La mayor feria del azulejo (Cevisama) echa el resto en su regreso con el sector en crisis por el gas

Hacía muchos años que David Chipperfield no pisaba Valencia. Para la inmensa mayoría de la población, el nombre del arquitecto sonó por primera vez en los años previos a la celebración de la regata America's Cup en la Marina de la ciudad, cuando ganó el concurso para levantar el edificio Veles e Vents, icono constructivo de la competición y hoy uno de los emblemas de la nueva fachada marítima. Chipperfield, premio Pritzker 2022, regresará a la ciudad la próxima semana, invitado a participar junto a otros dos arquitectos galardonados, Francis Keré y Anna Lacaton, en uno de los foros organizados por Cevisama, la feria internacional del azulejo cerámico y el sector del baño, que vuelve tras dos años de suspensión tras la pandemia.

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Tras dos años de suspensión como consecuencia de la pandemia, el certamen reabre sus puertas este 2023 en un momento crítico para un sector con fuerte presencia, especialmente en la provincia de Castellón, donde el clúster cerámico aporta el 22% del PIB provincial, el 18,7% del PIB industrial en el conjunto de la Comunidad Valenciana. La guerra de Ucrania y el impacto sobre el incremento de los precios de la energía ha situado a esta industria en una posición compleja por su dependencia del gas natural, el combustible principal para los hornos de cocción, la fuente más tensionada por la escalada inflacionaria.

El sector lleva meses reclamando ayudas específicas y adaptadas a sus necesidades. El Gobierno ha habilitado una línea de 450 millones de euros en subvenciones, pero la patronal Ascer tiene previsto presentar alegaciones a la orden ministerial, por entender que la letra pequeña complica mucho el acceso a las ayudas a las empresas, al reclamar la acreditación de periodos de pago de 30 días o condicionarlas a que el 50% de las inversiones se destinen a descarbonización, algo inviable por la ausencia desarrollo técnico de alternativas, asegura la organización empresarial.

Muchas empresas tienen activados ERTE y los productores insisten en que la viabilidad de las compañías está en juego, también por la pérdida de cuota de mercado ante sus competidores, que están recibiendo más apoyo de las instituciones, insisten. Se estima que la producción cayó un 15% el año pasado. Aunque las ventas crecieron comparativamente por el efecto de la aplicación sobre precios del aumento de costes, los productores aseguran que están trabajando contra su cuenta de resultados por el estrechamiento de los márgenes.

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En ese contexto tan complejo y con las sensibilidades a flor de piel, Cevisama, que depende de Feria Valencia, ha tratado de echar el resto para ofrecerse como elemento de reactivación y tratar de recuperarse como el segundo mayor certamen de la industria cerámica en Europa, por detrás de la italiana Cersaie en Bolonia. En esa clave, los organizadores han destinado importantes recursos para atraer visitantes profesionales.

“Ya tenemos más de 1.300 confirmaciones de compradores internacionales, cuatro veces más de las que teníamos en la pasada edición. Son profesionales de países como Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia o Canadá, entre otros muchos países”, señalaba Carmen Álvarez, directora de Cevisama, en una comunicación difundida por la entidad. El presupuesto solo para atraer prescriptores y compradores profesionales es de un millón de euros. La cifra total de visitantes en 2020 fue de 90.000 personas, de ellos, 21.000 extranjeros. El objetivo es repetir si es posible esos números o, incluso superarlos.

Oferta y demanda

Del 27 de febrero al 3 de marzo, empresas de los distintos segmentos del sector expondrán su producto en un sus novedades y tendencias a todos los profesionales y prescriptores del sector. Entre ellas están marcas referentes como Peronda, Roca, Baldocer, Keraben Grupo, Grupo STN, Aparici, Apavisa, Decocer, Poalgi, Visobath, Tres, Vives, Arcana, Ramón Soler, Schluter System, Raimondi, Arttros, Fila, Irsap, Vitropixel o Cevica. Enseñas bandera, como Porcelanosa o Pamesa, aprovechan la celebración del evento para organizar visitas de compradores y expositores a sus propios show rooms, ubicados en sus instalaciones. Keraben está construyendo en uno de los pabellones de Feria Valencia un expositor permanente que seguirá vivo tras el certamen.

Entre los compradores invitados están Merola Tile/Somertile, Richmond Ceramic Tile Distribution, Cancos Tile, Secret Bath o Virginia Tile, todas estadounidenses. También los principales distribuidores franceses: Point P. Saint Gobain, la empresa Richardson, el grupo Leclerc, de Leroy Merlin Francia o el grupo galo Gedimat. Han confirmado a su vez los alemanes BDB (Bundesverband Dutscher Baustoff-fachhandel), Köbig, Nerlich & Lesser, Taxis, Stark Group, Schmidt Rudersdorf, Trauco, Hermann Bach o Bayerischer Fliesenhandel. También visitará Cevisama la Federación Belga de materiales de construcción y la Asociación materiales de construcción de Reino Unido, así como empresas británicas como Al-murad Tiles, The Tile Company, Tapis Tiles, Craven Dunnill&Co o las canadienses Olimpia Tile, Tiles Inspired o Sarana Tiles. “Gracias a la intensa labor de Feria Valencia y con el apoyo de Conselleria de Economía Sostenible hemos invitado a más de 3.000 empresas”, asegura Carmen Álvarez.