Kennedy Wilson vende a Ibervallés la sede de Wizink al mismo precio que pagó hace un año
El fondo sigue adelante con su decisión de deshacer posiciones en el mercado español. El último movimiento ha sido la venta del edificio Arbor, un complejo de oficinas en Arturo Soria
El fondo Kennedy Wilson sigue adelante con su decisión de desahacer posiciones en el mercado español. El último movimiento ha sido la venta del edificio Arbor, un complejo de oficinas ubicado en los números 16-18 de la calle Ulises de Madrid, a Ibervallés, la socimi de la familia Isidro.
A priori, esta operación podría verse como una transacción más del mercado de oficinas capitalino, que tiende a pisar el acelerador en la recta final de cada ejercicio. Pero, en esta ocasión, hay un elemento diferencial: el fondo apenas ha tenido en cartera un año este activo y lo ha vendido por el mismo precio que pagó.
En junio de 2021, el fondo anunció la compra de este edificio a la socimi Merlin Properties. Entonces se dijo que el importe de la operación era de 40 millones y su racional, el gran recorrido de rentas que tenía al estar ocupado sólo al 58%.
Apenas año y medio después, el fondo ha vendido el inmueble por los mismos 40 millones de euros, pero al 100% de ocupación. Histórica sede de Wizink, banco propiedad de Värde, el fondo estadounidense también movió a este edificio a la promotora Vía Célere en las Navidades de 2021, eso sí, tras haber tanteado llevarse a la entidad financiera a otra ubicación, lo que previsiblemente le dio poder de negociación de rentas.
El edificio cuenta con una superficie de 9.580 metros cuadrados, 310 plazas de aparcamiento y fue íntegramente reformado en 2017, mientras que las zonas comunes se acondicionaron este mismo 2022, lo que ahora garantiza a Ibervallés una compra libre de nuevas inversiones en mejoras, lo que se conoce en la jerga del sector como capex.
El edificio consta de dos bloques y ocho plantas conectados internamente, lo que permite jugar con la flexibilidad de los espacios. Las plantas primera a sexta cuentan con una superficie de 1.350 metros cuadrados cada una, mientras que la séptima y octava son de 740 metros cuadrados. Por otra parte, dispone de 310 plazas de aparcamiento distribuidas en cuatro plantas bajo rasante.
Javier Isidro, director general de Ibervalles, destaca que “se trata de una adquisición estratégica, que no requiere capex de reposicionamiento y con una tasa de ocupación del 100%, que nos permite generar rentas desde el primer momento que contribuirán a la rentabilidad actual de nuestra cartera”. El directivo, además, ha señalado la capacidad de la compañía para “encontrar oportunidades de inversión interesantes en un entorno de mercado como el actual”.
La operación, asesorada por CBRE, es la primera de Ibervalles desde que debutó en BME Growth el pasado 27 de julio y la cuarta en lo que va de año, tras las incorporaciones de los edificios de Josefa Valcárcel 24 y Alcalá 506, y del Hotel Vía Castellana. En total, incluyendo este nuevo activo, la compañía dispone de una superficie bruta alquilable (SBA) de más de 71.000 m2, en línea con los objetivos de su plan estratégico.
El fondo Kennedy Wilson sigue adelante con su decisión de desahacer posiciones en el mercado español. El último movimiento ha sido la venta del edificio Arbor, un complejo de oficinas ubicado en los números 16-18 de la calle Ulises de Madrid, a Ibervallés, la socimi de la familia Isidro.