Puig pacta con Compromís acelerar el mapa de renovables para desatascar proyectos

El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, anunció este martes un acuerdo con los consellers designados por Compromís para tratar de tener listo en el plazo de seis meses un mapa de las zonas de la Comunidad Valenciana con preferencia para la instalación de proyectos de renovables. El compromiso se produce después de meses de atasco en la tramitación de proyectos fotovoltaicos que ha puesto en riesgo los avales presentados por un grupo importante de solicitantes para obtener el punto de conexión de Red Eléctrica Española. La fecha límite para obtener una resolución administrativa que permita solicitar esa conexión es el 25 de enero, según los plazos otorgados por el Ministerio de Transición Ecológica.

El barón socialista, que se reunió con el conseller de Hacienda, Arcadi España y la consellera de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Rebeca Torró, ambos del PSPV, y los titulares de Economía, Rafa Climent, y Agricultura, Isaura Navarro, de Compromís, aseguró que la Administración autonómica pondrá los medios para dar salida a los 64 expedientes afectados por el límite del 25 de enero, pues fueron presentadas antes de 2020.

Hasta ahora, de los 391 solicitudes administrativas recibidas desde 2020 con una potencia conjunta de 5.500MW, la Generalitat ha resuelto 113, 45 de ellas de forma favorable. El 31%, otras 36, fueron denegadas o no admitidas a trámite, mientras que en 32 casos los promotores renunciaron o desistieron, según fuentes autonómicas. Los funcionarios públicos tiene todavía encima de la mesa 278 expedientes por resolver.

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La gestión de proyectos ha sido a lo largo de esta legislatura un motivo de fricción entre defensores de su aceleración y paisajistas, partidarios de limitar la implantación en suelo para frenar el efecto visual o sobre entornos rurales. La tensión se ha vivido especialmente en el seno de la coalición Compromís. El último episodio ha sido la destitución de Pedro Fresco como director general de Transición Ecológica, una persona nombrada por la exconsellera de Agricultura, Mireia Mollà, con imagen de técnico y divulgador en el universo de las energías renovables y partidario de dar rapidez a la instalación de fuentes fotovoltaicas o eólicas.

Tras el encuentro con los consellers, que fuentes cercanas al Palau interpretan como un toque de atención de Puig a su equipo de gobierno para que se ponga las pilas con la gestión administrativa de los proyectos, el 'president' aseguró que una vez elaborado el mapa, para el que ya hay estudios previos realizados por distintos departamentos, las iniciativas de renovables ubicadas en las zonas preferentes tendrán una autorización "inmediata". "Todas las conselleries están alineadas", dijo, a la vez que prometió elevar la dotación de recursos humanos.

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Según dijo, el mapa, en cuyo diseño participarán todos los departamentos del Consell implicados en la materia y que se espera tener preparado en seis meses, pretende acelerar las instalaciones energéticas y, al mismo tiempo, minimizar el impacto de la instalación de estas plantas, preservando las zonas más sensibles, como las pertenecientes a la red Natura 2000 o declaradas LIC, por lo que se atenderá también a la realidad territorial de cada municipio, señaló Puig.

Las diferentes zonas se determinarán teniendo en cuenta criterios paisajísticos, medioambientales, industriales, patrimoniales, y de dotación de redes eléctricas, y también se atenderá a lo establecido en la Ley de Cambio Climático de la Comunitat Valenciana, así como a la normativa europea que el Parlamento tiene previsto aprobar en los próximos días. La Conselleria de Agricultura ya hizo una primera zonificación durante la etapa de Mollà, con franjas incompatibles y condicionadas.

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En ella se establecían limitaciones en espacios naturales protegidos o vías pecuarias se consideraba alcanzable el objetivo de instalación de 6.000MW de fotovoltaica, lo que suponía supone como máximo la ocupación de 12.000 hectáreas. "Hablamos del 1,5% del suelo común no urbanizable sin protección medioambiental (ejemplo, el cultivo de cítricos ocupa 158.000 hectáreas)", se afirmaba entonces.

Ximo Puig señaló este martes que existe mucho espacio en la Comunidad Valenciana donde la instalación de renovables “no generaría ningún impacto negativo" y justificó la necesidad de promover energía verde para lograr "la soberanía energética, y para seguir avanzando en la descarbonización y en minimizar el impacto del cambio climático". Puig ha insistido en que la aceleración de la implantación de renovables constituye un “objetivo prioritario” para el Consell, y ha mostrado su esperanza de que la mayoría de los expedientes que se encuentran en tramitación sean resueltos favorablemente. Y se mostró convencido de que la Comunitat Valenciana dispondrá en 2023 de un “despliegue de renovables” que, junto a la investigación en hidrógeno verde, hará posible “ser exportadores de energía”.