Cuando Green Day actuó ante 60 punkis y hardcoretas en una casa okupa de Valencia

Hace ahora 30 años, los californianos Green Day publicaron un disco que los encumbró como el grupo de punk más popular de los años 90. El lanzamiento de Dookie supuso la irrupción de una nueva escena de pop punk, masiva y de ámbito mundial, que dominaría las sonoridades del fin de siglo en paralelo con el post-grunge, el rap, el brit-pop y la música electrónica.

Unos meses antes de que se convirtieran en una banda con la capacidad de abarrotar pabellones y estadios, el trío estadounidense presentó aquel disco en el club Ku-Manises, la noche del jueves 2 de junio de 1994, ante casi un millar de valencianos. Tres años atrás, un 30 de noviembre de 1991, solo fueron 60 amantes del punk y el hardcore quienes los disfrutaron en la casa okupa del Kasal Popular Flora, situada en el barrio valenciano de Trinitat, entre el Museo de Bellas Artes y los Jardines de Viveros.

Jorge Carod tenía 17 años y formaba parte de los hardcoreros Foreword cuando teloneó a Green Day en el Kasal Popular. “Como casi todas las giras underground de punk y harcore que recorrían el país, aquello estuvo organizado por Zambombo, una productora de Zaragoza, y los catalanes Cap Cap. Algunos chavales valencianos de los últimos años ochenta estábamos un poco hartos de aquel lema punk de no hay futuro y del exceso de drogas y alcohol, así que nos metimos en la escena hardcore. Éramos unos bichos raros con melena y patín que escuchaban a Bad Religion y no tomábamos alcohol ni otras drogas”.

En 1991, los activistas hardcore del colectivo Zambombo y Javier Ortiz realizaban un programa radiofónico en Radio Libertaria llamado Última Generación desde donde radiaban las novedades del género. “Me llamaron para anunciarme la salida del single de un grupo californiano desconocido y flipamos porque era un sonido diferente al típico sonido hardcore rápido y agresivo. Había melodías. Cuando nos enteramos de que girarían por España, propusimos al Kasal Popular una fecha para ellos en Valencia con nosotros como teloneros. En asamblea ratificaron la decisión y actuaron por primera vez en Valencia en noviembre del 91”.

En el Kasal Popular se congregaron algo más de medio centenar de espectadores para ver al grupo de Billie Joe Armstrong y a los valencianos Foreword. “No los conocía nadie, pero es que hablamos de un circuito muy minoritario. Un año después, éramos quince personas viendo a NOFX en la sala Abraxas de Benidorm, ese era el contexto. A Green Day se les pagó lo que se vendió de entradas, que daría para cubrir los gastos de gasolina de la furgoneta destartalada que traían”, recuerda Carod.

La precariedad laboral era irrelevante para aquellos jóvenes que aún no alcanzaban la veintena. Los miembros de Green Day estaban involucrados en el movimiento okupa, era parte de su identidad y mantuvieron los directos en estos espacios culturales autogestionados hasta que lanzaron Dookie en 1994. “Yo no hablaba inglés, así que me comunicaba con Billie Joe escribiendo en un papel los nombres de nuestros grupos de punk y hardcore favoritos para descubrirnos bandas. Éramos chavales de 18 años de países diferentes creando música nueva, que después se convirtieran en estrellas del rock no cambia aquello”, incide Jorge.

“Valoro la integridad de Green Day. Cuando estaban en la escena underground punkhardcore cantaban al amor y al llegar a la cima mediática y de alta popularidad lanzaron discos reivindicativos y de contenido social confrontando al sistema estadounidense”, concluye. Dos años después, en 1993, Green Day regresaron a tierras valencianas. A una casa okupa, el Ateneo Libertario La Canya de Vila-Real, teloneados por Trip Inside, unos zaragozanos que parecían salidos de una Seattle maña imaginaria. “Solo a cuatro locos nos apasionaba aquella mezcla de hardcore y punk.

La relevancia de Green Day, que no hacían hardcore estricto, fue que muchos músicos nos decidimos a introducir las melodías en esos ritmos rápidos y vertiginosos Aún no existía la etiqueta del hardcore melódico, para nosotros era algo similar a hardcore con mucha melodía o punk melódico de toda la vida, pero hecho por nuestra generación”, argumenta el músico valenciano.

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Víctor López Heras

La Policía Nacional desocupó el Kasal Popular Flora en 1996 finiquitando un centro de autogestión cultural fundamental de Valencia. Durante aquel suceso, la futura militancia del partido fascista España 2000, entonces miembros de la empresa de seguridad privada Levantina y del grupo neonazi Acción Radical, increpaban a los habitantes de Flora. En 1993, Davide Ribalta, miembro fundador del Kasal Popular, y Guillem Agulló, militante antifascista, fueron asesinados por escuadrones de la extrema derecha.

Esta semana, el concejal de Vox Juan Manuel Badenas, segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Valencia y célebre en la ciudad por hacer campaña electoral con un taladro para eliminar carriles bici y por creer que Vicente Blasco Ibáñez fue un monárquico conservador que hoy votaría a su formación, ha anunciado que retirará el nombre de Guillem Agulló de un paseo de los Jardines de Viveros.