Proyecto Barracuda: así será la autopista de cableado submarino que tendrá Alicante en 2025

La ingente cantidad de datos que circulan por Internet lo hacen en un 99% por cables submarinos que atraviesan mares y océanos. Contar con este tipo de infraestructuras de altas capacidades de conectividad ha transformado ciudades como Marsella, hoy la número uno del Mediterráneo. Su previsible saturación ha abierto una carrera al más puro estilo de la Fórmula 1, donde Barcelona y Génova compiten. Y en esta feroz batalla se han colado Alicante y Valencia de la mano de una recién creada (agosto de 2021) sociedad limitada: Valencia Digital Port Connect (VDPC).

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La clave para poder estar en esta partida tiene nombre de pez de agua salada: Barracuda. Así se denomina la línea que va a unir Alicante con la gran conexión submarina del Mediterráneo, Medusa. “Desde el punto de vista de redacción y permisos está todo iniciado, nos falta simplemente acabar de cerrar contratos con determinados proveedores y la concesión marítimo terrestre que da el Ministerio de Transición Ecológica. En ese sentido, hemos sufrido un retraso inicial de unos seis meses y esperamos que la ejecución sea durante el primer cuarto –abril – de 2023 y la puesta en funcionamiento sea el primer semestre de 2025”, indica Matías de la Barra, director de Operaciones y cofundador de VDPC.

La principal novedad y hecho destacado es que, además del cable, la empresa levantará en la zona portuaria un Data Center. Este conjunto de estación y edificio se ha bautizado con el nombre de Alicante CLS y albergará el primer centro de estas características. Se trata de un edificio de dos plantas con algo más de 2.000 metros cuadrados y una plantilla estable de unas 25 personas.

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De las diferentes magnitudes del proyecto, destacan algunas. Por ejemplo, la longitud total de la red terrestre alcanzará los 1.300 kilómetros, pues a su llegada a Alicante, se conectará de manera triangular con Madrid y Valencia. El cable submarino es lo que se denomina una “Red de fibra oscura configurada en dos tramos (Barracuda SCS y Medusa SCS)” de 2.200 km. La vida útil de esta infraestructura es de 25 años y su capacidad de transmisión “por par de fibras” alcanza los 20 TB/s; es decir, la fibra de Internet de nuestras casas suele ser de unos 300 Mb. Un terabyte equivale a un millón de megabytes. Sería algo así como pasar de ir andando a en cohete.

Atractivo

La combinación de ambas tendrá un efecto tractor hacia las empresas del sector tecnológico. Es más, Barracuda es una iniciativa 100 % privada, pero cuyas intenciones se presentaron en Distrito Digital de la mano del propio presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig. “Nosotros somos infraestructura que alimenta todos estos proyectos, todo este ecosistema digital que ya es el producto final”, explica Matías de la Barra durante su paso por Alicante Technology Forum. “Ofrecemos un tangible estratégico para un país, porque una compañía de software puede tener su sede en cualquier localidad. Somos lo que se llama una infraestructura física anclada al país, una infraestructura crítica para el crecimiento de un país”, concluye el responsable de la compañía.

Para el cofundador de Valencia Digital Port Connect, su presencia en Distrito Digital es fruto de las sinergias entre el ámbito público y privado. “Somos un player nuevo joven y tenemos que aprender a jugar en estas ligas. En este tipo de proyectos, la barrera de entrada es la inversión económica. No somos una startup”, señala. Sobre la mesa, la cantidad prevista es de 33 millones y De la Barra confirma que, a pesar de las modificaciones, el presupuesto se mantiene: “Hemos ido a buscar inversores ‘private equity’ que quieren apostar por nosotros y ser socios”. En la lista de posibles clientes estarías las grandes firmas como British Telecom o Telefónica.

“Gracias a AFR-IX telecom, propietaria del cable Medusa, se nos abre una oportunidad a la hora de ramificarnos y unirnos a ese cable y a un proyecto más ambicioso”, declara De la Barra. Por otra parte, la empresa no prevé en el corto y medio plazo contar con ayudas públicas. De entrada, el maná europeo lleva otros tiempos y la sociedad prefiere seguir su propia hoja de ruta convencida de su potencial.

En el argumentario, hay un dato atractivo y es que los estudios realizados en ciudades con esta conexión submarina logran que su PIB crezca una media del 4 %. “Son estimaciones”, aclara el director de Operaciones, “pero solo tenemos que mirar la transformación de Marsella que ha pasado de puerto en decadencia en los años 90 a ser un hub tecnológico”.

El mercado de las telecomunicaciones está en Barcelona y Madrid y desde la operadora, disputar ese papel no tiene sentido. “No está en las políticas, ni siquiera a medio plazo; no obstante, creo que tenemos condiciones suficientemente interesantes para ser atractivas para otros operadores”.

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Otra de las diferencias de Barracuda es su filosofía empresarial. “Somos un operador neutro. Pretendemos ser un mayorista para otros operadores, es decir, estamos dando la oportunidad a otros operadores de un tamaño mediano a que tenga la capacidad de contratar conectividad de alta capacidad internacional para poder expandir su negocio”. La línea tendrá capacidad hasta cuatro cables y la capacidad del Data Center es de hasta 96 racks de 42 U. VDPC pondrá en marcha uno que será el que una la Comunidad Valenciana con el gran cable transmediterráneo y que, a modo de vasos interconectados, nos lleva a Marsella, a Lisboa o Egipto.

Medusa es una iniciativa de la operadora barcelonesa AFR-IX telecom y Alcatel Submarine Networks (ASN, que forma parte de Nokia) y, entre otras magnitudes, hará posible, por ejemplo, que la latencia de la conexión entre Barcelona y Sicilia sea solamente de 5,57 milisegundos, según sus directivos.

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Tanto Barracuda como Medusa vendrán a posicionar a España en el mapa de la conectividad. “Ahora estábamos viviendo de lo que llega de otros puntos como Lisboa y Marsella. Tenemos dos pasos de conectividad terrestre por los Pirineos. Se trata de líneas de paso que están fase de saturación”, detalla Matías de la Barra. Además, comenta que la creación de data centers, está en aumento. “Hay varios proyectos con Madrid y Barcelona como grandes polos. La diferencia para Alicante es que el centro será nuevo y en el resto vamos a existentes”.

Para VDPC, 2025 está a la vuelta de la esquina para un proyecto de esta envergadura. Sus potenciales clientes serán “consorcios de telecomunicaciones que quieran desarrollar el cable submarino por su cuenta, puede ser cualquiera de los grandes de Internet como Facebook, Google, u operadores internacionales que quieran tener lo que se denomina un ‘landing point’ estratégico en España”.

Crear una malla más robusta a los fallos que pueda tener la red es uno de los objetivos de este joven player. “Es una necesidad de fiabilidad y es una necesidad mundial”, comenta. A la espera de todos los vistos buenos administrativos, la empresa prevé crear 200 empleos en la primera fase que es la de construcción de Alicante CLS y la obra submarina. Aunque no han hecho estudio de mercado, “sabemos que un proyecto como este atrae empresas del sector tecnológico, ya sean centros de datos nuevos, centros de datos que atraen inversiones millonarias allá donde se ubican y como consecuencia de pertenecer a la misma cadena valor la vamos fortaleciendo. No nos cabe duda de que puede atraer a empresas que, en su momento, no teniendo esta infraestructura no vinieron a Alicante”.