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La solicitud de avales de autónomos y pymes vascas triplica ya el fondo de 500 millones
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La cuantía alcanza 1.400 millones en 15 días

La solicitud de avales de autónomos y pymes vascas triplica ya el fondo de 500 millones

El programa de créditos blandos impulsado por el Gobierno vasco y la SGR Elkargi supera todas las previsiones con más de 9.000 solicitudes recibidas: ya se han resuelto operaciones por 200 millones

Foto: Un obrero trabaja este martes en las obras de una calle de Bilbao con motivo del regreso de la actividad no esencial. (EFE)
Un obrero trabaja este martes en las obras de una calle de Bilbao con motivo del regreso de la actividad no esencial. (EFE)

“No podemos hacer que la economía languidezca y podamos entrar en el coma económico”. Con el coronavirus en su momento álgido, y con cada vez más voces reclamando la paralización empresarial con los primeros pasos del estado de alarma, el lehendakari Iñigo Urkullu arremetía contra ese discurso “fácil” que reclamaba el cierre de todas las empresas ante la evolución de la pandemia. “La economía va a quedar muy tocada”, advertía contra este planteamiento en una entrevista en prime time en la televisión pública vasca el domingo 22 de marzo, a las puertas de que el presidente Pedro Sánchez declarara la hibernación durante 15 días de toda la actividad empresarial no esencial entre el profundo malestar del Ejecutivo de Vitoria.

Por entonces, ante la amenaza del “apagón económico”, el Gobierno vasco anunció que ya trabajaba en un “plan de choque” para evitar que el cierre temporal que se avecinaba en el tiempo no se convirtiera en indefinido para muchas pequeñas y medianas empresas ante la imposibilidad de hacer frente a la ‘curva económica’ del coronavirus. Una de las medidas urgentes de respuesta ante los estragos del Covid-19 fue la activación de la mano de Elkargi, la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) vasca, y de una quincena de entidades financieras que operan en Euskadi de líneas de financiación con avales por importe de 500 millones de euros y con carencia en las líneas vigentes de sus socios.

Foto: Foto: iStock.

Este programa de créditos a un coste de euribor más 0% con un plazo de cinco años y una carencia de uno para atender las necesidades urgentes de liquidez y financiación de circulante de pymes y autónomos fue aprobado por el Consejo de Gobierno en su sesión del 31 de marzo y, ahora, cuando han transcurrido apenas dos semanas desde su autorización, el volumen de peticiones de estos créditos blandos evidencia que la cuantía de 500 millones va a ser a todas luces insuficiente para atender a la demanda existente. Porque, a día de hoy, la cuantía de las solicitudes presentadas supone ya el triple de la partida consignada para este fondo al superar los 1.400 millones de euros. Ya solo la industria, el motor de la economía vasca, ha reclamado importes que superan esos 500 millones de euros.

A lo largo de estas dos semanas se han recibido más de 9.000 solicitudes para tener acceso a estos créditos blandos. Así, el número de peticiones y la cuantía demandada ha superado todas las previsiones de Elkargi, que ya desde el 1 de abril está formalizando operaciones para que el dinero llegue a las empresas, algunas de las cuales presentan problemas en sus arcas para cubrir los gastos corrientes ante la virulencia del golpe que ha provocado el Covid-19. Y, de momento, Elkargi ya ha resuelto operaciones por valor de 200 millones de cara a dotar cuanto antes de músculo económico a las empresas necesitadas de financiación urgente.

Hay más de 9.000 solicitudes, de las que un tercio corresponde a autónomos por valor de 75 millones de euros: Servicios supone el 38% de las peticiones

Un tercio de las solicitudes, más de 3.000, corresponden a autónomos, que han solicitado créditos por valor superior a los 75 millones de euros en su conjunto. En cuanto al perfil de los demandantes de circulante, el sector servicios es el que presenta un mayor número de peticiones al suponer casi cuatro de cada diez solicitudes (el 38%), por delante del comercio, que concentra el 28%, y la industria, que suma el 20% de las peticiones. Por importes solicitados, la industria representa, con algo más de 500 millones de euros, el 36% del total de la cuantía reclamada, mientras que el comercio supone el 28% y el sector servicios el 26%.

La cifra de solicitudes y el volumen de los importes vienen a cargar de razón a aquellas formaciones políticas y sindicales que advirtieron de que la cuantía de 500 millones iba a resultar insuficiente para dar respuesta a las necesidades de los autónomos y, especialmente, de las pymes, que representan el 95% del tejido productivo vasco.

Foto: (iStock)

El programa está concebido para no dejar morir a aquellas empresas que se han visto de la noche a la mañana en el alambre por el impacto del coronavirus y de las medidas decretadas para frenar el avance de la patología dentro del estado de alarma decretado el 14 de marzo. Así, los préstamos dan cobertura a los proyectos empresariales de menos de 250 trabajadores que presentaban una saneada estructura antes de la irrupción de la pandemia. Esto es, esta línea blanda de crédito no alcanza a aquellas compañías que, por ejemplo, arrastraban una situación económica delicada a finales del pasado año o principios de 2020 –el límite se puede decir que está en febrero–.

Foto: Pedro Sánchez. (Reuters)

En su concepción, esta línea de financiación busca dar cobertura a los gastos fijos de estructura de las pymes y autónomos “tomando consideración su importancia en el tejido empresarial, sus implicaciones en el conjunto de la actividad productiva y su menor capacidad relativa de acceso a los mercados de financiación mayorista o a las líneas tradicionales de las entidades de crédito”, según explicó el Gobierno vasco con la aprobación de este programa. El dinero puede servir para afrontar los recibos o incluso para abonar las nóminas de los trabajadores en plena avalancha de ERTE en toda España por el cierre de empresas a consecuencia de la emergencia sanitaria.

El País Vasco acumulaba la pasada semana más de 21.000 expedientes temporales de regulación de empleo que afectaban a más de 150.000 trabajadores, según los datos de Confebask. Además, el número de empresas vascas inscritas en la Seguridad Social sufrió en marzo una caída "sin precedentes", al contabilizarse 1.768 empresas menos que en febrero, lo que sitúa el número de compañías operativas en Euskadi en un total de 57.125, según refleja el último informe de la patronal vasca sobre la evolución del tejido empresarial en la comunidad, correspondiente al mes de marzo. "Se trata de la peor evolución empresarial nunca registrada en un mes", constata,

Foto: Llegada al País Vasco de parte del medio millón de mascarillas facilitadas por el Gobierno español. (EC)

Las pymes que pueden acogerse a este programa liderado por la SGR vasca, formada por más de 15.500 socios, deben emplean a menos de 250 personas y que su volumen de negocio anual no supere los 50 millones de euros, o bien que su balance general anual no rebase los 43 millones. Entre los requisitos, igualmente, la empresa beneficiaria no se debe hallar participada directa o indirectamente en un 25% o más por otra empresa, o conjuntamente por varias de ellas que no reúna alguno de los requisitos anteriores. Por su parte, las micropymes –personas empresarias individuales– y autónomos deben estar al alta en el régimen especial de trabajadores por cuenta ajena o autónomos de la Seguridad Social y obtener rendimientos de actividades económicas o profesionales sujetas al IRPF para poder optar a estos créditos blandos.

Los autónomos y micropymes pueden solicitar cuantías de 5.000 a 100.000 euros y las pymes desde 5.000 euros hasta un millón. El tipo de interés es el 0% al ser subvencionado por el Gobierno vasco, mientras que el plazo de las operaciones de préstamo es de cinco años, con uno de carencia opcional. La periodicidad de liquidación es trimestral con cero de comisiones, lo que habilita al prestatario a cancelar o amortizar el préstamo de forma anticipada sin coste alguno.

“No podemos hacer que la economía languidezca y podamos entrar en el coma económico”. Con el coronavirus en su momento álgido, y con cada vez más voces reclamando la paralización empresarial con los primeros pasos del estado de alarma, el lehendakari Iñigo Urkullu arremetía contra ese discurso “fácil” que reclamaba el cierre de todas las empresas ante la evolución de la pandemia. “La economía va a quedar muy tocada”, advertía contra este planteamiento en una entrevista en prime time en la televisión pública vasca el domingo 22 de marzo, a las puertas de que el presidente Pedro Sánchez declarara la hibernación durante 15 días de toda la actividad empresarial no esencial entre el profundo malestar del Ejecutivo de Vitoria.

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