Euskadi prevé neutralizar la caída del empleo en un año: no habrá "un excesivo impacto"
Los efectos de la pandemia sobre el empleo, con la destrucción estimada de 17.000 puestos este año, "no será algo difícilmente soportable" si se cumplen las previsiones de crecimiento para 2021
El escenario económico que dibuja el Gobierno vasco a consecuencia del coronavirus refleja un impacto negativo en el PIB de 2020 próximo al que se dio en el peor año de la pasada crisis económica, pero también una intensa recuperación de la actividad en el ejercicio posterior que permitirá neutralizar la importante destrucción de empleo prevista este año. De hecho, el consejero vasco de Economía, Pedro Azpiazu, ha asegurado que los efectos de la pandemia a nivel del desempleo “no será algo difícilmente soportable” si se cumplen las previsiones de crecimiento para el próximo ejercicio. “Pensamos que desde el punto de vista de la tasa de paro no tendrá un excesivo impacto”, ha aseverado.
Acompañado de su equipo económico, Azpiazu ha comparecido esté sábado vía telemática para dar cuenta de la revisión de las previsiones de crecimiento en Euskadi ante la “situación extraordinaria” derivada de los efectos del coronavirus. El Gobierno vasco prevé que la contracción de la economía vasca durante este año alcance niveles cercanos a los de 2009. La estimación es de una caída del 3,6% del PIB, próxima a la del 4,1% que se registró hace una década cuando golpeó con dureza la anterior crisis.
El efecto de la actual situación de emergencia sanitaria sobre el mercado de trabajo prevé una reducción del empleo de 1,7 puntos de media anual, lo que supondrá una destrucción de 17.000 puestos de trabajo que elevará la tasa de desempleo al 11,4%. En todo caso, el Gobierno es optimista a corto plazo y trabaja con el escenario de que el efecto negativo se contrarreste ya en 2021, cuando se volvería a una tasa de paro por debajo de los dos dígitos (del 9,6%). Para ello, contempla un crecimiento del empleo en 1,6 puntos con la creación de 15.000 empleos.
Las previsiones económicas del Ejecutivo de Vitoria se fundamentan en base a un escenario de confinamiento como el vigente en la actualidad para un periodo de un mes –con el cierre de la actividad no esencial– y con una hipótesis de regreso gradual a la normalidad con un periodo de transición previo de entre 45 y 60 días. Esto es, con un escenario base en el que el encauzamiento de la actividad se produzca para finales de junio o principios de julio.
El escenario se articula en base a una recuperación en ‘u’, con una fuerte caída este año y una intensa recuperación de la actividad económica para el año siguiente, aunque a un ritmo que, en todo caso, no permitirá mitigar el conjunto de las duras consecuencias previas. El crecimiento previsto del PIB del 2,6% en 2021 dentro de este contexto de marcado optimismo no alcanzará la contracción del 3,6% prevista para la economía vasca para este año. Por ello, el Ejecutivo de Vitoria sostiene que la recuperación "no será del todo posible" hasta 2020.
Pero, a nivel de empleo, Azpiazu ha incidido en que se podrá neutralizar el impacto sobre el empleo a lo largo del próximo ejercicio. "Se trata de una crisis sin precedentes, aunque tasas de paro mucho más elevadas que las que vemos en este escenario se han producido en el pasado en situaciones de crisis económica", ha aseverado, para insistir en que se podrá recuperar el empleo perdido en 2021 si se "dan las hipótesis que estamos manejando". "Veremos cuál es la realidad. Nosotros pensamos que ésta va a ser. Si ésta es, desde el punto de vista de la tasa de paro no tiene un excesivo impacto", ha remarcado.
"Se trata de una crisis sin precedentes, pero tasas de taro mucho más elevadas se han producido en el pasado en situaciones de crisis económica"
El Gobierno vasco asegura que el crecimiento en 2021 será "mayor que el que hubiera ocurrido en circunstancias normales" debido a que esa parte del consumo y de la producción que ahora está 'embalsamada' se irá materializando a lo largo del próximo ejercicio. En todo caso, y a tenor de que habrá impactos "irreversibles" en ambos ámbitos, el Ejecutivo defiende que "todavía quedará recorrido para recuperar los niveles de 2019" durante el próximo ejercicio, según ha señalado el director de Economía y Planificación, Jordi Campàs.
A corto plazo, el impacto va a ser brutal, según se deriva del drástico recorte de las previsiones de crecimiento económico del País Vasco para este ejercicio. La última previsión, correspondiente a noviembre de 2019, apuntaba a un crecimiento del PIB del 1,9% y a un potencial incremento del empleo con 15.000 nuevos puestos de trabajo. De este modo, si se atiende al contraste entre los crecimientos esperados hace unos meses y las caídas contempladas a día de hoy, el efecto negativo será del 5,5% en el PIB –fruto de la caída del 3,6% y el no cumplimiento del 1,9% de crecimiento– y de 32.000 empleos –15.000 que se dejan de crear y 17.000 que se pierden–.
Por el lado de la demanda, la previsión es que la economía vasca asista a una caída en el consumo de los hogares de 4,4 puntos en media anual, así como a un descenso de la inversión de 4,1 puntos y la aportación de la demanda externa por una mayor caída relativa de las exportaciones. Por contra, el consumo público crece 4,6 puntos impulsado por "los estabilizadores automáticos de la economía, así como por las medidas extraordinarias de incremento de gasto público en partidas como la sanidad y como consecuencia de las medidas implantadas para mitigar los efectos del confinamiento".
De cara a mitigar los efectos sobre la economía, Azpiazu ha puesto en valor que el Gobierno dispone de unas "cuentas saneadas" consecuencia del margen que brinda el "proceso de consolidación fiscal llevado a cabo con éxito en los tres últimos años". De este modo, el escenario con el que trabaja el Gobierno vasco de un mes de confinamiento y una recuperación progresiva de la actividad "podrá ser gestionado a lo largo de la mayor parte del ejercicio dentro del límite de endeudamiento", que asciende a 858 millones de euros.
Euskadi tiene unas "cuentas saneadas", por lo que el escenario previsto podrá ser gestionado en buena parte de 2020 "dentro del limite de endeudamiento"
El primer paso, según resalta el equipo económico del Ejecutivo de Vitoria, ya se ha dado con la emisión del bono sostenible por 500 millones y que ha sido "realizada exitosamente por la elevada solvencia" del Gobierno. Además, durante este mes prevé cerrar una operación con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) por valor de 140 millones. Ambas actuaciones serán susceptibles de ser contempladas hasta el límite del endeudamiento, bien con préstamos o emisiones privadas a largo plazo de menor importe. En todo caso, de ir a un escenario "significativamente peor", con una caída del PIB superior a la prevista en la actualidad, Euskadi tendría que recurrir a elevar "de forma sustancial" el techo de deuda, según asume el Ejecutivo.
El escenario económico que dibuja el Gobierno vasco a consecuencia del coronavirus refleja un impacto negativo en el PIB de 2020 próximo al que se dio en el peor año de la pasada crisis económica, pero también una intensa recuperación de la actividad en el ejercicio posterior que permitirá neutralizar la importante destrucción de empleo prevista este año. De hecho, el consejero vasco de Economía, Pedro Azpiazu, ha asegurado que los efectos de la pandemia a nivel del desempleo “no será algo difícilmente soportable” si se cumplen las previsiones de crecimiento para el próximo ejercicio. “Pensamos que desde el punto de vista de la tasa de paro no tendrá un excesivo impacto”, ha aseverado.