Almeida destaca ahora la lucha contra la polución como su bandera frente a Vox y la izquierda

José Luis Martínez-Almeida ha dejado claro en las primeras 48 horas de actividad política del año cuál será su bandera de cara a las elecciones municipales del 28 de mayo. Sin presupuestos ni las rebajas de impuestos prometidas para el final de la legislatura, el alcalde de Madrid destaca ahora la lucha contra la contaminación como el gran estandarte de su gestión frente a Vox y la izquierda. Un discurso compartido con su socia de gobierno y más que probable rival en la carrera a las urnas, Begoña Villacís, que también aprovecha esta coyuntura para ensalzar su labor en Cibeles.

El dirigente popular inauguró 2023 con una rueda de prensa este lunes para detallar los buenos datos de polución en el último ejercicio, los únicos hasta la fecha que han cumplido con la normativa europea de calidad del aire. Un día después, el Ayuntamiento de Madrid anunció una campaña informativa para poner en valor este trabajo, con propaganda en los mupis y marquesinas de la ciudad, grandes centros comerciales y medios de comunicación. Casi en paralelo, Almeida volvió a sacar pecho ante la oposición de Más Madrid y el PSOE. "Hemos demostrado que la bandera medioambiental no es suya, no es exclusiva de la izquierda, sino que es de aquellos que somos capaces de poner en marcha medidas eficaces y adecuadas que la compatibilizan con el desarrollo económico de una ciudad", declaró.

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La contaminación es uno de los temas centrales de la política madrileña desde hace años. Durante el mandato de Manuela Carmena (2015-2019), de hecho, fue uno de los principales argumentos de Almeida y Villacís contra Ahora Madrid, la extinta marca municipal de Podemos. Especialmente ruidosa fue la oposición a la aplicación del protocolo de calidad del aire, que llegó a restringir la circulación de vehículos en función de su matrícula, y la implantación de Madrid Central. Tanto, que la llegada del nuevo Gobierno trajo consigo una moratoria de las multas en la zona de bajas emisiones que de facto suponía acabar con las limitaciones de tráfico. Así lo entendieron los tribunales, que ordenaron revocar esta orden. Aunque todo se desarrolló en apenas unas semanas, tras el cambio de mandato, el nuevo alcalde ya había sufrido su primera manifestación multitudinaria, con miles de personas en la calle para defender Madrid Central.

Este éxito ha inflado las velas del equipo de José Luis Martínez-Almeida a cinco meses de las elecciones, con un argumento de peso que revaloriza su trabajo en los últimos cuatro años. La legislatura ha sido de todo menos sencilla para el dirigente popular. A las rencillas habituales de un Gobierno de coalición, agravadas por la presencia de Vox como apoyo externo, se suman la pandemia del covid-19 y los escándalos que salpicaron al Ayuntamiento de Madrid, como la trama de espionaje al hermano de Isabel Díaz Ayuso y la presunta estafa por la compra de mascarillas a través de los comisionistas Luis Medina y Alberto Luceño. Porque la estrategia en torno a la polución también trata de dejar atrás el estigma que ha acompañado al alcalde durante buena parte de su mandato, acusado de descuidar la gestión de la ciudad. Sobre todo cuando compaginó el cargo con el de la portavocía del Partido Popular y el día a día en Cibeles se diluyó en las peleas de Génova.

"La bandera medioambiental no es de la izquierda, sino de aquellos que ponemos en marcha medidas eficaces"

Lo visto estos días de 2023 advierte de cuál será la línea a seguir ante la izquierda en la próxima campaña, pero también contra Vox, inmerso en una crítica en bucle a Almeida por no acabar con las restricciones de tráfico en la capital. El PP echará el resto para ensalzar su gestión en este tema, pese al discurso crítico con las prohibiciones de circulación de años atrás. El ejemplo más evidente es la campaña Madrid por fin respira, anunciada este martes, que incluye información sobre el cumplimiento de la normativa y agradece a los madrileños su implicación con las medidas de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360. Esta se desarrollará en los mupis y marquesinas, en las pantallas de Callao, la Fnac, El Corte Inglés y Plaza Río, y en anuncios de radio, medios digitales y redes sociales.

Pulso con Villacís

Las palabras de Almeida, convencido de haber arrebatado una bandera fundamental a Más Madrid, esconden también un pulso soterrado con Begoña Villacís para reivindicar la autoría de estas medidas. La vicealcaldesa no dudó en reclamar su responsabilidad en los datos obtenidos, aunque la concejalía encargada está controlada por Borja Carabante, amigo personal del regidor y uno de los concejales de su máxima confianza.

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La todavía líder de Ciudadanos en Madrid presumió del mismo triunfo con una crítica velada a Vox y al PP por su intención de suspender Madrid Central en 2019. "Madrid no podía ser la primera ciudad en echar atrás una zona de bajas emisiones. Fue nuestra condición principal para gobernar y en menos de cuatro años logramos que nuestra ciudad cumpla los estándares europeos de calidad del aire. Madrid, limpia y moderna; la vanguardia de España", dijo Villacís en redes sociales este lunes. Solo 24 horas después hizo lo propio a través de mismo canal con un vídeo del ayuntamiento que destaca el trabajo para las próximas generaciones: "Un Madrid que emociona, que une, más humano, más verde y habitable". Sin confirmar aún si volverá a presentarse en las elecciones del 28 de mayo, desde hace meses repite que el mayor aval para repetir en los comicios es la labor realizada hasta la fecha.

Paradojas de la política, Almeida inició su mandato con una marcha popular por la contaminación y lo acabará con los mejores datos de la historia, ajustándose por primera vez a la directiva europea de calidad de aire, vigente desde 2008, y con mejores resultados que Carmena. La capital incumplió entre 2010 y 2021 las emisiones máximas de dióxido de nitrógeno (NO2) al año, establecidas en 40 microgramos por metro cúbico. Según los datos del Área de Medio Ambiente y Movilidad, que dirige Borja Carabante, en 2020 y en 2021 solo hubo una estación que superó este valor, la de plaza Elíptica, que en 2022 quedó ligeramente por debajo. Así, a tenor de estos registros, la media en los 24 medidores que configuran la red madrileña fue de 28,29 microgramos, más de un 20% menos que cuatro años antes.