La exposición itinerante que repasa la Movida a través de algunos de sus mejores fotógrafos

Pablo Sycet recuerda como si hubiera pasado ayer muchos de los momentos más emblemáticos del Madrid de los ochenta. El artista onubense, una de las mentes más lúcidas de su generación, también ágil comisario e importante grafista, es el encargado de mostrar, a través de parte de su colección, los principales momentos que la Movida tuvo a bien vivir.

"He sido coleccionista compulsivo e inconsciente", revela Sycet, también encargado de exposiciones como El papel de la Movida: Arte sobre papel en el Madrid de los 80, hace una década en el desaparecido Museo ABC. Sus 4.000 obras, ahora atesoradas por la Fundación Olontia, la encargada de distribuir y dar buen uso de ellas, como en una de las próximas muestras dedicadas a Jaime Gil de Biedma en Grecia, son las que nutren este recorrido vibrante por parte de la historia cultural madrileña.

La Movida y mucho más

"Pese a estar dedicada a la fotografía generada por la Movida —y, por tanto, centrada en sus protagonistas—, esta exposición tiene la ambición de ir más allá y recoge también la obra de otros fotógrafos madrileños que coexistieron temporalmente con este fenómeno social y artístico, pero que no tuvieron conexión con él por razones generacionales o, simplemente, de enfoque y temáticas", revela Sycet, que también pone foco en figuras tangenciales de aquel momento.

Es el caso de nombres como el de Marisa González o Antonio Zafra, el fotógrafo de la Galeria Vijande que inmortalizó la visita de Andy Warhol a Madrid. Aquella rueda de prensa es mostrada y retratada en esta exposición, La fotografía madrileña en tiempos de la Movida, "además, son fotos autografiadas por Warhol".

Fotógrafos y tesoros

El papel de Sycet como diseñador de portadas le permitió relacionarse con nombres imprescindibles de la fotografía madrileña: "Practicamente, tenía relación con casi todos: Alberto García Alix, Miguel Trillo, Pablo Pérez-Mínguez, Jaime Gorospe...", rememora.

Hay una fotografía bastante rara de Ouka Lele, realizada por Nines Domínguez, que nunca estuvo en ese círculo cerrado de pintores figurativos o fotógrafos callejeros, pero que sí inmortalizó a muchos personajes y se especializó en retratos de salón. "Contacté con ella, con la que ya tenía relación por otra exposición que comisariaba, Espejos del alma. El retrato fotográfico en la España de nuestros días, y me ofreció este retrato, que además es la imagen de la exposición, a modo de homenaje a ella".

Ouka Lele está presente con una copia especial y rara que hizo para la feria flecha, en el año 2005. Es una fotografía de grandes dimensiones impresa en tela y no en papel como solía ser habitual. Es rara, grande impreso sobre tela, no papel.

Carteles y revistas

"La proliferación de una nueva prensa cambió totalmente la correlación de fuerzas entre los medios y, puesto que esas cabeceras alternativas apostaron por opciones más visuales, publicando muchas de las imágenes captadas por estos fotógrafos que ejercían de cronistas de la Movida", continúa explicando Sycet.

En las paredes de la exposición hay carteles Nacha Pop que son reliquias, impresos en un solo papel, que en ese momento era muy raro, ya que las artes gráficas todavía no habían llegado al punto de sofisticación que conocemos hoy en día. También se pueden ver carteles de galerías con fotografías de Eduardo Momeñe o Jaime Gorospe, jóvenes que ya despuntaban y que muestran la diversidad de formatos que podía disfrutarse en las calles madrileñas

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"La exposición se complementa con una amplia selección de esas publicaciones para explicitar la importancia del papel –y, de paso, del trabajo analógico– y mostrar los tesoros sin los que no hubiera sido posible el mundo que conocemos, revistas y fanzines que se hermanan en el tiempo con la cartelería callejera de la época, también representada en esta muestra por la notable presencia fotográfica en esos carteles que ahora regresan para encontrar su sitio en nuestra memoria", destaca Sycet.

Quico Rivas como punto de unión

En estos días, con Sycet como conector de mundos y disciplinas, también se puede ver otra muestra comisariada por él. Es en la galería Guillermo de Osma, que presenta un trabajo de documentación con cuarenta obras del escritor, comisario y crítico de arte Quico Rivas. Hombre fundamental para entender todo aquel Madrid de la Movida, compañero inseparable durante unos años de Juan Manuel Bonet, con quien montó el Equipo Múltiple.

"Esta postrera colección de pinturas y collages que bien podría verse como su colección particular, la selección final de aquellas obras que decidió dejar fuera del mercado y reservar para sí mismo, como fiel infantería de formas y colores en lucha con las memorias de su porvenir, creo que tiene algo de testamento creativo de quien seguía pensando que algún año de estos tendría que sentar la cabeza", concluye Sicet