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Carmena quiere evitar primarias y cerrar una lista solo de afines para repetir en 2019
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Carmena quiere evitar primarias y cerrar una lista solo de afines para repetir en 2019

La última condición puesta sobre la mesa de negociación entre el equipo de la alcaldesa y Podemos es que no haya primarias o, al menos, se busquen otras fórmulas menos inclusivas

Foto: La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena (i), conversa con la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre (d), al inicio de un Pleno del Ayuntamiento. (EFE)
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena (i), conversa con la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre (d), al inicio de un Pleno del Ayuntamiento. (EFE)

Manuela Carmena quiere dejar atados todos los cabos antes de dar el "sí quiero" a repetir como cabeza de lista a la alcaldía de Madrid en las próximas elecciones municipales de 2019. Las condiciones impuestas para repetir, que negocia con la cúpula de Podemos, no son menores, pero casi todas ellas están siendo atendidas, con pequeños matices, al considerarla como la mejor candidata posible para revalidar el proyecto durante otros cuatro años en su cita con las urnas. La última condición puesta sobre la mesa de negociación es que no haya primarias o, al menos, se busquen otras fórmulas menos inclusivas.

La alternativa planteada es que, al modo de otras candidaturas hermanas como Barcelona en Comú, se cierre una lista de consenso entre el denominado 'equipo Carmena' y Podemos, y posteriormente se someta a ratificación por parte las bases. Lo que sí se ha descartado es que las primarias se vuelvan a realizar con el sistema Dowall, uno de los métodos más proporcionales, como en las primarias previas a las pasadas elecciones. De hecho, en la asamblea ciudadana de Podemos Madrid para renovar la dirección del partido en la ciudad se utilizará el mismo sistema que en Vistalegre II, el denominado Desborda, lo que ha generado discusión con el sector anticapitalista, al entender que se trata de una imposición fuera del reglamento.

La elaboración de una lista conjunta entre el equipo de afines a la alcaldesa Manuela Carmena y miembros de Podemos se sigue perfilando

El objetivo es despejar de la candidatura al sector crítico y a los ediles considerados díscolos. Esto es, dejar fuera del proyecto de Ahora Madrid al sector anticapitalista de Podemos y a los autónomos, vinculados a los movimientos sociales que, paradójicamente, comenzaron a diseñar la candidatura hace ahora casi tres años desde Ganemos Madrid. El pasado viernes, el secretario general municipal, Jesús Montero, cofirmaba públicamente que no repetiría en su cargo y animaba a Ganemos a que también diese un paso a un lado para renovar Ahora Madrid. "Ganemos ya no es el Ganemos con el que Podemos firmó el marco" que dio lugar a la constitución de la candidatura municipalista, afirmó, añadiendo que "hay compañeros que son concejales que deben dar un paso a un lado para favorecer la incorporación de nuevas personas".

La elaboración de una lista conjunta entre el equipo de afines a la alcaldesa y miembros de Podemos se sigue perfilando. Carmena quiere mantener en puestos de salida a Marta Higueras, teniente de alcaldesa, además de otros ediles afines como Inés Sabanés, e incorporar a otros miembros de su equipo sin acta de concejal, como Luis Cueto, coordinador de la Alcaldía, o su jefe de gabinete, Felipe Llamas. Desde Podemos, además de la portavoz municipal Rita Maestre, se pretende integrar en las listas al exjefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad) Julio Rodríguez.

El sector anticapitalista se ha quedado fuera de dicho acuerdo entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón para renovar la dirección madrileña tras colocar varias líneas rojas. Condiciones centradas en la reversión de la operación Chamartín en el norte de la ciudad, por considerar que fomenta el modelo de especulación urbanística pero, sobre todo, en garantizar que se celebren primarias en Ahora Madrid lo más proporcionales posible y con listas abiertas. Las primarias y la metodología para la configuración de la lista electoral para las municipales se ha convertido en uno de los principales elementos de debate.

placeholder  La secretaria general de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez (i), junto al alcalde de Cádiz, José María González (d). (EFE)
La secretaria general de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez (i), junto al alcalde de Cádiz, José María González (d). (EFE)

La marginación del sector anticapitalista en el acuerdo coincide con la reprobación de la dirección estatal de Podemos tras reconocer en un comunicado la "nueva república catalana", y del que se desmarcaron destacados miembros de esta corriente como la coordinadora andaluza, Teresa Rodríguez, o el alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi'. En la reunión del consejo ciudadano estatal que adoptó esta resolución, varios miembros del partido plantearon tomar medidas más drásticas con la corriente que lidera el eurodiputado Miguel Urbán. Otros dirigentes estatales también reclamaron que se calificase la postura de Anticapitalistas, tras reconocer en un comunicado la "nueva república catalana", como una "deslealtad" de cara a abrir la puerta a posibles ceses.

Este conflicto interno entre la dirección y el sector anticapitalista podría reconfigurar la política de alianzas de Podemos a distintos niveles. La amenaza se extiende a los núcleos locales de anticapitalistas, autónomos y partidos más minoritarios que formaron candidaturas de unidad popular con Podemos en los comicios de 2014. La prioridad de la dirección es concurrir en solitario o, al menos, preservar las siglas en el mayor número posible de municipios, y mantener las candidaturas unitarias solo allí donde hayan sido satisfactorias.

Manuela Carmena quiere dejar atados todos los cabos antes de dar el "sí quiero" a repetir como cabeza de lista a la alcaldía de Madrid en las próximas elecciones municipales de 2019. Las condiciones impuestas para repetir, que negocia con la cúpula de Podemos, no son menores, pero casi todas ellas están siendo atendidas, con pequeños matices, al considerarla como la mejor candidata posible para revalidar el proyecto durante otros cuatro años en su cita con las urnas. La última condición puesta sobre la mesa de negociación es que no haya primarias o, al menos, se busquen otras fórmulas menos inclusivas.

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