El valenciano que originó la industria del jazz y el blues en España: de B.B. King a Miles Davis

Antes de Julio Martí existía jazz en Valencia pero no una escena profesional de conciertos del género. Este valenciano, nacido en 1956, fue el pionero en la producción de directos del estilo musical estadounidense en la ciudad a partir de 1977. En la primera mitad de los años ochenta los extendió por toda España, convirtiéndose en un referente estatal de la incipiente escena. Hoy, tras casi cinco décadas de trayectoria en la industria cultural, Martí es el responsable de la promotora Serious Fan Music y el director artístico de Las Noches del Botánico de Madrid.

Martí encontró la pasión por el jazz mediante los discos de Charles Mingus de su hermano. Algo después, un amigo le introdujo en la música de Bill Evans, lo que requirió un esfuerzo por conocer la complejidad instrumental hasta que se convirtió en la música de su vida. "En Valencia, llegué a este género a través del trío Valencia Jazz, de Carlos Gonzálbez. Cuando un amigo abrió la sala Tres Tristes Tigres, en febrero de 1977, en la Plaza Santa Cruz de Ciutat Vella, propuse programar jazz en directo y llevamos a Tete Montoliu, lo que nos situó en el mapa".

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Cuando finalizó su carrera de Medicina, en verano de 1979, abandonó la producción musical, hasta que unos meses más tarde recibió la llamada del agente musical holandés Wim Wigt ofreciéndole a Bill Evans, un faro musical de la época. "Todo el dinero que ahorré trabajando como médico lo invertí en la contratación del pianista de New Jersey. Por complicaciones, que ya contaré en mis memorias, Bill Evans tuvo que retrasar su visita a diciembre y lo sustituyó Stan Getz. Aquel concierto de Getz en noviembre de 1979, en el Teatre Principal, se convirtió en un escándalo para cierta prensa local, mucha gente se quedó fuera y hubo algún tumulto, lo que parecía el final de un proyecto se transformó en el principio de la historia del gran jazz en Valencia, ya que en 1980 traje al Principal a Dizzy Gillespie, George Coleman, McCoy Tyner, Pharoar Sanders o Dexter Gordon, entre otros", recuerda Julio.

En otoño de 1980 empezó a vender por todo el país, colaborando con diversos agentes musicales como Chema Ojeda en Granada, el colectivo Jazz Free Way de Sevilla, en Madrid con Javier Estrella, y en Barcelona con el dueño de Zeleste Víctor Jou, Valentí Grau del Jazz Terrasa y Enrique Vilar del sello Vol Records. "Además del jazz, amplié mi labor a otras músicas afines, como el blues, cuando contraté a B.B. King en 1980, Albert Collins o Sugar Ray. A través del latin-jazz con Machito, llegué a Celia Cruz, ambos giraron con motivo del Mundial 82 por toda España", incide el promotor, "además de todas las figuras de la música latina y brasileña, y del r'n'b como Nina Simone, Isaac Hayes, Macy Gray, Solomon Burke o Erykah Badu".

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Además del Teatre Principal, otro foco relevante para el jazz en la Valencia de los primeros años ochenta fue Valencia Cinema, un espacio para alrededor de 400 asistentes. "Los hermanos Vergara programaban en el local de la calle Quart a Tete Montoliu y Lou Bennett, allí traje a Valencia por primera vez a Chet Baker. Tiempo después, en 1988, volvería a actuar aquí, esta vez en el Principal, pocos meses antes de morir en Ámsterdam tras caer desde la ventana de su hotel. Conservo la grabación de aquel concierto, quizá sea la única que existe de aquella velada junto a Toots Thielemans, Phillip Caterine y Marc Johnson", rememora Martí.

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Los años de la Transición propiciaron un cambio de paradigma en la industria cultural española y la irrupción de una nueva generación que, surgida de los movimientos sociales de base y de la iniciativa privada, aprovechó su oportunidad para desarrollar su labor con parámetros profesionales homologables a los europeos. "No existía escena de jazz en la Valencia de 1977, pero ni aquí ni en toda España, y funcionó de salida por la enorme demanda", cuenta el empresario, "el primer gran festival de jazz de Madrid, con Sonny Rollins y Oscar Peterson, entre otras primeras espadas del género, lo hicimos en el Palacio de los Deportes, en octubre de 1982, con apoyo del Ministerio de Cultura de Soledad Becerril (UCD). Fueron cinco días y vendimos las 8.000 entradas de cada jornada, los 40.000 tickets agotados".

En 1983, cuando ostentaba el cargo de Jefe de Asistencia Sanitaria del Insalud de la Comunidad Valenciana, Martí abandonó la medicina para ser promotor en exclusiva. "En 1984, una vez el Ministerio de Cultura del primer gobierno socialista crea la Oficina de Coordinación Artística con Javier Estrella, empezamos a hacer grandes festivales de jazz y aparece la figura de Miles Davis por primera vez. La contratación de Davis me abrió la representación en España de todos los artistas relevantes del jazz mundial, para todas las agencias del planeta, hasta la actualidad", concluye Martí.