Las estrellas del rock ya no visitan Valencia, pero algo va a cambiar a partir de 2024

Los nombres históricos del rock mundial y algunas de las bandas más representativas de la última década fluyen a través de los festivales y los recintos nacionales en 2023, pero Valencia no consigue atraer a ninguno de ellos. Por Barcelona, Madrid, Bilbao o Málaga han desfilado, o lo harán a lo largo del verano, Depeche Mode, Blur, Pet Shop Boys, The Strokes, Arcade Fire, Liam Gallagher, Queens Of Stone Age, The Chemical Brothers, Red Hot Chili Peppers, Pavement, Belle & Sebastian, Arctic Monkeys, Florence & The Machine, Idles, M83, The War On Drugs, Mumford & Sons o The Black Keys. Ninguno ha pisado un festival del territorio valenciano y tampoco ha incluido a la ciudad del Turia en sus próximas giras.

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La cancelación del Diversity Festival, en julio de 2022, apenas una semana antes de su comienzo, lanzó un avisó al ecosistema musical valenciano: la ciudad parece no dar para más desde hace tiempo. Existe una fórmula de éxito y pisar fuera de la linde de baldosas amarillas penaliza.

Desde hace una década, una parte del empresariado valenciano de festivales especializados en pop y rock hallaron la receta ganadora: el bloque monolítico del indie nacional de los últimos veinte años salpicado por cualquier artista pop foráneo venido a menos y algún reguetonero de relumbrón. Así construyen sus carteles el Festival de Les Arts (Valencia), el FIB (Benicàssim) y el Arenal Sound (Burriana). El otro puntal infalible se explota desde la nostalgia noventera: los macroeventos de remember rutero y postbakalao impulsados por FOTUR (Federación de Ocio, Turismo y Juego de la CV), organización comandada por exdjs de la última Ruta del Bakalao. Ambos sectores han contado con el apoyo incondicional del secretario autonómico de Turisme, Francesc Colomer. El próximo President de la Generalitat Valenciana, el popular Carlos Mazón, ha insistido al político socialista para que continúe al frente del cargo.

Por otra parte, desde la Conselleria de Cultura comandada por los cargos de Compromís Vicent Marzà y Raquel Tamarit, en sendas legislaturas del Botànic, las políticas musicales han priorizado la creación de una industria musical autóctona, inexistente a nivel institucional hasta 2015. Otra de las directrices fundamentales consistió en apoyar a las pequeñas y medianas salas de concierto y a los músicos valencianos para consolidar un tejido productivo y un circuito sólido de conciertos autonómicos. Son las promotoras medianas, algunas de ellas acostumbradas a trabajar con estas salas en el día a día de la producción de conciertos, las que durante los últimos doce meses han acercado a Valencia bandas foráneas como Wilco, Big Thief, Metronomy, Wolfmother, Manu Chao o Cut Copy, en espacios para entre 900 y 2.000 asistentes.

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Mientras en estilos como la nueva música urbana o el reggae, la Comunidad Valenciana es puntera con eventos como BigSound, LatinFest o Rototom, los grandes artistas de rock y pop mainstream siguen sin asomar por la capital valenciana. El directo de Foo Fighters, programado en la Ciudad de Las Arts y las Ciencias, en 2020, fue cancelado por la irrupción pandémica, y la época del MTV Winter, también en el complejo diseñado por Calatrava, protagonizada por unos Arctic Monkeys, Franz Ferdinand y My Chemical Romance en la cumbre de su carrera, se remonta a más de una década.

Lorenzo Pérez, director de la promotora Mundosenti2, desde 2002, fue el productor de los conciertos patrocinados por MTV, entre 2008 y 2012. “Estas giras no pasan por Valencia porque se realizan en recintos cerrados. Depeche Mode ha anunciado una gira indoor en Barcelona, Madrid y Bilbao y aquí no hay un espacio adecuado. La última vez que desde Mundosenti2 trajimos al grupo inglés fue a Feria Valencia, en 2009. El problema de Feria Valencia es que ya no tiene licencia de actividad extraordinaria. Eso hace que nuestros posibles acuerdos con Live Nation, promotor internacional de los grandes grupos de pop y rock, estén limitados al espacio de Marina Sur, al aire libre. El Roig Arena es muy importante para Valencia. No se nos hubiera escapado Depeche Mode si contáramos con el Arena. Cuando tengamos ese formato indoor la situación mejorará”.

En 2023, el sector todavía arrastra cierta resaca pandémica de 2022 y las grandes bandas se han lanzado a las ofertas irrechazables de los macrofestivales. “El próximo 2024 regresarán las giras habituales fuera de temporada festivalera y desde Mundosenti2 acogeremos aquellos artistas internacionales que entren en el formato Marina Sur y Concerts de Viveros”, comenta el promotor, “en cuanto el Roig Arena esté finalizado, también albergaremos esas giras de grandes grupos foráneos y en la Ciudad de Las Artes y Las Ciencias volverá a sonar algún artista internacional de primer nivel”.

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La búsqueda de un recinto al aire libre en Valencia para congregar a 50.000 asistentes es un proyecto que ronda entre los promotores desde hace tiempo. Esta posibilidad permitiría a la ciudad armar un formato de macrofestival, al estilo BBK Bilbao, Mad Cool o Primavera Sound. “Los festivales actuales de la Comunidad Valenciana son low cost, no están pensados para grandes estrellas sino para un entretenimiento atractivo, algo que es respetable, ese es el modelo valenciano”, indica Pérez, que tampoco se muestra partidario de las subvenciones públicas del actual modelo, “es cierto que pueden ayudar mucho en espacios pequeños, donde no caben más de 5.000 asistentes, como los Viveros en la Feria de Julio, pero para aforos de 20.000 espectadores, no. Otra cosa es que aparezca una marca de evento muy potente o que un artista de estadio acuda a otro recinto y entonces, con esos grandes nombres, pueda aparecer el interés de la administración. Para poner en marcha un macrofestival como los de Madrid, Barcelona y Bilbao sí sería necesaria la implicación pública y el retorno estaría garantizado”, el promotor musical.