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El PP intenta evitar otra debacle y busca en Laguardia el escaño que perdió por 362 votos
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HAY "HARTAZGO" CIUDADANO ANTE OTRAS GENERALES

El PP intenta evitar otra debacle y busca en Laguardia el escaño que perdió por 362 votos

Los populares van a volcarse en este enclave para neutralizar la ventaja de 362 votos en beneficio de EH Bildu el 28-A: para ello, deben hacer frente a la desmotivación ciudadana existente

Foto: Alfonso Alonso, Mari Mar Blanco, Iñaki Oyarzábal y cargos del PP de Álava, este martes en el acto de campaña de Laguardia. (J. M. A.)
Alfonso Alonso, Mari Mar Blanco, Iñaki Oyarzábal y cargos del PP de Álava, este martes en el acto de campaña de Laguardia. (J. M. A.)

"Mira, va a haber algo de música". Lo que Joseba percibe como el montaje de cara a un concierto en los soportales de la plaza Mayor de Laguardia (Álava), junto a la entrada del ayuntamiento, son en realidad los preparativos del acto de campaña del PP con la candidata al Congreso por este territorio, Mari Mar Blanco, y el presidente de los populares vascos,Alfonso Alonso, de cara a las elecciones generales del domingo. "¡Hostias! Es verdad, que ahora hay elecciones", exclama con naturalidad para tratar de justificarse ante su mujer al ser informado de su error -aunque, para ser precisos, al final no hay ni música ni política porque la lluvia y la escasa presencia de medios de comunicación lleva al PP a organizar un acto más sencillo, un 'canutazo' como se dice en el argot periodístico-.

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Su equivocación puede resultar un significativo ejemplo de la desconexión de la ciudadanía con la nueva cita con las urnas. Pero, como bien se deja constancia, no se trata de algo específico de la capital del vino de la Rioja Alavesa. "Esto ocurre en todos los lados", vuelve a justificarse Joseba para restar importancia a su fallo de 'concepto'. Al final, todo es cuestión de interpretación. Por ejemplo, lo que para unos es una desconexión ante la política (o los políticos, más bien), otros lo llaman directamente por su nombre: hartazgo, malestar, indignación, enfado, cabreo...

Resulta curiosa la variedad de palabras y expresiones a las que recurren los vecinos de este municipio de 1.500 habitantes para evidenciar su protesta por la repetición de unas elecciones generales poco más de medio año después. "Pero como en cualquier lado". La máxima de Joseba es asumida por todos, hasta por la clase política, que sin micrófonos por delante admite que ya está deseando que acabe la campaña, ya de por sí especialmente corta para la ocasión, cuando apenas acaba de dar sus primeros pasos.

Foto: Un cartel a la entrada del casco histórico de Laguardia da la bienvenida a uno de los pueblos más bonitos de España. (J. M. A.)

Nada en Laguardia invita a pensar que el domingo hay unas nuevas elecciones. Ni en el ambiente ni en la calle. Porque hasta la propia propaganda electoralha presentado su renuncia, ya que no se vislumbra ningún cartel de los partidos de cara al 10-N, a no ser que estén escondidos por 'vergüenza' en alguna zona de poco tránsito. "¿Qué esperas?". "¿Te extraña?". "¿Para qué vamos a ir a votar?"... Las respuestas de los vecinos casi siempre llegan en forma de pregunta. Es una evidencia más de un "hartazgo generalizado" que se nota en las calles a todos los niveles y que asumen los políticos. "Estamos todos hartos", se sincera un alto cargo del PP de Álava. "No oculto que existe un fuerte hartazgo entre la ciudadanía", corrobora un dirigente de Rioja Alavesa.

Por ello, y si se habla de evidencias, ahí está la significativa presencia de la caravana del PP este martes en Laguardia. Porque es en la Rioja Alavesa donde los populares vascos fían buena parte de sus posibilidades de recuperar el escaño perdido por Álava en las elecciones del pasado 28 de abril, donde el partido se dio un batacazo histórico al quedarse por primera vez sin representación en el Congreso en democracia tras perder los dos escaños en la Cámara Baja, tanto por este territorio como por Vizcaya.

Las encuestas internas del PP son optimistas y apuntan a la recuperación del escaño perdido en Álava y con posibilidades de lograr el de Vizcaya

El PP, con el hoy senador por Segovia Javier Maroto, perdió el cuarto y último escaño en juego por Álava en beneficio de EH Bildu por 362 votos de diferencia (24.747 frente a 24.385). En el que fue un batacazo electoral sin precedentes, Laguardia se convirtió en la 'aldea gala' del PP, donde los populares resistieron y se mantuvieron como primera fuerza dentro de la debacle generalizada. Por ello, el PP aspira a que la considerada Milla de Oro del vino abandere el descorche del ansiado escaño por este territorio tras la fatídica añada de hace medio año. "Tenemos que volcarnos en esta zona", subraya la cúpula del PP alavés consciente de la trascendencia de esta plaza, más allá de la importante plaza, claro está, de Vitoria.

placeholder Alonso, Blanco y otros cargos del PP brindan en Laguardia por unos buenos resultados el 10-N. (J. M. A.)
Alonso, Blanco y otros cargos del PP brindan en Laguardia por unos buenos resultados el 10-N. (J. M. A.)

Las perspectivas son optimistas y los populares confían en arañar en Rioja Alavesa los 362 votos que les separaron de EH Bildu el 28-A. Las encuestas internas del PP auguran este mordisco a la antigua Batasuna en esta zona, con crecimientos exponenciales no solo en sus tradicionales núcleos, sino en localidades hasta ahora inexpugnables. La última cita electoral, las municipales del 26 de mayo, dieron la victoria al PP en Laguardia, Labastida, Navaridas y Baños de Ebro, si bien los populares solo gobiernan en los dos últimos municipios, de apenas 209 y 286 habitantes respectivamente, después de que la unión de las fuerzas nacionalistas les arrebatara el poder en los dos núcleos poblacionales más importantes de este enclave vinícola.

Junto a la recuperación del escaño por Álava, los sondeos internos apuntan a la posibilidad igualmente de recuperar el asiento por Vizcaya. "Es difícil, pero va a estar peleado", apuntan. Pero, frente a estas esperanzadoras previsiones, hay encuestas exteriores que les dejan a cero, como la que elabora el Gobierno vasco, que vuelve a dejar sin representación a los populares. Por ello, toca arrebato. La clave, coinciden en las filas del PP, está en lograr la movilización dentro de un contexto generalizado de desmotivación. Y en este terreno de juego, a priori, la percepción del PP es que parte con ventaja. "Percibimos más desencanto entre el votante de izquierdas que en el nuestro", sostiene Daniel García, el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Labastida. "Es cierto que la ciudadanía está mosqueada, harta, pero las encuestas nos dan la oportunidad de recuperar el escaño y esta circunstancia está animando a nuestra gente a ir a votar", remarca.

Foto: Alfonso Alonso y Mari Mar Blanco se saludan. (EF)

Él no duda en recuperar la desventaja con respecto a EH Bildu en esta zona. Para ello, alude al "trabajo de campo", a ir a buscar el voto puerta a puerta, boca a boca, más allá de los actos de campaña. Lo dice por experiencia. Contra pronóstico, este joven economista se impuso al PNV en las elecciones municipales en esta localidad de 1.445 habitantes en la que fue su primera experiencia en las urnas a sus 22 años gracias a su campaña de ir a "buscar cada uno de los votos". "No nos fue mal", asevera. Si sorprendente fue su campaña, no lo fue menos el acuerdo que ofreció a EH Bildu para formar parte del Gobierno municipal que incluía dos concejalías -Euskera y Deporte- para facilitar su investidura como alcalde en previsión de un posible pacto de la izquierda 'abertzale' con el PNV que le dejara fuera del poder, y por lo que fue desautorizado por la dirección del PP vasco.

En Labastida, situado a apenas 20 kilómetros de Laguardia, tampoco hay demasiado entusiasmo por las urnas. Aquí sí hay carteles, pero como si no los hubiera, porque el tablón dedicado a los espacios electorales situado en pleno centro, junto al ayuntamiento, da más bien vergüenza. Dos carteles del PSOE con el rostro de Pedro Sánchez, uno de ellos doblado que lucha por sobrevivir ante los efectos del fuerte viento y la lluvia, y varias instantáneas del aspirante de EH Bildu, Iñaki Ruiz de Pinedo, algunas de ellas arrancadas, luchan por hacerse perceptibles en un espacio maltratado a nivel visual. La batalla se presenta en otros campos. "Estoy convencido de que vamos a volver a sacar la cabeza", afirma García, convencido de que se va a recortar la distancia con EH Bildu ya solo en Rioja Alavesa "si logramos movilizar al ciudadano". En este municipio, el PNV se impuso por apenas diez votos el 28-A al PP, que obtuvo 51 votos más que la coalición 'abertzale'.

placeholder Carteles electorales de Bildu en Labastida, algunos de ellos arrancados. (J. M. A.)
Carteles electorales de Bildu en Labastida, algunos de ellos arrancados. (J. M. A.)

Menos entusiasmo, al menos en términos de implicación, desprende el que fuera alcalde del PP en Laguardia la pasada legislatura, Pedro León, que ha abandonado la política para regresar a su "pasión" de la bodega tras dejar al municipio con "los mejores datos de su historia". Él ha decidido tomar distancia y asumir un "rol discreto", hasta cierto punto "distante", en estos primeros meses. Tanto que ha decidido votar por correo para, incluso, eludir la posibilidad de que el azar le situara en la mesa electoral. "No aparezco por el colegio ni a heredar", sentencia de forma elocuente, quien ve "fatiga" y "cansancio" electoral entre los vecinos. En su caso, como bien enfatiza, ya se "comió dos elecciones extras" durante su mandato.

Sí acudirá al colegio, muy "a su pesar", el propietario de un establecimiento hostelero, que tiene muy en mente las elecciones por haber sido designado miembro de la mesa electoral. Escupe continuas quejas y palabrotas porque todos los intentos de librarse de esta asignación están siendo en vano. Cualquier alternativa que idea recibe un 'no' rotundo. Aunque no renuncia en su intento, tiene más que asumido que el domingo va a tener que dejar el restaurante y contratar a una persona por participar en la fiesta de la democracia. "Voy a tener que pasar el día allí en vez de ocuparme de mi negocio", clama tras un nuevo intento infructuoso en el ayuntamiento.

placeholder Los dos carteles del PSOE, uno de ellos doblado, en el tablón de propaganda electoral del centro de Labastida. (J. M. A.)
Los dos carteles del PSOE, uno de ellos doblado, en el tablón de propaganda electoral del centro de Labastida. (J. M. A.)

Su protesta se alimenta con el gran movimiento de turistas de esta época del año, con el cartel de completo en casi todos los fines de semana. "No cabemos en el pueblo", esgrime una joven. La elevada afluencia de visitantes está más presente en las conversaciones que el debate entre los candidatos de las cinco primeras fuerzas de la pasada noche, que no hace ni acto de presencia en los diálogos a pie de calle a no ser que se interpele por esta cuestión. "Lo tuve que quitar porque me puse de mala leche. Son todos unos sinvergüenzas. Solo les mueve el enfrentamiento personal y no el bien común", protesta un vecino que tiene decidido no ir a votar.

Es el discurso contra el que lucha el PP, que considera que "cada voto en Rioja Alavesa es importantísimo" para olvidar el 28-A, y más con la división del voto de la derecha. A este respecto, la vía que había abierto a la esperanza la previsible caída de Ciudadanos parece más estrecha ahora tras el vaticinado crecimiento en los últimos días de Vox, y del que no son ajenos en las filas de los populares vascos, que ven con "preocupación" este ascenso. "Tenemos que unir el voto centrado y moderado en torno al PP. Si unimos el voto en Álava, pierde EH Bildu", asevera Mari Mar Blanco de forma elocuente en su acto de campaña, que ha reunido a los diferentes cargos de la zona, entre ellos su presidente en el territorio, Iñaki Oyarzábal.

"No nos tenemos que resignar. Tenemos que salir a la calle y acudir a las urnas con la idea de que se puede ganar si concentramos el voto", enfatiza Alfonso Alonso. De momento, en los prolegómenos de la cita con las urnas, los vecinos prefieren quedarse en casa ante un día desapacible de viento y lluvia que se puede prolongar hasta el domingo, según las previsiones climatológicas. "No vendo nada", se queja mientras recoge el tenderete el dueño de un puesto del mercadillo, a quien las elecciones le "importan un bledo". "Como a muchos otros ciudadanos", afirmaría de nuevo Joseba.

"Mira, va a haber algo de música". Lo que Joseba percibe como el montaje de cara a un concierto en los soportales de la plaza Mayor de Laguardia (Álava), junto a la entrada del ayuntamiento, son en realidad los preparativos del acto de campaña del PP con la candidata al Congreso por este territorio, Mari Mar Blanco, y el presidente de los populares vascos,Alfonso Alonso, de cara a las elecciones generales del domingo. "¡Hostias! Es verdad, que ahora hay elecciones", exclama con naturalidad para tratar de justificarse ante su mujer al ser informado de su error -aunque, para ser precisos, al final no hay ni música ni política porque la lluvia y la escasa presencia de medios de comunicación lleva al PP a organizar un acto más sencillo, un 'canutazo' como se dice en el argot periodístico-.

Mari Mar Blanco Javier Maroto
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