Clara Ponsatí desafía a Puigdemont y a la ANC con su propio partido independentista

Desafío electoral de la eurodiputada Clara Ponsatí a quien fue su mentor político, Carles Puigdemont, y también a la ANC, que prepara una cuarta lista independentista, lo que denominan la “lista cívica”. Ya no será la cuarta, sino la quinta, porque Ponsatí anuncia que lanza un nuevo partido, Alhora, que se presenta como el soberanismo auténtico y puro y que aspira a tener candidatura para las próximas elecciones catalanas. Le acompaña en el proyecto el filósofo Jordi Graupera, en la actualidad asistente de Ponsatí aunque sigue trabajando desde Barcelona.

Alhora tiene página web. Desde ahí se venden entradas a doce euros para la conferencia inaugural de presentación del nuevo partido, que será el próximo 23 de abril, día de Sant Jordi, en el Teatro Borràs de Barcelona a las 18:30 horas.

La elección del Teatro Borràs tampoco parece casual para un hombre como Jordi Graupera. El filósofo gusta de jugar con los dobles sentidos. El nombre del local alude a la figura de Laura Borràs, la personalidad del independentismo con mayor tirón popular. Borràs está de capa caída, sus seguidores dimiten en el Parlament y sus partidarios han perdido el control de la formación. El acto parece organizado para captar de manera subliminal a las bases que se han quedado huérfanas tras la caída de la expresidenta del Parlamento. O más cruel, incluso: lo de Borràs era teatro y la autenticidad la aporta Ponsatí.

"La política en Cataluña se ha puesto al servicio de la estabilidad española. La incompetencia y el cinismo son la norma", denuncian

Alhora aún no figura en el Registro del Ministerio del Interior. Pero cuentan con el apoyo de la Associació per la Participació Política (AppCat), la asociación que lanzó el proyecto de Primàries, con el que Graupera se presentó a las elecciones municipales de Barcelona en 2019. Entonces ni siquiera logró representación. Pero sus más de 28.000 votos dejaron al independentismo sin sufragios suficientes para gobernar la capital catalana, que afrontó un segundo mandato de Ada Colau. Muchas veces la relevancia de este tipo de proyectos está más en lo que restan a otras formaciones que en lo que puedan obtener para sí.

Desde su página web hacen una denuncia que dispara de manera directa contra la línea de flotación del pacto de Carles Puigdemont con Pedro Sánchez: "La política en Cataluña se ha puesto al servicio de la estabilidad española. La incompetencia y el cinismo son la norma entre la clase política. Pero la liberación nacional no es una quimera de soñadores. La independencia es posible. El buen gobierno es posible".

“Necesitamos hacer limpieza y salir del callejón sin salida con ideas, coraje y solvencia. Tenemos un proyecto por Cataluña. Ven al Teatre Borràs a escuchar nuestra propuesta por la independencia y el buen gobierno con raíces y futuro a la vez”, añade la página web del proyecto.

El nuevo partido en un vídeo promocional se define así: “Siempre te hacen elegir. ¿Quieres un buen médico o médico que hable catalán? ¿Quieres tener raíces o quieres tener un futuro? ¿Quieres cuidar a la familia o quieres un buen trabajo? ¿Quieres la independencia o un buen gobierno ahora?”. Y añade: “No son preguntas, es un chantaje. Te hacen elegir para ahorrarse el conflicto. Las cosas que importan ocurren a la vez. ¿Qué necesita Cataluña? Raíces y futuro, independencia y buen gobierno, a la vez”.

Marcando distancias

Ponsatí llevaba tiempo marcando distancias con Puigdemont. En julio del año pasado ya expresó en Bruselas delante del expresident sus diferencias con las posiciones de Waterloo y les acusó de estar engañando al independentismo.

Su regreso a España, cinco meses antes, ya había sido escenificado para proyectar una imagen de detención policial y de España como fuerza represora que pudiera explotar luego para un futuro proyecto político. En realidad solo se la llevó a presentarse ante el juez, como le hubiese pasado a cualquier catalán con una citación judicial pendiente.

Ponsatí ha sido la única que reconoció en público que en 2017 el independentismo iba de farol

La eurodiputada tuvo dos momentos de gran proyección pública. Uno, cuando reconoció que en 2017 el independentismo iba de farol, pero que no había verdadera intención de declarar la independencia. La otra, cuando en redes publicó un breve tuit: “De Madrid al cielo”, alegrándose del aumento de muertes en la capital por la pandemia de coronavirus. Acabó borrando el tuit.

El perfil de Clara Ponsatí siempre ha sido de confrontación directa con España. Niega que un catalán pueda sentirse también español. La escogieron consejera de Educación en 2017 solo para que abriese los colegios para la votación de 1-O. Economista, es de derechas, pero en cuestiones como el nacionalismo está más cercana a la CUP que otras formaciones.