Vox se crece tras el acuerdo valenciano y pedirá lo mismo en Aragón, Baleares o Extremadura

El acuerdo relámpago entre el PP y Vox en la Comunidad Valenciana condiciona necesariamente los pactos que aún están negociándose en otras tres grandes comunidades autónomas. Al menos esa es la visión del partido que dirige Santiago Abascal, donde advierten de que se sentarán a la mesa de negociación con "el mismo" talante y las mismas premisas que ha aceptado Carlos Mazón este martes y que permitirán a los ultraconservadores acceder al Consell de la Generalitat. "Somos un partido nacional. Decimos lo mismo en todos los territorios. Si no funciona, no es culpa nuestra", sintetizan. La máxima en Extremadura, Baleares o Aragón será idéntica: replicar el modelo de Castilla y León, entrar en los ejecutivos regionales y cerrar un reparto de carteras "proporcional" al número de escaños.

La delegación de Vox llegó este martes a la reunión con sus homólogos populares en la Comunidad Valenciana con varias premisas encima de la mesa y un as bajo la manga. Los de Abascal sabían que mantener a su candidato regional, Carlos Flores Juberías, dinamitaría toda posibilidad de acuerdo tras el veto levantado por Génova, que se negaba de forma tajante a gobernar con un condenado por violencia machista en una de las plazas territoriales más importantes. Así que decidieron barrer de un plumazo la única barrera que los separaba de su segundo Gobierno de coalición y enviaron a Flores al Congreso. "No puedes imponerle un tipo a alguien. Pero tampoco te pueden imponer que lo sacrifiques. Otra cosa es que tengas un sitio de honor reservado para ese tipo", inciden en la dirección nacional, donde destacan que su primera negociación exitosa tras el 28-M ha sido "intensa", pero "muy cordial".

TE PUEDE INTERESAR

Claves del pacto relámpago entre PP y Vox en la Comunidad Valenciana: reparto proporcional de carteras y giro educativo

Víctor Romero. Valencia

Las dos partes se dan por satisfechas. El PP evita tragarse el sapo de gobernar con un vicepresidente sobre el que pesa una condena machista y Vox logra hacerse con un jugoso botín para ampliar su red territorial. Los de Abascal presidirán las Cortes valencianas a cambio de apoyar la investidura de Mazón. Y en los próximos días se detallará cómo queda el reparto de carteras ejecutivas. "El acuerdo es bueno. El contenido será bueno. El reparto, bueno. El ambiente, bueno. Y solo es malo para los que han tratado de torpedearlo", sintetizan en la formación, en alusión velada a Génova y su instrucción, tanto de dormir los pactos territoriales hasta después del 23-J como por su tesis de "no pactar con ultras".

El equipo de Mazón pasó por encima de las preferencias de Génova, que, a su vez, dejó "autonomía" a los territorios para organizar sus pactos territoriales, en parte para sacudirse la responsabilidad ante eventuales acuerdos de coalición con los de Abascal. El deseo de Feijóo era dilatar en la medida de lo posible los acuerdos de investidura y los posibles repartos de carteras hasta después del 23-J, para no contaminar la campaña ni hipotecar el futuro del líder popular. Pero no ha sido así. El de la Comunidad Valenciana es el primero y más importante acuerdo regional que llega antes de las elecciones generales, y podría no ser el último.

Opinión

TE PUEDE INTERESAR

¿Será entonces Abascal vicepresidente del Gobierno de Feijóo?

Rubén Amón

En Aragón, Baleares y Extremadura, los contactos ya han comenzado. Este mismo martes, y en paralelo a la reunión entre Carlos Mazón y Carlos Flores en Valencia, han mantenido un encuentro el candidato popular a la presidencia de Aragón, Jorge Azcón, y su homólogo de Vox, Alejandro Nolasco. En este caso, ambas partes se han emplazado a seguir conversando hasta agotar los plazos. El planteamiento inicial de la formación ultraconservadora es calcado al de Castilla y León o la Comunidad Valenciana y el líder territorial ha calificado de "insuficiente" la oferta del PP de ocupar solo la secretaría primera de la Mesa. Azcón mantiene que su intención es gobernar en solitario y que Vox se contente con un acuerdo programático en la región.

Fuentes del PP de Aragón aseguran que el pacto en Comunidad Valenciana no les marcará el ritmo y apuntan a un acuerdo que se cocinará "a fuego lento" por las propias implicaciones territoriales. El PP se quedó a solo seis escaños de la mayoría absoluta, y Vox cuenta con siete diputados en la región. El pacto sería claro si no fuese por la implicación de actores secundarios. Teruel Existe, que cuenta con tres diputados en las Cortes, ha abierto la puerta a una abstención en la investidura de Jorge Azcón, lo que minimizaría el margen para negociar. En el partido de Abascal insisten: donde sean necesarios sus votos, buscarán que se "respete" el criterio de las urnas. Y pedirán entrar en el Gobierno.

Es el mismo planteamiento que hacen los ultraconservadores en Extremadura, liderados en este caso por Ángel Pelayo. En este caso fue el PSOE quien ganó las elecciones por un puñado de votos, pero el PP tiene la llave de gobierno con Vox. La candidata popular, María Guardiola, fue clara desde el primer minuto y se cerró rotundamente a gobernar con los de Abascal, incluso aunque esa cerrazón los llevase a una repetición electoral. La dirigente también elevó algunas líneas rojas en el ámbito programático, y advirtió de que no cedería en cuestiones como la inmigración o la violencia de género. El PP ha flexibilizado su postura y mantiene desde hace días acuerdos "discretos" con sus potenciales socios, según confirman en el entorno de la dirigente extremeña. La constitución de la Asamblea extremeña se celebrará el próximo 20 de junio, y el acuerdo, según las mismas fuentes, puede llegar "pronto". La incógnita sigue siendo si Vox logrará arañar cuotas de poder y qué asientos corresponderían al partido ultra.

TE PUEDE INTERESAR

La Moncloa carga contra el pacto PP y Vox: "Se consuma la vergüenza"

Alejandro López de Miguel

La tesis que se maneja en el PP es que el pacto en la Comunidad Valenciana, que se entendía como el más difícil todavía, ha abierto la veda para replicar ese acuerdo en otras regiones. En la misma situación que Extremadura y Aragón está Baleares, donde Marga Prohens asegura que las negociaciones van "por buen camino", pese a encontrarse con un Vox que, de nuevo, exige replicar el modelo de Castilla y León. Pese a que el PP insiste en su máxima de gobernar en solitario, lo cierto es que la firma de acuerdos de coalición en municipios territoriales como Calvià o Alcúdia suman presión y allanan las pretensiones autonómicas del partido de Abascal.

Más allá del ámbito autonómico, Vox ha cifrado en 135 los ayuntamientos en los que poder cerrar pactos de toda naturaleza con el PP, tanto dentro como fuera del Gobierno, para "evitar gobiernos de izquierdas". En este caso, los plazos aprietan y los acuerdos deben estar listos antes del próximo 17 de junio, fecha tope para la constitución de los consistorios. Las dos fuerzas de la derecha ultiman acuerdos de coalición en grandes capitales y ciudades que acompañarían al pacto valenciano. Se da ya casi por finiquitado en Guadalajara, y están pendientes de los últimos flecos en Toledo, Valladolid, Burgos, Alcalá de Henares o Talavera de la Reina. Además, ya se han cerrado gobiernos en Elche, Molina del Segura, Torrent o Arganda del Rey.