, no suficientemente ignífugo. Está hecho con materiales sintéticos que permiten cumplir con la norma, ya que cumple con las exigencias del código técnico y de protección contra incendios, pero lo cierto es que los bomberos están muy en contra, porque en caso de incendio, el fuego se propaga con facilidad por la fachada, porque arde, las plaquetas se despegan, caen y el fuego se expande", explica el arquitecto Fernando Espinosa de los Monteros.

placeholder Edificio Navis de Mislata (Valencia) obra de la misma promotora que será también revisado. (EFE/Biel Aliño)
Edificio Navis de Mislata (Valencia) obra de la misma promotora que será también revisado. (EFE/Biel Aliño)

En su opinión, el problema está en la norma, que lo permite, y que debería revisarse para exigir materiales más ignífugos, o rebajar las exigencias de aislamiento, lo que desincentivaría su uso. Como en todo, hay sistemas SATE más inflamables y menos, pero tras la tragedia de Valencia, todas las fuentes consultadas coinciden en señalar que debe velarse por utilizar materiales ignífugos y endurecer la norma para que sea así.

Una alternativa al SATE o la fachada ventilada, con sus panales sándwich como el de Nou Campanar, sería, por ejemplo, una pared de ladrillo con cámara de aire y otra pared dentro. Este sistema, según explican varios arquitectos, es más seguro, pero también más caro y se come edificabilidad, de ahí la proliferación de los otros sistemas. El arquitecto chino Wang Shu, premio Pritzker 2012, se hizo con el Nobel de la arquitectura con su defensa del uso de materiales artesanales y tradicionales.

Desde el Ministerio de Vivienda esquivan hablar de cualquier escenario futuro y se ciñen a señalar que "es el momento de atender la emergencia. Dejemos trabajar a los expertos". A la espera de que la investigación en marcha aclare por qué el fuego se expandió tan rápidamente hasta arrasar el inmueble de Nou Campanar, todas las fuentes consultadas coinciden en señalar que este tráfico suceso obligará a revisar el marco normativo, como ocurrió tras la torre Grenfell.

En España, el Código Técnico de la Edificación, que regula la construcción de edificios, es del año 2006, lo que índica el carácter todavía novedoso de este tipo de este marco, que es la columna vertebral del marco normativo que deben cumplir los inmuebles en nuestro país. Posteriormente, se introdujeron algunos documentos básicos y restricciones, aunque el punto de inflexión llegó con el nuevo código técnico de 2019, que nació como respuesta al incendio de Londres.

"Ha habido un incendio en Valencia que va a obligar a cambiar la normativa, ya verás". Con estas palabras se enteró un arquitecto, que pide guardar su anonimato, del dramático incendio de Nou Campanar. En apenas media hora, el fuego declarado en la séptima planta de un complejo residencial con 138 viviendas arrasó todo el inmueble. En aquellos momentos, también empezó a quemarse el marco que conocíamos hasta hora.

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