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Claves del pacto relámpago entre PP y Vox en la Comunidad Valenciana: reparto proporcional de carteras y giro educativo
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CAMBIO POLÍTICO EN LA GENERALITAT

Claves del pacto relámpago entre PP y Vox en la Comunidad Valenciana: reparto proporcional de carteras y giro educativo

La necesidad de cerrar en plazo la lista al Congreso con Carlos Flores explica la precipitación del acuerdo. Los negociadores se dan varios días para repartirse el Consell. Se auguran cambios de calado en Educación

Foto: Carlos Mazón, próximo presidente de la Generalitat, con Pérez Llorca y Miguel Barrachina. (EFE/Manuel Bruque)
Carlos Mazón, próximo presidente de la Generalitat, con Pérez Llorca y Miguel Barrachina. (EFE/Manuel Bruque)
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La renuncia de Carlos Flores a formar parte del nuevo Gobierno valenciano tiene más recorrido que el sacrificio aceptado por Santiago Abascal ante el veto del PP por la condena por maltrato a su exmujer. Ha allanado el acuerdo de gobierno para la Generalitat entre el Partido Popular y Vox, pero permite al próximo presidente valenciano, el conservador Carlos Mazón, despejar a Madrid al que seguramente fuera el perfil más amenazante desde el punto de vista político como posible vicepresidente de Vox en su Gobierno.

Los populares y los ultraconservadores han cerrado un "principio de acuerdo" por el que se repartirán las carteras del nuevo Ejecutivo regional de forma proporcional (cuatro a uno, si es en escaños) a sus resultados del pasado 28 de mayo. Serán menos que las 12 conselleries con las que se despide el Govern del Botànic presidido por el socialista Ximo Puig. Poco más ha trascendido de esa distribución de poder, más allá de que surge de un esquema de negociación similar al de Castilla y León: presidencia de las Cortes para Vox (todavía sin nombre), presidente de la Generalitat para el PP (Mazón). Se especula con una posible cesión de Agricultura y Bienestar Social. Se desconoce si habrá vicepresidencia.

PPy Vox difundieron un comunicado idéntico con las que serán las cinco líneas de trabajo programático y de estructura de gobierno. Así se expresa de forma literal: "1) Libertad, para que todos podamos elegir. 2) Desarrollo económico, para reducir gasto innecesario e impulsar la economía. 3) Sanidad y servicios sociales, para reforzar la sanidad pública y los servicios sociales. 4) Señas de identidad, para defender y recuperar nuestras señas de identidad. 5) Apoyo a las familias, para fomentar la natalidad, seguridad y promoción de las familias".

Foto: Reunión en la Comunidad Valenciana entre la delegación del PP y la de Vox. (EFE/Manuel Bruque)

No hubo mucha más concreción, aunque Flores sí añadió en el apartado de "libertad" una referencia al ámbito de elección educativa, lo que anticipa posibles giros en las políticas de enseñanza, tanto en elección de centros como de lengua vehicular (ahora hay un modelo plurilingüe). No hubo ninguna referencia a los asuntos más espinosos, los que pueden generar más incendios políticos y sociales, como las políticas contra la violencia de género, la memoria histórica o la relación con los sindicatos.

Las dos partes se han emplazado a crear grupos de trabajo en los próximos días para aterrizar las primeras medidas de gobierno que expondrá Carlos Mazón en su investidura y el reparto de poder. "Será un Gobierno con menos consellers, menos asesores y altos cargos, menos impuestos, menos listas de espera sanitarias y la reafirmación de las señas de identidad valencianas", dijo el director de campaña del PPCV y miembro de la comisión negociadora, Miguel Barrachina.

El acuerdo y la salida de Flores, al que el presidente provincial de Vox, Ignacio Gil Lázaro, ha tenido que ceder la cabeza de lista por Valencia, permite a Mazón acelerar su investidura. Todo indica que, ante el imperativo legal de tener que formalizar esta misma semana las listas electorales del 23 de julio, Vox ha querido arrancar rápido un acuerdo de mínimos por escrito a cambio de retirar del tablero al que era su candidato para la Generalitat.

Foto: Carlos Mazón, probable presidente de la Generalitat valenciana. (EFE/Manuel Bruque)

El próximo 26 de junio se constituyen las nuevas Cortes. Vox se ha reservado la presidencia, puesto para el que todavía no hay nombres encima de la mesa. Sí se sabe que su género marcará el del resto de la Mesa, porque se conforma en cremallera. Si Vox elige a una mujer, el PP tendrá que designar hombres para la vicepresidencia y la secretaría primeras. El PSPV-PSOE podrá designar mujeres para la segunda. Si el elegido para dirigir la Cámara es hombre, se invierte la secuencia, según la legislación valenciana.

Una vez constituido el Parlamento, Mazón dispone de 12 días hábiles para presentar su candidatura a la Presidencia de la Generalitat. Realizado este trámite, la Mesa podrá señalar el plano de investidura entre tres y siete días después. Una vez expuesto el programa de gobierno, el resto de grupos puede exponer sus posiciones en menos de 24 horas. A partir de ahí, el presidente o presidenta de la Cámara fijará la hora de votación. La previsión de los populares era celebrar la investidura entre el 17 y 21 de julio, aunque habrá que ver si el acuerdo con Vox se acelera y permite adelantar la fecha. Acelerando al máximo, Mazón podría ser elegido presidente entre el 3 y el 7 de julio, antes incluso de arrancar formalmente la campaña electoral de las elecciones generales.

La renuncia de Carlos Flores a formar parte del nuevo Gobierno valenciano tiene más recorrido que el sacrificio aceptado por Santiago Abascal ante el veto del PP por la condena por maltrato a su exmujer. Ha allanado el acuerdo de gobierno para la Generalitat entre el Partido Popular y Vox, pero permite al próximo presidente valenciano, el conservador Carlos Mazón, despejar a Madrid al que seguramente fuera el perfil más amenazante desde el punto de vista político como posible vicepresidente de Vox en su Gobierno.

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