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Cuando Alaska y Los Pegamoides finiquitaron los conciertos de la Movida en el corazón de Valencia
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un histórico de la promoción musical

Cuando Alaska y Los Pegamoides finiquitaron los conciertos de la Movida en el corazón de Valencia

Entre 1975 y 1982, el músico Toni Pep Rodríguez renovó la música valenciana produciendo los debuts de Al Tall y Joan Monleón. Fue el promotor que acercó la Movida al Nou Café Concert hasta que un concierto de Alaska liquidó el proyecto

Foto: Nou Café Concert, en Valencia. (Cedida)
Nou Café Concert, en Valencia. (Cedida)

La primera medida cultural del nuevo Ayuntamiento de Torrent, gobernado por PP y Vox, ha sido retirar el nombre del musicólogo valenciano Vicent Torrent al auditorio de la localidad. El fundador del grupo de folk Al Tall, a mitad de los años 70, es uno de los recuperadores de la música tradicional valenciana más relevantes del siglo XX y debería ser un nombre de consenso en el patrimonio cultural de la comunidad. Precisamente, en la casa de Toni Pep Rodríguez, el grupo de Torrent, Miralles, Gil y Lledó fue bautizado como Al Tall.

placeholder Toni Pep en un ensayo de Al Tall, en 1974. (Antoni Rubert)
Toni Pep en un ensayo de Al Tall, en 1974. (Antoni Rubert)

Toni Pep Rodríguez (Valencia, 1950) empezó a tocar el piano a los cuatro años de edad. Se formó como pianista en el conservatorio, en el círculo de los maestros Leopoldo Magenti y Daniel de Nueda, y en su primera juventud tocó junto a Els 4Z, Nino Bravo y Bruno Lomas. El día que murió Franco, un 20 de noviembre de 1975, fundó la promotora musical La Taba, una de las primeras iniciativas valencianas que podría considerarse como incipiente industria musical autóctona: “Antes había trabajado como obrero en el almacén del mítico sello musical Edigsa, en Barcelona, y ese contacto sirvió para enlazar a los renovadores de la música folk valenciana con la industria”.

En 1975 no existían sellos ni estudios de grabación en Valencia. En una reunión en casa de Toni Pep nació Al Tall. “Vicent Torrent, Manolo Miralles, Manolo Lledó y Miquel Gil decidieron bautizarse como Al Tall, descartando llamarse con sus apellidos, al estilo Crosby, Stills, Nash & Young, que era su idea inicial”, recuerda Rodríguez, “fui el productor de aquel debut, grabado en Edigsa, y busqué a los músicos de estudio profesionales para acompañar al grupo. Al Tall eran compositores pero aún no poseían la técnica adecuada”.

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La compañía discográfica barcelonesa se comprometió a publicar seis discos más con otros artistas valencianos como Cuixa, Els Pavesos, El Sifoner, Valldecabres, Ximo Pere & Cia y Humo, pero no cumplieron su acuerdo. “Al Tall siguió con Edigsa, y me llevé al resto al sello Movieplay, de Moncho Alpuente, en Madrid. Els Pavesos de Joan Monleón y Lluís El Sifoner vendieron 450.000 y 300.000 casetes y discos, respectivamente. Una barbaridad a finales de los setenta”, incide el veterano promotor.

En 1976, Toni Pep fundó el Café Concert, en la calle Marqués de Caro del barrio de El Carmen. Pese a que su primera intención fue ser un local de ensayo, funcióno como bar cultural para recitales poéticos y como sala de conciertos hasta 1979, y por allí pasó toda la intelectualidad política valenciana de la época y artistas como Toti Soler, Pepe Rubianes, Jordi Sabatés, Al Tall o el cubano Carlos Puebla. “Aquello acabó cuando la Brigada Policial 26 entró a saco en El Carmen y empezó la degradación del centro histórico. La drogadicción y la delincuencia se apropiaron del barrio. Cerré el café y encontré un local en la calle Maestro Gozalbo. Después me enteré que un miembro de la 26 abrió un nuevo negocio en ese bajo”, comenta el pianista. Lo que fue la discoteca Oggi se convirtió en el Nou Café Concert, el centro neurálgico musical por donde pasarían los músicos de la Movida.

placeholder Seguridad Social, en la época punk del Nou Café Concert. (Cedida)
Seguridad Social, en la época punk del Nou Café Concert. (Cedida)

Entre 1979 y 1982, Nou Café Concert (NCC) cristalizó como el lugar imprescindible de las bandas nacionales y locales más representativas de los nuevos sonidos juveniles. “Cuando iniciamos la reforma del falso techo de la antigua Oggi aparecieron centenares de jeringuillas. Así era la Valencia de 1979. Montamos un escenario, añadimos un piano de cola y empezamos a programar. Yo era amigo de Moncho Alpuente y los hermanos Mariné, responsables de la distribuidora musical Pancoca, lo que me permitió acercar al NCC a los grupos madrileños y gallegos de la Movida”, rememora Toni Pep. Siniestro Total, Golpes Bajos, Alaska y Los Pegamoides, Pistones, Aviadro Dro, Parálisis Permanente o Derribos Arias, tocaron por primera vez en el corazón de Valencia.

Aquel local entre Ruzafa y el Ensache fue punto de encuentro para las tribus de punks, rockers y mods de la Valencia de la Transición. También dinamizó la escena local dando su oportunidad a grupos como Seguridad Social, Interterror, Sade, Cómplices, Betty Troupé, Scooters, Comité Cisne o Blue Moon, entre muchos otros. “El concierto de Parálisis Permanente fue el mejor que hice, sin ninguna duda. Eduardo Benavente era hijo del dueño del Hotel Bristol Valencia. Tuve que mover cielo y tierra para conseguir lo que pedía o no salía del hotel, pero yo tenía amigos hasta en el infierno. El sonido aquella noche fue rotundo, Pepe Sena, el irreemplazable técnico de sonido valenciano, consiguió 4.000 vatios para un cuadrilátero de 300 metros cuadrados”, expone el músico.

placeholder Aviador Dro, en NCC 1982. (José Beltrán)
Aviador Dro, en NCC 1982. (José Beltrán)

El pionero de la industria valenciana reconoce que los gallegos Siniestro Total siempre fueron sus predilectos en el trato personal y que fraguó una buena amistad con Germán Coppini, “pasaron por aquí tres veces y durante uno de los conciertos, Julián Hernández, que era batería, entre canción y canción escuchaba un transistor para saber cómo iba el Celta de Vigo, que jugaba a la misma hora del bolo. Le escuchamos gritar los goles”.

En una ciudad aún sin auditorios acondicionados para atraer a los grandes nombres (Pachá abrió sus puertas en diciembre de 1983), Toni Pep se atrevió a producir los conciertos de James Brown, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, en el Bony de Torrent. “Siempre fui un mejor promotor cultural que empresario de eventos, aunque ningún concierto de NCC fue deficitario hasta que llegó la hecatombe con Alaska y Los Pegamoides. Aquello fue un desastre. Los punkis valencianos no la querían y el público normal tampoco acudió. Vendimos 23 entradas y tocó pagarles 250.000 pesetas. No perdonaron un duro. Ella volvió a Madrid, pero aquí se quedó Nacho Canut a las dos sesiones nocturnas de baile del fin de semana hasta que recogimos la recaudación. El presupuesto planificado para actuaciones del Nou Café Concert terminó aquella noche de 1982. Alaska y Los Pegamoides vaciaron la caja del Nou Café Concert de Valencia. Ahí acabaron nuestros conciertos”, concluye el promotor valenciano.

La primera medida cultural del nuevo Ayuntamiento de Torrent, gobernado por PP y Vox, ha sido retirar el nombre del musicólogo valenciano Vicent Torrent al auditorio de la localidad. El fundador del grupo de folk Al Tall, a mitad de los años 70, es uno de los recuperadores de la música tradicional valenciana más relevantes del siglo XX y debería ser un nombre de consenso en el patrimonio cultural de la comunidad. Precisamente, en la casa de Toni Pep Rodríguez, el grupo de Torrent, Miralles, Gil y Lledó fue bautizado como Al Tall.

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