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Villacís busca marcar perfil propio para sobrevivir al naufragio de Ciudadanos
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LAS BATALLAS DE LA VICEALCALDESA

Villacís busca marcar perfil propio para sobrevivir al naufragio de Ciudadanos

La vicealcaldesa de Madrid enarbola las banderas sociales para destacar su espíritu liberal y distanciarse del alcalde Almeida. Desde su equipo aseguran que no se irá al PP

Foto: La líder madrileña de Cs, Begoña Villacís. (EFE)
La líder madrileña de Cs, Begoña Villacís. (EFE)

Dos meses después de las elecciones madrileñas del 4 de mayo, en pleno desmoronamiento del partido en toda España, las encuestas ratifican que Ciudadanos sigue en caída libre. Este fin de semana celebran su convención nacional, en la que se buscarán soluciones para esta dramática crisis. Bajo el lema de 'Liberales', reivindicarán su valía frente al PP, acercándose más a las tesis centristas europeas. Y las miradas se posan sobre una de las caras más visibles de la formación naranja, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, que intenta sobrevivir al naufragio marcando un perfil propio. Para ello, busca diferenciarse del alcalde, José Luis Martínez Almeida, así como de la todopoderosa Isabel Díaz Ayuso. Y aunque los populares alimenten la idea de que la dirigente naranja pueda concurrir en 2023 en sus listas municipales, ella lo descarta y lucha por zafarse del abrazo del oso que plantea Génova. "Villacís les interesa porque es lo mejor que queda en Ciudadanos", afirman las fuentes consultadas. Aun así, está abierta a reeditar el pacto dentro de dos años, pero lejos de una fórmula estilo 'Navarra Suma'.

A las derrotas electorales hay que añadir a los tránsfugas que se han decantado por el PP (Cantó, Hervías, Rivera de la Cruz... La lista es larga), las rupturas en los gobiernos de Madrid, Murcia, Melilla o la más reciente de Granada, y la sensación general de que la dirección del partido no tiene rumbo concreto. Mientras, Villacís busca mantenerse en pie frente a una tormenta que dibuja un futuro cada vez más complicado. Para ello necesita esquivar la mimetización con dos dirigentes en alza como son Almeida y Ayuso, y su principal baza es la bandera social. Estas políticas siempre han sido un as bajo la manga para Ciudadanos, una suerte de comodín para atraer votantes que no quieren decantarse por el conservadurismo del Partido Popular. En este sentido, la vicealcaldesa ha rescatado en los últimos tiempos propuestas ligadas al medio ambiente (se ha posicionado en contra de los proyectos de macroaparcamientos y del desmantelamiento de Madrid Central), a la memoria histórica o políticas en favor del colectivo LGTBI.

Ella defiende ser "liberal, no conservadora como el PP". Las fuentes consultadas creen que los populares "se llena la boca hablando de libertad, pero 'libertad' no es solo bajar impuestos, es también que cada uno pueda amar a quien quiera, y eso a ellos les incomoda muchísimo", y sostienen que Villacís "es una marca propia", y que es muy popular entre la gente: "En la manifestación de los indultos a ella la aplaudían, pero a Arrimadas incluso la abuchearon". Su tirón entre las bases electorales se vio recompensado en mayo, cuando sustituyó a Ignacio Aguado como líder regional tras su salida del gobierno de la Comunidad de Madrid.

Foto: Juan Espadas (i) y Paco Cuenca (d).

Alejarse del PP como método de supervivencia

La operación para evitar una excesiva proximidad con los populares empezó a gestarse hace meses. En octubre de 2020, la vicealcaldesa dio marcha atrás después de apoyar, junto a sus socios de Gobierno, una petición de Vox para retirar una placa en memoria de Largo Caballero. Tras el cambio de postura, Villacís convocó a la prensa y aseguró que el PP y la ultraderecha no volverían a contar con ella para ese tipo de iniciativas "populistas". Fue incluso más allá y defendió que actuaciones de este tipo demostraban que "las minorías extremistas" estaban intentando "imponer un modelo de España de bandos”.

No ha sido el único distanciamiento que ha marcado Villacís con el PP, de hecho, su plan se ha ido afianzando en las últimas semanas. La vicealcaldesa, por ejemplo, ha sido muy crítica con el señalamiento de Ayuso a la cadena pública Telemadrid y con las polémicas declaraciones de la presidenta regional sobre el papel del Rey en la firma de los indultos a los líderes del ‘procés’. También ha pretendido discutirle la fama de defensora de la hostelería, protegiendo las ‘terrazas covid’ -la prerrogativa concedida a la hostelería para ocupar plazas de aparcamiento o más espacio en plazas y aceras-, contra la opinión de Almeida, más aún viendo el éxito electoral que esto le supuso a la líder de la comunidad en los comicios del 4 de mayo.

Foto: El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. (EFE)

Además, en la sesión ordinaria del Ayuntamiento de Madrid del pasado 29 de junio, Villacís presentó una proposición para instar al Gobierno de Pedro Sánchez a “impulsar de forma inmediata una ley de regulación de gestación subrogada”. Es un asunto al que Cs siempre le ha dado mucha relevancia, pero que en el pleno municipal poco recorrido podía tener, en primer lugar por la posición en contra del PP y porque además es una cuestión que se escapa de las competencias del Consistorio. Es decir, su planteamiento no era más que una forma de dejar patente, otra vez, las diferencias que separan a las dos formaciones, aunque suponga arriesgar la unidad del gobierno. En el Partido Popular se tantea la posibilidad de ficharla, pero ella es clara en su negativa. Su cambio de carné del naranja al azul parece misión imposible: "Begoña no va a defender la política social del PP, porque prefieren evitar temas que para ella son muy importantes", aseguran fuentes municipales.

Uno de esos asuntos es la sensibilidad hacia las reivindicaciones del colectivo LGTBI. Para la celebración del Orgullo, Villacís propuso financiar con el presupuesto de su área una gran bandera arcoíris que se tendría que haber desplegado en la Gran Vía. Defendió la iniciativa asegurando que era "una cuestión de derechos humanos" y añadió que para ella un gesto así "es marca Madrid", imagen de una ciudad que define como un "oasis de libertad". A pesar de todo, finalmente, la falta de los permisos correspondientes impidió la colocación del estandarte. "Se podría haber hecho algo, pero el PP no quiso", recuerdan esas mismas fuentes. Fue además una iniciativa que intentó sacar adelante en contra el criterio del alcalde, que había optado por no colgar ninguna insignia en la fachada del Palacio de Cibeles. Recalcan que "fue una cesión a Vox" porque "Almeida está descolocado. Quería ir de moderado para comerse a Ciudadanos, pero ha visto que a Ayuso le ha funcionado ser más extremista y ahora intenta imitarla".

Batalla en el terreno de la izquierda

Pero más allá del elemento simbólico de desplegar una gran bandera para conmemorar el Orgullo, Villacís también se ha volcado con iniciativas que garanticen los derechos del colectivo. A finales de junio presentó el Programa de Atención Integral para Familias LGTBI del Ayuntamiento, afirmando que no iba a permitir que se diera “ni un solo paso atrás en la defensa de unos derechos que son una conquista de todos”. Y la semana pasada, en una comisión municipal, alabó el papel de Esteban González Pons, el único europarlamentario del PP nacional que votó a favor de retirar los fondos europeos a Hungría como castigo a las leyes de carácter homófobo aprobadas en el país. Mientras, Ayuso, tras su pacto con Vox, se ha abierto a modificar las normas regionales que afectan a este colectivo.

placeholder Villacís y Almeida. (EFE)
Villacís y Almeida. (EFE)

Ese es precisamente otro tema en el que la líder regional de Cs se ha alejado del PP: Villacís suele ser muy crítica con Vox, de cuyos votos, aunque le incomode, depende el gobierno del que ella forma parte. No son pocos los roces que ha tenido con Javier Ortega Smith: el 9 de julio, en una sesión del Ayuntamiento le espetó que no pretendiese que el Consistorio fuese "a ser neutro en la defensa de los derechos LGTBI", y también chocaron en el debate sobre el estado de la ciudad del 30 de junio en diversos asuntos. Asimismo, hace unas semanas defendió, tras una sesión del Consejo Social de Madrid, que hay que “reactivar la conciencia y el consenso” para luchar contra las agresiones sexistas, y quiso recordar en una apelación explícita al partido de ultraderecha que esta violencia “existe” y que “hay que combatirla entre todos”, según recogió Europa Press.

Otra cuestión de la que ha querido ser cara visible últimamente es la del ecologismo. Contraria desde el principio al desmantelamiento de Madrid Central -sin embargo principal promesa de Almeida durante la campaña electoral de 2019-, las fuentes consultadas creen que "fue una victoria de Begoña", que pretendía arreglar los errores de Carmena, "y el alcalde sabía que eso no le salía a cuenta".

Foto: La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. (EFE)

Se ha definido como “medioambientalista” y le ha plantado cara a Más Madrid, que también disputa esta materia. Piensa que los Ayuntamientos deben “liderar la lucha contra el cambio climático”. Asimismo, se ha posicionado en contra de las obras del parking del Retiro defendido por el PP, sobre todo por Borja Carabante (responsable municipal de Medio Ambiente) con quien Villacís tuvo "una guerra brutal". También ha defendido en sus redes sociales los nuevos autobuses eléctricos de la EMT, afirmando que en Cs se apuesta "por una movilidad sostenible". Otros temas que han centrado su atención durante las últimas semanas han sido la prevención del suicidio y las ayudas a la natalidad, dos asuntos de marcado carácter social y que tienden a generar consenso, de forma que le pueden acarrear cierta buena reputación y pocas críticas.

Dos meses después de las elecciones madrileñas del 4 de mayo, en pleno desmoronamiento del partido en toda España, las encuestas ratifican que Ciudadanos sigue en caída libre. Este fin de semana celebran su convención nacional, en la que se buscarán soluciones para esta dramática crisis. Bajo el lema de 'Liberales', reivindicarán su valía frente al PP, acercándose más a las tesis centristas europeas. Y las miradas se posan sobre una de las caras más visibles de la formación naranja, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, que intenta sobrevivir al naufragio marcando un perfil propio. Para ello, busca diferenciarse del alcalde, José Luis Martínez Almeida, así como de la todopoderosa Isabel Díaz Ayuso. Y aunque los populares alimenten la idea de que la dirigente naranja pueda concurrir en 2023 en sus listas municipales, ella lo descarta y lucha por zafarse del abrazo del oso que plantea Génova. "Villacís les interesa porque es lo mejor que queda en Ciudadanos", afirman las fuentes consultadas. Aun así, está abierta a reeditar el pacto dentro de dos años, pero lejos de una fórmula estilo 'Navarra Suma'.

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