Gómez, Barceló y Marco: las tres mujeres del PSOE para Valencia, Alicante y Castellón

Los socialistas arrancarán la semana que viene su proceso de primarias para las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023 con el objetivo de tener fijados sus carteles electorales antes de fin de año. En la Comunidad Valenciana, tras semanas de especulaciones, la 'exconsellera' de Sanidad y actual portavoz en las Cortes Valencianas, Ana Barceló, ha dado finalmente el paso y ha confirmado su intención de encabezar el cartel del puño y la rosa para la ciudad de Alicante, la plaza que el PSOE perdió en los comicios de 2019 tras la fallida legislatura de Gabriel Echávarri.

Al de Barceló, que para el oficialismo es el único de los carteles del PSOE con alguna opción de disputar la plaza al actual alcalde, el popular Luis Barcala, seguirán en los próximos días el grueso de anuncios de precandidaturas en aquellos municipios donde los socialistas no tienen vara de mando, toda vez que los regidores que quieren repetir pueden hacerlo sin someterse a las bases. Esta es la intención de la actual alcaldesa de Castellón, Amparo Marco.

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El proceso arranca la semana que viene con la ventana de presentación de precandidaturas, abierta entre los días 19 y 20 de septiembre. Si hay más de un aspirante que haya recogido los avales suficientes, las votaciones internas se producirán el 16 y el 23 de octubre (primera y segunda vuelta).

La siguiente en dar el paso será la actual vicealcaldesa de Valencia, Sandra Gómez, que prevé confirmar en los próximos días su intención de encabezar por segunda vez la candidatura de su partido a la alcaldía del Ayuntamiento, ahora en manos de Joan Ribó (Compromís). Los rumores de una posible operación de Ferraz y Moncloa para situar como cartel electoral a la ministra de Ciencia, Diana Morant, se han ido desvaneciendo. Nunca fue tomada en serio en Valencia. Morant procede de la política local de Gandía y apenas tiene vínculos o arraigo en la capital autonómica, más allá de su notoriedad como ministra, que tampoco es excesiva.

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Sin embargo, es verdad que su nombre se ha barajado en los mentideros madrileños. A la espera de algún movimiento de última hora, el entorno de Sandra Gómez asegura que no hay opción de marcha atrás en su deseo de liderar la lista municipal. Quien quiera hacer lo mismo tendrá que enfrentarse en primarias con la que es también secretaria del PSPV-PSOE en la ciudad, aseguran las mismas fuentes.

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La razón de ese runrún, además de maniobras internas y externas dirigidas a tratar de desgastar a Gómez, no es otra de la necesidad de recuperar posiciones en la tercera ciudad de España, donde el PSOE fue rebasado por Compromís en 2015. La demoscopia que ha ido trascendiendo en los últimos meses no despejan la duda sobre el futuro gobierno de la ciudad. Los socialistas creen que pueden volver a ser la primera fuerza de la izquierda, el PP asegura que sus sondeos internos arrojan una mayoría suficiente de su portavoz María José Catalá, y Compromís confía en que el no excesivo desgaste de Ribó tras ocho años en primera línea sirva para revalidar el puesto. Lo que sí está claro es que el escenario se augura abierto, con una campaña muy competida.

El líder socialista y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha verbalizado su deseo de dar la batalla por las grandes urbes españolas en una cita que será antesala de las elecciones generales. "Salimos a ganar, no damos por perdida ninguna ciudad de nuestro país. Ni Madrid, ni Barcelona, ni Valencia… Vamos a por todas", ha dicho. En el caso valenciano, no está solamente en juego el voto local, sino también la capacidad de arrastre de los electores urbanos en los comicios autonómicos que se celebrarán el mismo 28 de mayo, si Ximo Puig mantiene su plan de exprimir al límite legal la legislatura.

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Esta misma necesidad de optimizar al máximo el voto urbano está detrás de la operación de Ana Barceló en Alicante. El que fue hasta el pasado verano portavoz del grupo municipal, Francisco Sanguino, dimitió del puesto con críticas a la ausencia de respaldo interno, un anticipo de un relevo de cartel electoral que se venía cociendo desde hace meses en los despachos del Palau de la Generalitat, diseñador de la maniobra. "Lo que tengo claro como secretario general del PSPV, lo que queremos, es que Alicante gire hacia la modernidad y avance en el progreso social. Para eso no hay duda de que el PSOE trabajará con las mejores personas posibles, porque evidentemente la ciudad de Alicante se merece que el PSOE se tome en serio la ciudad y presente la mejor candidatura posible", señalaba Ximo Puig este viernes al ser preguntado por la opción de Barceló.

El sistema elegido por el PSPV-PSOE en la ciudad de Alicante es como un tornado: primero absorbe a los candidatos a la alcaldía y luego los expulsa sin miramientos. Algunos se van antes de perder el control y otros se queman en la más absoluta soledad, como le ha ocurrido a Sanguino, cabeza de lista en 2019.

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Desde la salida de Ángel Luna de los despachos junto al Salón Azul —alcalde desde 19991 a 1995—, los socialistas han configurado listas de nombres incapaces de conectar suficientemente con el electorado. La mayoría de ocasiones por ser personas completamente desconocidas por los alicantinos que entraban en la carrera electoral con notoriedad cero.

En 1998, el profesor de la Universidad de Alicante, José Antonio Pina fue el primer caso. A partir de ahí, han encabezado las listas Blas Bernal (2003), Etelvina Andreu (2007) y Elena Martín (2011). En 2015, cuando los casos de corrupción asediaban a los populares, Gabriel Echávarri logró la alcaldía gracias a un pacto de los partidos de izquierdas. Su mandato fue un breve capítulo que acabó oficialmente por una moción censura repleta de sospechas y por su inminente paso por los tribunales. Nunca fue capaz de generar estabilidad con sus socios.

A todos les he pasado que han carecido de equipo. El grupo municipal o estaba dividido o directamente se sentía ajeno a la tragedia de su cabeza de lista. Detrás siempre ha estado el poder del exsenador Ángel Franco, quien ha controlado la agrupación local con precisión quirúrgica. Una vez consumada la maniobra para lanzar a Barceló, que ya fue alcaldesa de Sax y no reside en Alicante, las familias críticas han movido ficha. Planean presentar como alternativa a la exconcejal María José Adsuar para medir sus fuerzas con Franco, según avanzó el diario 'Información' de Alicante.