El PSOE fuerza una investidura de Mazón con Vox la semana antes del 23-J

El "principio de acuerdo" firmado por el Partido Popular y Vox en la Comunidad Valenciana ha alterado todas las quinielas sobre el calendario para la próxima investidura del popular Carlos Mazón que se manejaban hasta ahora. Si hasta el martes todo eran especulaciones sobre hasta cuánto podían exprimir los conservadores el reglamento y los plazos para retrasar al máximo el posible pacto y las votaciones en el contexto preelectoral de los comicios del 23 de julio, el barón valenciano aspira ahora a acortar los tiempos, celebrar cuanto antes la investidura y llegar a la última semana de campaña con el Consell de coalición nombrado y anunciando las primeras medidas de calado para dejar atrás la polémica de los acuerdos con los ultraconservadores. Supresión del impuesto de sucesiones o derogación de la tasa turística forman parte del paquete de primeras acciones de gobierno que quiere desplegar Mazón.

Sobre el papel, el reglamento de las Cortes valencianas complica ese objetivo sin la anuencia del conjunto de todas las formaciones con representación. Y el PSPV-PSOE ha anunciado este miércoles que no tiene intención de saltarse los plazos para adelantar la transición del poder en la Generalitat, según avanzó la portavoz socialista, María José Salvador. Explicó que la norma de funcionamiento interno, desde la constitución del Parlamento autonómico, marcada para el 26 de junio, aboca a la semana del 17 al 21 de julio para la investidura. "El Partido Popular quiera saltarse el reglamento cuando todavía no ha tomado ni posesión", lanzó Salvador. Desde el PP, se acusa a los socialistas de querer "boicotear" el avance del calendario y se estudian fórmulas para anticipar plazos.

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Desde el 26 de junio, los grupos parlamentarios disponen de ocho días hábiles para configurarse, y tienen, además, 12 días para presentar candidatura para la investidura. Sin voluntad de ir más rápidos, esto aboca a exprimir hasta el 12 de julio la fecha tope para que la Mesa, cuya presidencia ostentará Vox en función del pacto con el PP, acepte propuestas de investidura. A partir de aquí, la presidencia de la Cámara tiene entre tres y siete días hábiles para fijar el pleno. Es decir, tendría que celebrarse lo más pronto el martes 17 de julio. La primera votación se produciría 24 horas después.

Hay antecedentes de calendarios más cortos. Francisco Camps aceleró su investidura en 2011 tras obtener una arrasadora mayoría absoluta. En aquella ocasión, los grupos de la oposición no tuvieron problema en saltarse plazos. Estaba todo el pescado vendido y se trataba de dar continuidad a un Gobierno de la Generalitat ya existente. Todo fue mucho más rápido. Las cosas son distintas ahora, con el calendario de las elecciones generales solapando y contaminando los debates de la conformación de los gobiernos autonómicos.

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La relación entre el PP y el PSPV-PSOE no es la única que experimenta roces estos días. Los socialistas también tienen previsto ceñirse al reglamento para quedarse con los dos puestos de la Mesa a los que tienen derecho como segunda formación con mayor representación en las Cortes, lo que deja a Compromís como única fuerza parlamentaria sin presencia en la Mesa. El PP ha pactado con Vox cederle la presidencia y quedarse la vicepresidencia y la secretaría primeras. La vicepresidencia y secretaría segundas van para los segundos candidatos más votados en urna entre los parlamentarios, por lo que, sin un acuerdo con Compromís, los socialistas, con problemas para reubicar cuadros tras perder el poder, pueden adjudicarse las dos plazas con sus 31 escaños.

Así lo anticipó la propia Salvador, quien insistió en que el resultado de la Mesa será “en función de la representación parlamentaria”. "Al PP le corresponden tres miembros y ha cedido uno de ellos a Vox. Nosotros no vamos a blanquear el pacto de la vergüenza", reiteró.

La decisión no gustó nada a Compromís. Su portavoz y cabeza de lista, Joan Baldoví, aseguró que la decisión de dejarles fuera de la Mesa supone “un gran error contrario a los principios democráticos, por excluir al tercer grupo de la Cámara y a los más de 350.000 valencianos y valencianas que representa", afirmó. "Compromís siempre ha trabajado para garantizar la pluralidad de las fuerzas progresistas, como hemos demostrado en estos últimos años y en las negociaciones de los ayuntamientos. En cambio, vemos con preocupación que el PSPV-PSOE busque fulminar el espíritu del Botánico solo para poder tener una poltrona más”, asestó.