Los fundadores de Europac sacan a bolsa su socimi Ibervalles con 230M para compras

Este miércoles, la familia Isidro Rincón, fundadora de Europac, ha tocado la campana del parqué con Ibervalles. Con una valoración de 148 millones de euros, la compañía se ha incorporado al BME Growth, el mercado para empresas de crecimiento, sin llegar a cruzar ninguna operación, de modo que sus acciones se han quedado sin cambios en los 5,55 euros a los que se han estrenado.

Ibervalles es un 'family office' que se constituyó en 1995 y que ahora ha sido transformado en una socimi de oficinas. De hecho, uno de los puntos que más preocupan a Javier Isidro, director general de la compañía, es quitarse el sambenito de oficina familiar y que el mercado vea a Ibervalles como una auténtica cotizada, para lo cual quiere dar entrada a inversores institucionales que se hagan con la mayoría del capital.

"Somos una socimi de verdad, no una familia que quiere beneficiarse de la exención fiscal. Queremos diluirnos, probablemente por debajo del 50%, y en cuanto tengamos una historia que contar, abriremos la puerta a inversores", señala Javier Isidro, miembro de la tercera generación. Cuando tomó las riendas de la empresa, en febrero de 2021, lo primero que hizo fue entender bien el plan estratégico que habían planteado los 10 hermanos Isidro Rincón dos años antes.

TE PUEDE INTERESAR

Ibervalles, socimi de la familia Isidro, compra dos edificios de oficinas a Colonial

R.U.

Fue en 2019 cuando la familia castellanoleonesa vendió Europac a DS Smith. Todos los miembros de la familia acordaron invertir 300 millones en su patrimonial, que desde ese momento ha vivido un intenso proceso de reorganización de su cartera, ya que contaba con diversas y dispares inversiones inmobiliarias, junto con otros negocios como fincas de caza o bodegas.

En diciembre de ese mismo año, adquirieron el primer activo de la nueva era: un edificio de oficinas en el distrito financiero de Lisboa, icono del tipo de activo por el que apuestan: edificios corporativos de gran calidad y bien ubicados, con potencial de revalorización mediante un proyecto de rehabilitación.

Fue en 2021 cuando, sobre estos mimbres, terminó de definirse estratégicamente la vocación de Ibervalles como vehículo especializado en oficinas clase A, justo antes de la crisis del covid. "La pandemia no ha cambiado nada, sino que ha acelerado las tendencias que ya estaban en el mercado, y si antes tener una zona de 'coworking' para todos los inquilinos del edificio o terrazas acondicionadas era un extra de valor añadido, hoy son una condición necesaria para competir", señala Javier Isidro.

Lo que sí ha cambiado la pandemia ha sido la hoja de ruta inicial de la familia castellanoleonesa, que habría preferido haberse estrenado en el parqué de la mano de uno o varios inversores institucionales, es decir, con la foto ya fija de la empresa que aspira llegar a ser. Pero todo se andará.

TE PUEDE INTERESAR

Almagro cierra con éxito su ampliación de capital de 50 millones de euros

R.U.

La cartera de Ibervalles está compuesta por 13 activos valorados en 210 millones de euros, con una superficie bruta alquilable de 61.800 metros cuadrados.

El Plan Estratégico 2022-2024, con el que se estrena en el parqué, contempla una inversión de 230 millones de euros en activos que, sumados a su 'portfolio' actual, permitirá a la socimi consolidar una cartera de 440 millones de euros. Dentro de esta cifra se engloban los cerca de 80 millones que deberá invertir en Inversa Prime para mantener el 20% a que se ha comprometido durante los próximos siete años.

En cambio, prevé desprenderse de la participación del 2,3% que tiene en Árima, venta que confía en llevar a cabo en cuanto la compañía remonte un poco en bolsa. Respecto a sus edificios de oficinas, la vocación de Ibervalles no es patrimonialista, sino que su apuesta va por el lado de rotar activos y reinvertir constantemente en seguir creciendo.

Aunque su vocación era hacerlo rápido, Isidro es consciente del cambio de ciclo en que se encuentra el mercado, lo que va a ralentizar sus planes. Estos pasan por empezar a dar entrada a institucionales en un plazo de entre seis meses y tres años, mediante ampliaciones de capital que aportarán a la compañía recursos adicionales a los citados 230 millones que van a invertir de aquí a 2024. "Nos podemos diluir hasta un 10% incluso, mientras que conserve el control de la gestión", concluye el director general.