Es noticia
El votante del PSE castiga a Urkullu por sus críticas a Sánchez y desaprueba su gestión
  1. España
  2. País Vasco
DEUSTOBARÓMETRO SOBRE EL CORONAVIRUS

El votante del PSE castiga a Urkullu por sus críticas a Sánchez y desaprueba su gestión

El electorado socialista suspende al lehendakari a la hora de rendir cuentas a la ciudadanía o en políticas para reducir la desigualdad social, y solo da un 5 en la toma de medidas eficaces

Foto: Urkullu, con gesto serio, durante una reunión de presidentes autonómicos con Pedro Sánchez por videoconferencia. (Irekia)
Urkullu, con gesto serio, durante una reunión de presidentes autonómicos con Pedro Sánchez por videoconferencia. (Irekia)

La gestión del Gobierno vasco de la crisis sanitaria del coronavirus solo es defendida en Euskadi por la base social del PNV, ya que el votante del PSE-EE, socio de gobierno de la formación nacionalista en el Ejecutivo de Vitoria, desaprueba en términos generales la actuación del gabinete de Iñigo Urkullu, según pone de manifiesto el último Deustobarómetro que realiza esta universidad y que se centra en la opinión de la ciudadanía vasca ante la pandemia. El electorado socialista otorga un suspenso en transparencia a la hora de rendir cuentas a la ciudadanía o en el desarrollo de políticas para reducir la desigualdad social y un aprobado raspado en la toma de medidas eficaces para contener el covid-19 y en la administración eficiente del dinero público (un cinco de nota en ambos casos), así como en la adecuada representación de los intereses de la población vasca (5,2).

Los votantes del PSE-EE dan una mayor nota al Gobierno de Pedro Sánchez en materia de transparencia, en la adopción de medidas eficaces para hacer frente a la expansión de la pandemia o el desarrollo de políticas encaminadas a reducir la desigualdad social durante la actual crisis sanitaria.

Foto: Urkullu, con gesto serio, durante la reunión de presidentes autonómicos de este domingo con Pedro Sánchez por videoconferencia. (Irekia)

Aunque la valoración, en su enunciado global, alude a la respuesta ofrecida ante la pandemia por el Gobierno vasco, se trata de una desaprobación a la actuación de Urkullu y de su núcleo duro de consejeros del PNV, que controlan las áreas de Sanidad, Seguridad, Desarrollo Económico o Hacienda –las que han soportado casi todo el peso de la gestión– dentro de un Ejecutivo en el que los socialistas apenas cuentan con un pequeño espacio de gestión con carteras de menor trascendencia.

Braulio Gómez, responsable del Euskobarómetro junto a María Silvestre, considera que esta disconformidad con la gestión realizada es una especie de castigo a Urkullu por sus constantes reproches y advertencias públicas a Sánchez por el “mando único” y la “recentralización” ejercida durante la gestión de la pandemia. Los numerosos “errores” y la permanente “improvisación” que achacó el lehendakari al presidente del Gobierno, y que molestó sobremanera a los dirigentes del PSE-EE, le son ahora imputados de vuelta por los votantes socialistas una vez asumidas en Ajuria Enea las responsabilidades que tanto exigía a Madrid tras esa “cogobernanza” pactada para ir de la mano en la desescalada y flexibilización del estado de alarma.

"El votante socialista se ve reflejado en el Gobierno de Sánchez y no en el de Urkullu porque, para el electorado del PSE, el Ejecutivo vasco es Urkullu"

“El votante socialista se sentía cómodo con el mando de su partido de la gestión porque se identifica más con el Gobierno de Sánchez que con el de Urkullu. Se ve reflejado en el Gobierno de Sánchez y no en el de Urkullu porque, para el electorado del PSE-EE, el Ejecutivo vasco es Urkullu”, subraya Gómez a la hora de interpretar la diferente valoración exhibida por el electorado socialista ante uno y otro Ejecutivo. A este respecto, Urkullu recibe un 4,6 de nota por parte de los votantes del PSE-EE, que califican con un 6,2 a Sánchez. Por su parte, la base social del PNV puntúa al lehendakari con un 5,9 frente al 4,4 que otorga al presidente del Gobierno.

El Deustobarómetro, basado en los resultados obtenidos en 1.004 entrevistas, se ha realizado entre el 5 y 15 de este mes de mayo, esto es, ya dentro de esa “cogobernanza” establecida entre ambos gobiernos en este tránsito a la vuelta a la “nueva normalidad” en el País Vasco. En términos generales, la ciudadanía vasca suspende la gestión del Ejecutivo vasco en cada uno de los cinco indicadores de la encuesta, con una nota media de 4,5 –el votante del PNV aprueba la gestión en todos los aspectos con una media de valoración de 5,6–. “Si se hubiera mantenido ese ‘mando único’, seguramente no se hubiera suspendido la gestión de Urkullu”, expone.

El suspenso a Urkullu llega a las puertas de las elecciones, si bien Gómez cree que la gestión de la crisis no le pasará factura: "Al menos, por esto no"

Si se atiende a personalismos, Sánchez, Urkullu y el vicepresidente del Gobierno español y líder de Podemos, Pablo Iglesias, suman prácticamente una valoración similar entre la ciudadanía vasca, con 4,2/4,1/ 4,0 respectivamente. A este respecto, destaca que el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, con un 3,2, obtiene una nota significativamente inferior a la candidata ‘abertzale’ a las elecciones, Maddalen Irirarte, que recibe una puntación de 3,9. Las aspirantes del PSE, Idoia Mendia, y Podemos, Miren Gorrotxategi, obtienen un 3,6 de valoración por su comportamiento durante la crisis del coronavirus.

El suspenso a la gestión del gabinete de Urkullu llega a las puertas de las elecciones autonómicas vascas del 12 de julio, si bien Gómez está convencido de que la gestión de la crisis sanitaria no va a pasar factura al PNV en las urnas. “Al menos, por esto no”, asevera, amparado en que los resultados de la encuesta reflejan que en la calle no se atribuyen a las instituciones públicas "responsabilidades directas" por los problemas derivados de la pandemia. “No se percibe un éxito de gestión, pero la ciudadanía se ha dado cuenta de que ningún gobierno estaba preparado para lo que iba a venir y gestionar una pandemia de estas características. Los resultados no indican un cabreo, tensionamiento, en la ciudadanía vasca”, expone.

Foto: Sánchez y Ortúzar se saludan tras el acuerdo con el PNV para facilitar su investidura. (EFE)

En el aspecto económico, la situación es “diferente” a la que se percibía en 2013 con el último año de la crisis, cuando la ciudadanía responsabilizaba de forma directa a los gobiernos de los negativos efectos, con porcentajes de hasta el 90%. Ahora, la población atribuye una “mucha menor” responsabilidad a las instituciones por las duras repercusiones a nivel económico que está provocando la crisis sanitaria, con más de 200.000 personas afectadas por ERTEs en Euskadi. “No se señala al Gobierno de la situación económica actual”, asevera.

Además, ante esta pandemia que es global, Gómez pone de manifiesto que las diferentes encuestas no evidencian “cambios masivos” de retirada de apoyo a los gobiernos en Europa, donde, en su caso, la pérdida de apoyo no es muy significativa. Es más, algunos sondeos apuntan incluso a un incremento del respaldo entre la población. Por ello, Gómez no cree que la pandemia pase factura al lehendakari, que opta a un tercer mandato en Ajuria Enea. “No hay un vínculo, una atribución de responsabilidades por la pandemia, ya que la ciudadanía entiende que no estaba preparado nadie para afrontar una situación como ésta”, incide.

Solo el 19% de la ciudadanía comparte la denuncia nacionalista de que Sánchez está aprovechando el estado de alarma para limitar el autogobierno vasco

A expensas de que hablen las urnas, los resultados del Euskobarómetro sí que dejan en evidencia al nacionalismo vasco en su acusación al Gobierno de Sánchez de que está aprovechando el estado de alarma para limitar el autogobierno vasco. Solo el 19% de los ciudadanos se suma a la denuncia sobre la actitud recentralizadora del Estado proclamada de forma insistente por el lehendakari, el PNV y EH Bildu desde que se el 14 de marzo se decretó el estado de alarma.

Las dos fuerzas nacionalistas acumulan prácticamente el 60% de los votos en Euskadi, según los resultados de las elecciones autonómicas de 2016, pero su denuncia de la recentralización y la erosión al autogobierno vasco durante la crisis sanitaria no es compartida de forma mayoritaria por su electorado. “Sus propios votantes no han sentido que se les haya quitado autogobierno”, refleja Gómez.

Foto: Otegi y Ortuzar, acompañados de la candidata 'abertzale' a lendakari, Maddalen Iriarte, juntos en el acto para celebrar el fin de ETA en mayo de 2018. (EFE)

Como tampoco es compartida la reivindicación independentista, ya que los partidarios de un estado vasco soberano apenas suponen el 14% de la población. A este respecto, solo un 5,8% de la ciudadanía considera que Euskadi será una nación en 2030, lo que supone prácticamente la mitad de la percepción que existía tras los comicios de hace cuatro años, cuando el porcentaje era del 11%. Ante la cuestión del modelo territorial, hay prácticamente igualdad entre quienes reclaman una mayor autonomía a la actual y quienes apuestan por conservar el nivel de autogobierno existente en estos momentos, al representar el 34,6% y 32,9% de la ciudadanía respectivamente.

La gestión del Gobierno vasco de la crisis sanitaria del coronavirus solo es defendida en Euskadi por la base social del PNV, ya que el votante del PSE-EE, socio de gobierno de la formación nacionalista en el Ejecutivo de Vitoria, desaprueba en términos generales la actuación del gabinete de Iñigo Urkullu, según pone de manifiesto el último Deustobarómetro que realiza esta universidad y que se centra en la opinión de la ciudadanía vasca ante la pandemia. El electorado socialista otorga un suspenso en transparencia a la hora de rendir cuentas a la ciudadanía o en el desarrollo de políticas para reducir la desigualdad social y un aprobado raspado en la toma de medidas eficaces para contener el covid-19 y en la administración eficiente del dinero público (un cinco de nota en ambos casos), así como en la adecuada representación de los intereses de la población vasca (5,2).

Iñigo Urkullu Pedro Sánchez PNV Nacionalismo
El redactor recomienda