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Errar en la construcción sale caro: un fallo en una obra puede encarecerla un 20%
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INFORME DEL PLAN RADAR

Errar en la construcción sale caro: un fallo en una obra puede encarecerla un 20%

Rectificar una obra en marcha, que los planos no especifiquen claramente la ubicación de una tubería… Son errores que pueden presentarse en una obra y salir muy caros

Foto: 'Rework' o cómo rectificar un fallo en una obra puede suponer hasta el 20% de su coste. (Foto: iStock)
'Rework' o cómo rectificar un fallo en una obra puede suponer hasta el 20% de su coste. (Foto: iStock)

Rectificar una obra en marcha, que los planos no especifiquen claramente la ubicación de una tubería o unos enchufes, planos desactualizados o la falta de coordinación entre subcontratistas... Son errores que pueden presentarse en una obra y que pueden salir muy caros a promotores y constructores y acabar repercutiendo en el precio final del proyecto.

Incluso tras haber preparado un presupuesto preciso y detallado, cuando se arranca la construcción de un edificio, existen muchos aspectos que pueden hacer que los gastos aumenten de forma inesperada. Porque, aunque los mayores costes en una empresa de construcción son los recursos humanos y los costes de material, también juegan un papel destacado las rectificaciones, algo que muchas compañías no suelen en cuenta.

Falta de comunicación, mala calidad de los materiales, mano de obra sin experiencia... pueden encarecer hasta un 20% los costes

De hecho, los fallos dentro del proceso constructivo de un proyecto suponen más del 11% del coste total para casi la mitad de los proyectos de construcción que se llevan a cabo en España, un porcentaje que puede llegar a superar el 20%. Porcentajes muy relevantes en contexto como el actual con los costes de construcción disparados desde hace varios años ya que presionan, aún más, los márgenes de promotores y constructores, que en muchas ocasiones se ven obligados a trasladar ese sobrecoste al precio final del activo, ya sea una promoción de viviendas, un centro comercial o una nave industrial.

Estos cálculos se desprenden de un estudio elaborado por PlanRadar, una de las principales plataformas digitales de construcción, inmobiliaria y gestión de instalaciones de Europa, a través de una encuesta realizada a más de 2.500 profesionales del sector en 15 países, entre ellos España, con el objetivo de conocer cuáles son las principales causas que obligan a rehacer un trabajo (lo que el informe denomina retrabajo o rework, en inglés) y cuantificar el sobrecoste que ello provoca.

Foto: El sector de la construcción alerta por la falta de profesionales. (FLC)

Pero ¿qué significa exactamente este retrabajo? Significa, por ejemplo, tener que realizar trabajo adicional en un proyecto debido a la aparición de defectos, deficiencias o cambios que han ocurrido durante el proceso de construcción desde la corrección de errores en el diseño original, pasando por la mejora de la calidad de los materiales o de los acabados defectuosos hasta la modificación de errores que hayan ocurrido a causa de un diseño con fallas.

Todo ello, como consecuencia, entre otros factores, de una comunicación mala o limitada, una planificación inadecuada o inexistente, cambios en el entorno o en el diseño de la construcción, un mal control de calidad o falta de personal cualificado.

Mano de obra sin experiencia

¿Cuáles son los principales causantes de este significativo desvío de costes? Principalmente, la falta de comunicación y colaboración con la plantilla y los stakeholders, controles de calidad inadecuados, mano de obra sin experiencia o el uso de materiales de mala calidad, entre otros.

De hecho, la falta de mano de obra es uno de los grandes problemas que arrastra el sector desde que estalló la burbuja inmobiliaria. Buena parte de los profesionales de aquella época se han reciclado en otros trabajos. Pero no solo escasea la mano de obra, sino que falta mano de obra cualificada y formada, como llevan años reconociendo desde el sector promotor.

"Cuando los trabajadores no cuentan con las habilidades, el conocimiento y la experiencia necesarios, podrían ocurrir errores y accidentes que requieran la realización de los mismos. Por ejemplo, si los trabajadores que se encuentren instalando un tejado no dominan la técnica adecuada para sellar correctamente los bordes, podría provocar filtraciones y, por consiguiente, que haya que volver a hacer el tejado", exponen como ejemplo desde Plan Radar.

Instalar una tubería en el lugar equivocado conlleva gastos adicionales para corregir el error

No obstante, la mayoría de los países encuestados no siente que esta sea la principal causa de las rectificaciones en obra. De hecho, la mayoría opina que esos errores tienen un impacto moderado en el coste total de sus proyectos. De todos los países encuestados, solo Italia cree que la falta de mano de obra cualificada tiene un impacto importante en el número de rectificaciones, mientras que Reino Unido y España creen que solo tiene un impacto menor en ese aspecto.

Los malentendidos, las malas interpretaciones y la información inadecuada también pueden conducir a errores; omisiones y errores que resultan en la necesidad de llevar a cabo estas rectificaciones. Por ejemplo, si el equipo de construcción recibe una información errónea sobre la ubicación de los sistemas mecánicos, eléctricos y de tuberías, podrían instalarse en el lugar equivocado, lo que se traduciría en un alto coste destinado a volver a realizar el trabajo.

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(Foto: iStock)

"Si los planos no especifican claramente la ubicación de una tubería, conductos eléctricos o la instalación de sistemas de climatización… los trabajadores podrían realizar la instalación incorrectamente, lo que conllevaría gastos adicionales para la promotora y la constructora al tener que corregir el error. De la misma forma, los cambios no comunicados en el diseño o las especificaciones pueden causar errores en la instalación de materiales, afectando tanto a la constructora como a los subcontratistas, quienes deben asumir estos costes de rectificación y retrasos en la obra", explica a El Confidencial Álvaro Vega, director de PlanRadar en España de PlanRadar.

"Por otro lado, la falta de actualización de los planos y la falta de coordinación entre subcontratistas también generan un impacto directo en la labor de los arquitectos e ingenieros, quienes deben resolver estos inconvenientes, revisar y ajustar los diseños, y supervisar las correcciones, lo que puede suponer un aumento en su carga de trabajo y afectar los plazos de entrega", añade.

Foto: El peso de la construcción en el PIB se hunde. (EFE/Luis Tejido)

Es decir, no hablamos solo de un sobrecoste económico, en ocasiones muy abultado, sino que también hacen perder tiempo y podrían retrasar el calendario de construcción, además tener un impacto negativo en la calidad del proyecto acabado y acabar dañando la imagen y la reputación del contratista, sin olvidar, por otro lado, que todo esto también puede conducir al desperdicio de materiales y su consiguiente impacto medioambiental. Es decir, el impacto no solo se mide en términos económicos.

Por ejemplo, el sector británico de la construcción produce unos 140 millones de toneladas de desechos al año. Alrededor de un 13% de todos los materiales sólidos entregados a las obras, es decir, unos 10 millones de toneladas, nunca se llegan a usar y la mayor parte de ellos no son reciclables.

Por otro lado, la mala comunicación y una aplicación errónea de las normas de calidad también son algunas de las principales causas del retrabajo en España y vienen dadas por varios factores. Para 6 de cada 10 profesionales del sector (61,9%) una de las principales causas de las repeticiones de trabajo se debe a una comunicación y colaboración deficiente entre los miembros de la plantilla y los accionistas de la promotora o constructora.

Retrasos en la entrega y coste reputacional

Para Álvaro Vega, esta falta de comunicación, además del sobrecoste económico, puede llegar a afectar a la seguridad y estabilidad de la estructura, "generando demoras en la obra y exponiendo a la promotora o constructora a demandas legales por parte de propietarios o usuarios finales del edificio. Y estas demandas pueden llevar a costosos litigios, dañar la reputación de las partes involucradas y requerir rectificaciones adicionales en la obra, aumentando los gastos y los retrasos en la entrega del proyecto".

En su opinión, "si toda la comunicación y documentación de la obra está bien organizada en una sola plataforma, será más fácil llegar a la causa principal del problema y en el mejor de los casos, llegar a rectificar el error antes de llegar a problemas legales".

Foto: Foto: EFE/Javier Etxezarreta.

Por otro lado, en un contexto como el actual con los costes de construcción disparados, una constructora o promotora puede caer en la tentación de reducir costes utilizando materiales de mala calidad, o de peor calidad a los inicialmente previstos, lo que a la larga podría traducirse en problemas y en la necesidad de rectificaciones, es decir, en mayores gastos. Sin olvidar, por otro lado, que unos materiales de mala calidad pueden causar defectos o fallos, lo que a su vez provoca retrasos y aumenta los costes de reemplazos.

Además, según apunta PlanRadar en su informe, unos materiales de mala calidad podrían no cumplir con las especificaciones o estándares necesarios y esto podría derivar en problemas de cumplimiento de la ley y en implicaciones legales, lo que podría suponer costes adicionales al proyecto y posibles daños a la reputación de la empresa.

Además, el uso de materiales de mala calidad podría afectar también a la calidad general del proyecto, pudiendo derivar en el descontento de los clientes lo que, a su vez, podría suponer una pérdida de negocio y de ingresos para la empresa.

Los errores impactan en la calidad del proyecto y dañan la imagen y reputación de la empresa

"A menudo, con el fin de reducir los costes se recurre a la elección de materiales de menor calidad, reducción de horas de trabajo o elección de subcontratistas con menor experiencia, con la creencia de que estas medidas ayudarán a ahorrar dinero cuando, en la mayoría de los casos, acaban suponiendo un mayor desembolso y unos mayores costes en rectificaciones en obra, que podrían llegar a suponer hasta el 20% del presupuesto de algunos proyectos", recuerda el informe.

No obstante, la mayoría de encuestados tampoco considera que la calidad de los materiales sea la causa principal de los trabajos de corrección en sus empresas en comparación con la falta de comunicación y colaboración con la plantilla y los stakeholders y la falta de controles de calidad inadecuados.

"Cuando no se aplican los estándares de calidad, se pueden escapar errores y defectos, lo que deriva en muchas ocasiones a trabajo duplicado. Si no se prueba la fuerza de la mezcla de hormigón puede implicar que haya que retirar y sustituir el hormigón más adelante", pone como ejemplo Álvaro Vega.

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(Foto: iStock)

También resulta especialmente revelador el impacto que todas las rectificaciones que se producen durante una obra afectan a la moral de los trabajadores, lo que a su vez aumenta la frustración y reduce la motivación. Si tenemos en cuenta el nivel de falta de mano de obra en el sector, esto es algo que las empresas no deberían pasar por alto puesto que afecta, una vez más, a la productividad.

Reducir el retrabajo debe ser, pues, una prioridad para las empresas del sector, especialmente con unos márgenes cada vez más ajustados en la actual coyuntura económica. Para solucionar estos sobrecostes innecesarios, la mayoría de los países encuestados por PlanRadar considera que los costes asociados con la repetición de trabajos pueden reducirse con una mejor comunicación entre todos los stakeholders así como una planificación precisa y realista, mientras que las rectificaciones de errores pueden solucionarse o mejorarse considerablemente con el uso de herramientas de comunicación y planificación digitales.

De hecho, un gran porcentaje de empresas del sector de la construcción en España tiene todavía pendiente aumentar la digitalización de su negocio y la inversión en soluciones digitales que pueden generar enormes ahorros de tiempo y dinero, incluso millones de euros al año, además de otros beneficios indirectos.

Rectificar una obra en marcha, que los planos no especifiquen claramente la ubicación de una tubería o unos enchufes, planos desactualizados o la falta de coordinación entre subcontratistas... Son errores que pueden presentarse en una obra y que pueden salir muy caros a promotores y constructores y acabar repercutiendo en el precio final del proyecto.

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