La independencia de este barrio de Vizcaya es la última victoria del PNV: "¡Esto es histórico!"

La primera piedra de Usansolo la ha colocado Agustín Aizpuru. A efectos prácticos, es casi el alcalde de esta localidad vizcaína. Lo es gracias al acuerdo entre PSOE y PNV para la investidura de Pedro Sánchez. Aunque el Gobierno central rechazó anteriormente la desanexión de este barrio de Galdakao, que quería tener un ayuntamiento propio, porque no alcanzaba —aunque por los pelos— los 5.000 habitantes, la situación ahora es bien distinta. Esta es la cifra mínima que exige la ley para constituirse como municipio. Sin embargo, cuando hubo que atar apoyos para la nueva legislatura, el PNV arrancó a los socialistas el compromiso de rebajar el umbral, pero solo será para ellos. Ningún otro pueblo en España en una situación similar podrá acogerse a la prerrogativa.

El partido de Andoni Ortuzar les exigió que garantizaran la independencia de Usansolo como requisito para ofrecer sus votos. Así quedó reflejado por escrito, y ahora la historia por la independencia parece llegar a su fin. "No termino de creérmelo, y creo que habrá que esperar a que acabe mi primer mandato para decidir si ha sido un cambio a mejor o a peor", considera Aizpuru, esbozando una sonrisa. En noviembre de 2022, las Juntas Generales de Vizcaya aprobaron la desanexión del núcleo urbano que los convertiría en el municipio número 113 de la provincia. Sin embargo, el camino no fue fácil y estaba repleto de obstáculos.

Los primeros en oponerse fueron los dirigentes de la Moncloa. Representados a través de la Abogacía del Estado, presentaron un recurso un mes después para impedir la separación. En adelante, el proceso quedó paralizado, hasta el punto de que Usansolo no pudo celebrar las elecciones municipales del 28-M al no estar constituido aún como ente propio. Sus previsiones quedaron frustradas.

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Sin embargo, llegó la aritmética parlamentaria y a Pedro Sánchez le tocó recopilar apoyos para volver a ser presidente. Aunque el camino ha sido largo, para subir el último escalón, Aizpuru se lo debe casi todo a él. Ellos tuvieron su propio rol en las negociaciones, y lograron que el PNV exigiera como requisito para investir a Sánchez que este garantizara la futura desanexión de Usansolo. Los de Andoni Ortuzar han conseguido arrancar al PSOE esta excepción a la regla para cumplir con los vecinos de este barrio en Galdakao, que tanto tiempo han insistido en convertirse en el municipio 113 de Vizcaya. Así será.

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Los siguientes pasos pueden prolongarse, por lo pronto, un año. "Nosotros [el partido de Aizpuru en el Ayuntamiento de Galdakao, Usansolo Herria] empezamos con esto hace dos años. Registramos una enmienda en el Congreso con el apoyo de PNV, Podemos y Bildu, y cuando en junio se iba a votar en las Cortes, el presidente las disolvió y convocó elecciones", recuerda, resignado, el vecino del futuro municipio.

Un regalo inesperado

Cuando vieron que el PP no iba a poder conformar Gobierno, volvieron a las andadas. "Contactamos de nuevo con todas las partes aprovechando que era la hora de buscar apoyos", reconoce. Sabía que los partidos —probaron con el PNV, Sumar y Bildu— abrían la mano cuando necesitaban de comer, y decidieron encajar su reclamación entre las exigencias de los partidos para brindar su apoyo. Al final, lo hizo el PNV, y el PSOE aceptó. "¡Es un logro histórico!", proclama su primer alcalde piloto.

Hay un precedente similar al de Usansolo. Salvando las diferencias, en Ezkio-Itsaso (Guipúzcoa) también impulsaron su propio proceso de independencia. Y durante un breve lapso de tiempo lo consiguieron, pero finalmente el Supremo anuló la desanexión de Itsaso, a unos 16 kilómetros del núcleo central de Ezkio. La gran diferencia es que Itsaso apenas tiene 150 habitantes, muy lejos de la frontera de 5.000 y a larga distancia, asimismo, de Usansolo.

PNV: "Si no iban a cumplir nuestra norma foral, había que exigir cambiar la estatal"

Este mismo martes, un día antes de echar a andar la investidura, la presidenta del PNV de Vizcaya, Itxaso Atutxa, explicó que no les había quedado más remedio que "exigir un cambio". Recordó que la provincia tiene una legislación propia que rebaja el mínimo exigido para independizarse. Sin embargo, los tribunales ya estimaron que la legislación nacional es la que prevalece.

En Galdakao se quedan sin uno de sus barrios, pero se muestran conformes. "Nosotros siempre hemos apoyado a Usansolo para ser lo que quieran ser, sin más ni menos", exponen fuentes del ayuntamiento. Ofrecen su mano para ayudar en el proceso y contribuir a que formen unas infraestructuras propias, pues ahora mismo dependen de ellos para casi todos los servicios: sanidad, administración, educación...

Objetivo: independencia

Hasta que no convoquen elecciones o estén registrados en el catálogo de municipios que gestiona el Gobierno, no habrá manera de acceder a los fondos públicos que les permitan tener recursos básicos. No temen consecuencias por la separación. Desde el Ayuntamiento de Galdaka,o añaden que antes se hizo un estudio "muy detallado" para ver cómo quedarían ambas zonas, social y económicamente, tras la desanexión. En él se concluyó, en palabras de estas mismas fuentes municipales, que ninguno de los lugares "saldría perdiendo" en cualquiera de los sentidos, y que era sensato seguir adelante. Así que se pusieron a ello, contando además con el beneplácito de sus futuros vecinos.

Desde Itsaso, observan de reojo el caso de Usansolo. Este rincón de Guipúzcoa se anexionó a Ezkio en los años setenta por dictamen del franquismo. Con la llegada de la democracia, ya en los noventa, todos estos pueblos que fueron obligados a juntarse pudieron separarse si así lo solicitaban. Todos lo hicieron, salvo dos: Ezkio-Itsaso y Bidania-Goiatz.

Ir y venir de Ezkio hasta el núcleo central de Itsaso lleva al menos 16 kilómetros, explican, más todo lo que eso conlleva. Picos de tráfico, problemas para acceder a servicios básicos, gasto extra en transporte... "No es útil, administrativamente hablando", concluyen desde el Ayuntamiento de Ezkio-Itsaso, consultados por El Confidencial. Ellos no podrán independizarse; sin embargo, Usansolo está ahora a pocos pasos de lograr su sueño frustrado.