ERC aviva el 'fantasma' de la alcaldesa ultra de Ripoll para desgastar a Junts antes de las elecciones

Las elecciones para el mes de mayo convocadas por el president Pere Aragonès han hecho subir la temperatura en Cataluña. En el espectro independentista comienza una guerra sin cuartel, una melé de todos contra todos por arañar votos y convertirse en la fuerza más votada del soberanismo.

La convocatoria llegó apenas 48 horas después de que la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, fuese multada por la Generalitat con 10.001 euros por "emitir eslóganes, anuncios publicitarios, mensajes públicos o declaraciones públicas que conlleven una discriminación hacia una persona o el grupo al que pertenece". Fue la consejera de Igualdad y Feminismos, Tània Verge, quien instó la sanción, vehiculada a través de la vía administrativa y escudándose en la ley de Igualdad de Trato catalana.

El motivo fueron unas reflexiones de la también presidenta de Aliança Catalana durante un debate en la desaparecida 8TV, en el que también participaba el profesor Ramón Cotarelo hace años. "Permitir la entrada masiva de inmigrantes musulmanes es un error que podemos pagar muy caro, porque básicamente los musulmanes no reconocen las democracias europeas ni nuestras leyes civiles", dijo Orriols en una de las frases por las que se inició el expediente.

Detrás de esta multa, sin embargo, hay un movimiento político de más calado. ERC la devuelve al primer plano sabiendo que la alcaldesa ultra preocupa, y mucho, en Junts. En estos momentos, Orriols deshoja la margarita por si decide presentarse a las autonómicas, ya que en todo el territorio se están preparando plataformas que la apoyarían si decide dar el salto. Algunas encuestas le garantizan varios escaños en el Parlamento.

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En algunos sectores se da por hecho que se presentará a presidenta de Cataluña, aunque en otros se es más pesimista: "No tiene a punto un programa potente ni tampoco controla una estructura territorial que la puede hundir a la primera de cambio", razona una persona que se ha situado en su esfera gravitacional.

No obstante, la sanción puede jugar a su favor. El origen está en estas declaraciones del 29 de mayo de 2022. Orriols vino a decir que "el Islam y la [ley] sharía son incompatibles con los valores occidentales y nunca se adaptarán a ellos". Casi dos años después de aquel programa, llegan las consecuencias en forma de sanción impuesta por la Oficina de Igualdad y Trato No Discriminatorio de la consejería de Igualdad y Feminismos, que aplica el decreto 278/199, la Ley 19/2020 y la Ley 39/2015 del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas que permite sanciones administrativas en diversos ámbitos.

De hecho, el artículo 5.c de la Ley 19/2020 fue el aplicado en este caso, puesto que las declaraciones en 8TV se considera un hecho grave, previsto con una multa de 10.001 a 40.000 euros. La aplicada en este caso fue, pues, la mínima.

Un balón de oxígeno

La líder de Aliança Catalana recibe con la multa un balón de oxígeno que refuerza su papel de independentista radical. "El país donde violar o robar sale gratis y donde opinar libremente te cuesta 10.001 euros. En esto se ha convertido Cataluña", resumió la propia Orriols.

La multa es un arma de doble filo que también afecta al corazón del independentismo y clava una espina en Junts, el eterno y más encarnizado rival de Esquerra. La jugada es maquiavélica: ERC le da a Orriols estatus de referente extremista, lo que, de rebote, resta simpatías y votos a JxCAT y a otras fuerzas del ala dura del soberanismo, atomizando ese espectro del voto. Paralelamente, sitúa a los republicanos como la fuerza independentista posibilista por excelencia, que reparte juego y hace de árbitro en el tablero político catalán.

Consciente de que los de Oriol Junqueras se lo ha puesto en bandeja de plata, la propia alcaldesa afirmó tras la notificación: "Acabaréis con mi dinero, pero las ganas de combatir vuestro totalitarismo, no. Salvemos Cataluña con Aliança Catalana". A dos meses de las elecciones, el impulso de entusiasmo de sus simpatizantes se ha disparado y coloca a la alcaldesa de Ripoll en una inmejorable situación de salida, como la posible lideresa de un segmento extremista que busca un desmarque radical y unilateral y apueste sin complejos por una Cataluña excluyente, aunque eso le acarree acusaciones de xenofobia.

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De hecho, Orriols se ha convertido en algo parecido a una nueva mártir independentista. "El mismo día que felicitáis el Ramadán, multáis a la alcaldesa de Ripoll con 10.001 euros por haber dicho que el Islam es incompatible con los valores occidentales. Todo atado y bien atado, ¿verdad? Pararemos vuestro islamofascismo en las urnas", anunció, colgando en las redes un cartel difundido por ERC con el lema Feliz Ramadán.

Momentos antes, la alcaldesa se había dolido de que "el Govern de Pere Aragonès pone en marcha la maquinaria para borrarme de la parrilla política. El Islam es incompatible con los valores occidentales y ERC también". Los mensajes de activistas radicales en solidaridad con ella, siempre en los términos de que acabarán con su dinero, pero no con la determinación de hacer un Estado catalán, se han sucedido los últimos dos días incesantemente.

No pagará la multa

Ese posicionamiento dual es lo que los republicanos buscaban. El independentismo irredento y fantástico frente al posibilista. En otras palabras: ERC frente al resto. A nadie se le escapa que Orriols es temida tanto en las filas de Junts como en las de la ANC, que mira con recelo los posicionamientos y los movimientos de la alcaldesa de Ripoll. También la nueva fuerza que está a punto de irrumpir en la escena política, auspiciada por la exconsejera Clara Ponsatí y el excandidato de la ANC Jordi Graupera, mira de reojo a la regidora, por lo que puede tener de nueva y emergente lideresa del soberanismo radical.

Mientras los demás están pendientes de sus movimientos, Silvia Orriols hace camino con sus propuestas y una estrategia que mide milimétricamente para no incurrir en ilegalidades que pongan en cuestión su papel y que puedan dar pie a una inhabilitación. Fuentes cercanas a la alcaldesa señalan a El Confidencial que recibió la notificación el lunes y que tiene 10 días para recurrir. "No piensa pagar la multa y la recurrirá", subrayan las fuentes.

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La alcaldesa no se mordió la lengua y pasó al ataque el pasado martes, reforzando su papel de lideresa emergente. "El Govern de Pere Aragonès inicia la persecución política de los que reivindicamos un Estado catalán libre y occidental. ¡Cualquier día nos explicarán la sharia!", advirtió.

Uno de los primeros en defender a Orriols fue Jordi Aragonès, mano derecha e ideólogo de la alcaldesa y primo carnal del presidente de la Generalitat que la multó: "Multar a Sílvia Orriols por decir que el Islam es incompatible con Occidente es un atentado grave a la libertad de expresión. Si aceptamos esta injusticia de la Administración, dentro de poco tiempo no podremos decir nada. En la Administración hay verdaderos zumbados". También Albert Donaire, en otros tiempos cerca de Junts y ahora en el limbo de un extremismo ultra, portavoz de un sector de los mossos independentistas.

A favor y en contra en Junts

La alcaldesa, no obstante, colgó en su cuenta de X un vídeo de otro militante de su partido, Xavi Mestres, con un mensaje meridianamente claro: "Dijo que la cultura islámica nunca se podría adaptar al mundo occidental, cosa que es totalmente cierta. Pues bien, por mucho que multéis a la señora Orriols, por mucho que le hagáis la vida imposible, Aliança Catalana no solo es ella".

"Tras la señora Orriols hay centenares de personas decididas a sacar este país adelante. Y no serás tú, Tania Verge, ni el señor Aragonès ni ninguno de los títeres que gobernáis para hundir Cataluña. Nadie nos parará, por muchas piedras que nos pongáis en el camino, seremos fuertes y seguiremos adelante. Y os echaremos, que lo sepáis", arenga el activista en el vídeo.

Desde Junts se ha mantenido un medido silencio, roto por las estridencias de algunos de sus adláteres, como el profesor Héctor López Bofill, en su tiempo niño mimado de ERC y ahora concejal de Junts en Torredembarra. "La sanción contra Orriols es una violación aberrante de la libertad de expresión, un hecho muy grave porque difunde el miedo a hablar y coarta un debate que es preciso resolver en las urnas. Si alguna instancia declara la ilegalidad de la medida, la consejera Tània Verge ha de dimitir", acusó el díscolo activista.

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Su compañera de partido, Aurora Madaula, miembro de la Mesa del Parlament y persona muy cercana a Laura Borràs (además de pertenecer al cerrado círculo de la cúpula del Consell de la República, donde se sienta junto a Carles Puigdemont), en cambio, considera que la sanción estuvo bien dictada porque "la libertad de expresión no lo aguanta todo".

"No todas las opiniones son tolerables y en una democracia es preciso tener como línea roja el respeto a los derechos humanos. Y esto significa que no se pueden hacer afirmaciones que estigmatizan a un colectivo", expone. La propia Orriols retuiteó este mensaje subrayando que la dirigente juntera está a favor de la multa y marcando distancia, así, con la formación de Puigdemont. Comienzan a tomar posiciones ante una dura precampaña electoral.