El pacto de Puig para la cesta de la compra: bono de 30 euros al mes y 5% a cuenta del súper

La Generalitat valenciana trabaja desde el pasado mes de septiembre en la creación de alguna figura de ayuda a las familias para paliar el incremento de los precios en alimentos básicos. La propuesta, una suerte de bono o cheque dirigido a rentas medias-bajas, las que no reciben otro tipo de prestación en este ámbito, fue verbalizada sin mucha concreción este jueves por el jefe del Consell, el socialista Ximo Puig, en un contexto en el que Unidas Podemos está presionando también al Gobierno central para que apriete a las cadenas de supermercados por la escalada de la cesta de la compra. El Ejecutivo de Pedro Sánchez, que prepara nuevas medidas contra la inflación, no ha logrado todavía un acuerdo con la gran distribución, pero la presión ha aumentado tras el pacto alcanzado en Francia.

La primera propuesta formal al sector llegó en el mes de diciembre. Presidencia de la Generalitat sentó en la mesa a la patronal de la alimentación integrada en la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) y a la asociación valenciana de supermercados Asucova, aunque han estado presentes en las reuniones representantes directos de las principales firmas valencianas de distribución: Mercadona, Consum y Masymas. Al diálogo se sumaron las grandes superficies El Corte Inglés y Carrefour. Se han quedado fuera de las conversaciones enseñas como Aldi, Lidl o Family Cash, sin presencia en las patronales autonómicas.

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El planteamiento inicial de la Administración valenciana era crear un bono ligado a la renta que serviría para comprar cualquier producto en los supermercados que, de forma voluntaria, quieran participar. Ese cheque, de carácter trimestral y concebido como una ayuda social, sería asumido en un 90% por el presupuesto de la Administración autonómica y en un 10% por los propios supermercados. Sin embargo, las empresas de distribución explicaron los problemas que están teniendo para sostener sus estrechos márgenes, pese a repercutir el aumento de costes en los precios, y ahora mismo lo que hay encima de la mesa, sin estar cerrado, es un reparto del 95%-5% en el coste de la iniciativa. La estimación que manejan los supermercados, según fuentes del sector, es que unas 170.000 personas puedan beneficiarse, con un presupuesto inicial de unos 15 millones de euros, a razón de 30 euros al mes por familia, 90 euros al trimestre. Las empresas de distribución cobrarían por adelantado ese 95%.

Las partes cerraron más o menos los términos del acuerdo el pasado mes de enero a la espera de ver cómo podía implementarse técnicamente, la cuestión más compleja, según las fuentes consultadas. La medida requiere de desarrollos informáticos y la Generalitat tiene que encontrar la forma de discriminar por tramos de renta la entrega del bono, cheque, vale descuento o el mecanismo que se elija. Esta es ahora mismo una de las principales dificultades para sacar adelante el programa, según las mismas fuentes, que no descartan incluso que se quede sin desembolsar hasta después de las elecciones del 28 de mayo. Apenas quedan tres meses por delante. En el mundo del súper no esconden que ven cierto electoralismo en la forma en que se ha precipitado el anuncio del bono.

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Ximo Puig ha anunciado que la semana que viene se producirá una nueva reunión de la que podría salir (o no) la foto del acuerdo. Será el martes 14 de marzo, justo el mismo día en el que Mercadona presenta sus resultados económicos correspondientes al ejercicio de 2022. Las fuentes consultadas aseguran que la coincidencia de fechas es casual. Pero a nadie escapa que Unidas Podemos, socio del barón socialista en el Consell del Botànic, ha estado elevando mucho el tono señalando al dueño de Mercadona, Juan Roig, al que ha llegado a tildar de "capitalista despiadado" por los incrementos de los precios de los productos de alimentación en sus lineales. Podemos reclama una intervención estatal de los precios para topar los incrementos en productos básicos de alimentación.

Puig, que se juega las elecciones en la pugna que tiene con el Partido Popular por los votantes moderados, se desmarcó desde el primer momento de Podeos y se ha sumado a la reivindicación del papel social de los empresarios. Incluso ha creado el Día de la Empresa en la Comunidad Valenciana en colaboración con las patronales, que se celebró por primera vez el pasado 3 de marzo.

"La historia de siempre"

La reacción del vicepresidente segundo del Consell valenciano y candidato de Podemos a la Generalitat, el morado Héctor Illueca, ha sido reivindicar la medida de Puig como una reacción a su presión política. "La historia de siempre. Podemos hace una propuesta y algunos ponen el grito en el cielo. Poco a poco, la idea se va abriendo paso y se acaba imponiendo por su propio peso. Está pasando con el precio de los alimentos, la presión empieza a notarse... ¡Bienvenido sea el debate!", escribía Illueca en Twitter.

Compromís, que se ha desmarcado de los ataques de Podemos a Juan Roig, se ha pronunciado sobre la iniciativa del bono contra la inflación, en su caso advirtiendo sobre posibles fallos en su ejecución. "Espero que no nos pase como otras propuestas, como los 20 céntimos de gasolina, donde vemos que no ha sido realmente efectiva, sino que han sido 14 céntimos de rebaja real porque las empresas han subido precios y se han llevado mil millones de euros", señalaba la vicepresidenta y portavoz del Gobierno valenciano, Aitana Mas, en la rueda de prensa habitual de los viernes tras la reunión del pleno del Consell.