El PP tumba al Botànic de Puig, pero necesita a Vox, y reconquista la ciudad de Valencia

Adiós al Botànic después de dos legislaturas. El Consell de izquierdas presidido por el socialista Ximo Puig dará paso a una nueva mayoría de derechas liderada por el Partido Popular en la Comunidad Valenciana. El conservador Carlos Mazón ha ganado las elecciones del 28 de mayo con más del 34% de los votos y 40 escaños, con el 93% escrutado. Es más del doble de la representación que obtuvo en 2019, gracias fundamentalmente a la absorción del electorado de Ciudadanos y a la desaparición de Unidas Podemos del Parlamento autonómico. La desaparición de los morados de Héctor Illueca, con un pobrísimo resultado de menos del 4% del voto emitido, y la bajada de Compromís, que con Joan Baldoví pierde dos actas, impulsan el cambio, pese a que el PSPV-PSOE logra cinco puntos más de apoyo de electores y 31 diputados.

Pasadas las 12 de la noche, Mazón compareció en un clima de euforia en la sede del PP en Valencia para confirmar su intención de presentarse al debate de investidura en las Cortes valencianas, alcanzar la presidencia de la Generalitat y configurar un Consell "estable y eficaz". El dirigente conservador aseguró que gobernará "para todas y todos, sin excepciones", y, en tono elegante, lanzó un mensaje de agradecimiento a Ximo Puig.

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El president saliente apareció antes que Mazón para reivindicar la labor de su Gobierno. "Hemos conseguido una sociedad de respeto, con buena reputación y de convivencia. Espero que la sociedad valenciana no caiga en la división, las trincheras y la crispación", advirtió. Por su parte, Baldoví felicitó a Mazón, aunque le avisó de que Compromís hará una oposición "firme, responsable, útil y correosa". "Desde este momento, comenzamos a trabajar para recuperar la confianza de los ciudadanos. Tornarem, tornarem, tornarem", afirmó.

Las elecciones autonómicas dejan una nueva distribución de las Cortes valencianas y Mazón necesitará el respaldo de Vox para lograr la investidura. Los ultraconservadores, encabezados por Carlos Flores Juberías, se sitúan como cuarta fuerza, con algo más del 12% del voto y 13 diputados, y se convierten en la llave de la que dependerá la gobernabilidad de la Generalitat. La correlación de fuerzas complica la voluntad de Mazón de montar un Ejecutivo en solitario. Se abrirá a partir de este lunes una negociación intensa. Flores ya ha advertido de que Vox aspira a tener una vicepresidente y varias conselleries.

En su comparecencia poco antes de la medianoche, Flores aseguró que Vox tiene la "mano tendida" al PP para "abrir una nueva fase en la historia de la Comunidad Valenciana", pero advirtió de que su formación "no está dispuesta a hacer regalos ni aceptar chantajes".

En clave municipal, ha sido una noche redonda para los populares, que reconquistan también la alcaldía de Valencia y la de Castellón, además de ciudades importantes como Elche o Torrent. María José Catalá podrá recibir la vara de mando valenciana, al crecer hasta los 13 concejales. Compromís pierde un edil (pasa de 10 a nueve) y la posibilidad de sumar con los socialistas de Sandra Gómez, que repiten resultado con siete concejales y no logran crecer.