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Adiós a la pista de tenis mejor ubicada y menos usada de Madrid
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EN EL PALACIO JUAN MARCH

Adiós a la pista de tenis mejor ubicada y menos usada de Madrid

Entre las calles Núñez de Balboa 70 y Ortega y Gasset 31, en pleno barrio de Salamanca, se esconde la que, posiblemente, es la pista de tenis más antigua de Madrid

Foto: Barrio de Salamanca, Madrid. (iStock)
Barrio de Salamanca, Madrid. (iStock)
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Entre las calles Núñez de Balboa 70 y Ortega y Gasset 31, en pleno barrio de Salamanca, se esconde la que, posiblemente, es la pista de tenis más antigua de Madrid. Una instalación que lleva años en desuso y que forma parte del Palacio de Juan March, sede actual de Banca March. Una pista de tenis que desaparecerá de Google Maps en unos meses para dar paso a una zona ajardinada y de descanso, puesto que el Ayuntamiento de Madrid, si nada se tuerce, dará luz verde en su próximo pleno al plan especial promovido, precisamente por Banca March, sobre la parcela donde se levanta uno de los edificios históricos de Madrid.

Aumentar el espacio de oficinas y rebajar el grado de protección de este edificio histórico

En dicho plan, Banca March propone, además de mejorar el aprovechamiento del espacio ocupado por esta pista de tenis, actualmente en desuso, otra serie de cambios, entre los que figura aumentar la edificabilidad del edificio de cocheras para dotarlo de mayor espacio para oficinas, para lo cual solicita, asimismo, rebajar el grado de protección de este edificio histórico. Unas actuaciones que supondrán una inversión para Banca March de unos 3,1 millones de euros, tal y como consta en el expediente del plan especial consultado por El Confidencial.

Invisible a pie de calle, el origen de esta curiosa pista de tenis es incierto, si bien hay constancia de su existencia en 1987, cuando se legalizaron las obras de rehabilitación que tenían por objeto la construcción de tres plantas de sótano para garaje, precisamente, bajo la zona de la pista de tenis. Una pista de tenis que, tal y como recoge el plan especial y reconocen quienes trabajan allí, está en desuso (de hecho, nadie de los consultados recuerda jamás haber visto a nadie jugando en ella), de ahí que Banca March quiera dar a este espacio un nuevo uso.

placeholder Infografía de la propuesta sobre la pista de tenis actual.
Infografía de la propuesta sobre la pista de tenis actual.

En concreto, propone la instalación de construcciones ligeras y zonas de descanso, en una nueva zona verde que prolongue el jardín protegido existente. "Se plantea como posibilidad la instalación de unas construcciones ligeras desmontables en el espacio libre de parcela donde se encuentra la pista de tenis, actualmente sin uso, ya que no existe programa de vivienda como sí lo había en origen. Estos elementos estarían desposeídos de cualquier forma de cubrición", recoge la memoria del plan especial.

Además, a diferencia del jardín y de otras partes del edificio, la superficie donde actualmente se encuentra la pista de tenis no está incluida dentro del catálogo de parques históricos y jardines de interés, "por lo que no aplicaría la limitación de obras que sí es de aplicación en otras zonas del espacio libre de parcela".

Aumentar los m2 de oficinas

Además de dar un nuevo uso a este espacio, el plan especial pretende ampliar la sede de Banca March con un mayor número de metros cuadrados de oficinas en las antiguas cocheras, para lo cual solicita, asimismo, corregir la protección de las cocheras, dotándolas de la misma protección que el resto de edificaciones. Eso sí, justificando qué elementos de este edificio deben considerarse protegidos y cuáles no.

El plan pretende ampliar los metros cuadrados de oficinas y rebajar el nivel de protección integral de las cocheras a singular

La finca cuenta con una superficie de 6.300 metros cuadrados, de los cuales la casa palacio ocupa 972 metros, el edificio destinado a cocheras y lavaderos suma otros 626 metros y el jardín de entrada y los muros de cerramiento, 4.800 metros, la mayor parte de la superficie y donde, precisamente, se encuentra ubicada la pista de tenis en cuestión.

Las obras propuestas contemplan un aumento del 10% de la edificabilidad, puesto que la misma no está agotada y asciende a un total de 641 metros cuadrados. No obstante, en este plan especial, Banca March pretende aumentar la edificabilidad en 418 metros cuadrados, y propone que los 223 metros cuadrados de remanente de edificabilidad que quedarían sin ejecutar puedan ejecutarse en el futuro en el edificio de cocheras.

Hay que recordar también que, aunque en origen, el Palacio de Juan March tenía uso residencial, el uso de oficinas es el que actualmente está legalizado, de tal manera que las actuaciones no alteran el régimen de los usos existente, aunque sí aumentan el aforo actualmente legalizado.

Foto: Palacio de los Condes de Villagonzalo.

Por otro lado, dentro del plan especial se propone renunciar al acceso actual desde la esquina del edificio, generando un acceso central con un amplio hall de entrada presidido por una escalinata principal que articula todas las plantas, así como la creación de un atrio central que recorra todas las plantas del edificio, en torno al que se ubiquen las oficinas y que genere continuidad al eje central creado desde el portón principal.

Comprado por el abuelo materno del Rey emérito

Según la Guía de arquitectura del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), este histórico edificio fue construido en 1902 por el diputado liberal José Luis Gallo en el barrio de Salamanca, algunos de cuyos hoteles y palacetes fueron también diseñados por el arquitecto Joaquín Saldaña.

El piso bajo se organizaba alrededor de un gran hall central, al que se accedía indirectamente desde Núñez de Balboa a través de un patio de honor. Contaba con billar, despacho, comedor, con salida al jardín a través de una elegante terraza y un gran salón con vistas a la calle José Ortega y Gasset.

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En 1914, el palacete fue adquirido por el infante Carlos de Borbón-Dos Sicilias, abuelo materno del rey Juan Carlos, quien encargó su ampliación y profunda remodelación, ya que propuso doblar su superficie en planta y aumentar su altura con un piso más. A principios de los años treinta, la propiedad pasó a manos de empresario y banquero Juan March, quien en 1926 había fundado Banca March y que otorgó al palacete su imagen actual.

Como curiosidad, durante la Guerra Civil, el edificio fue ocupado y destinado a hospital de sangre y, como consecuencia de ello, gran parte de la decoración interior fue destruida, sobre todo, los solados de madera, que se arrancaron y utilizaron como combustible. Una vez concluido el conflicto, el edificio volvió a ser ocupado por sus propietarios como residencia en los años cincuenta.

Foto:
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Desde entonces y hasta 2003 no existe documentación oficial sobre licencias y permisos. En 2003, se solicitó una licencia para limpiar las fachadas. En 2001, el edificio constaba de 23 dormitorios con 30 personas de servicio, además de una piscina en el sótano que sería transformada en un salón de actos.

Este histórico edificio se encuentra en el antiguo ensanche de Madrid, objeto del denominado Plan Castro, promovido en la segunda mitad del siglo XIX, y que se caracterizaba por la construcción de barrios descongestionados con edificios de cuatro plantas a modo de palacetes con jardín privado y cocheras sobre el patio de manzanas, lo que supuso un gran avance urbanístico en la ciudad. No es el único palacete que aún sigue en pie en la misma calle (otro ejemplo es el Palacio de Saldaña, construido en 1903, antiguo palacete del marqués de Hijos de Álava), pero ninguno de ellos conserva el uso original de residencial unifamiliar, sino que todos ellos albergan en la actualidad firmas empresariales relevantes.

Entre las calles Núñez de Balboa 70 y Ortega y Gasset 31, en pleno barrio de Salamanca, se esconde la que, posiblemente, es la pista de tenis más antigua de Madrid. Una instalación que lleva años en desuso y que forma parte del Palacio de Juan March, sede actual de Banca March. Una pista de tenis que desaparecerá de Google Maps en unos meses para dar paso a una zona ajardinada y de descanso, puesto que el Ayuntamiento de Madrid, si nada se tuerce, dará luz verde en su próximo pleno al plan especial promovido, precisamente por Banca March, sobre la parcela donde se levanta uno de los edificios históricos de Madrid.

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