PSOE y Junts rematan los flecos de una amnistía "adaptada" para blindar a Puigdemont

"Encaje de bolillos". Así definen desde el entorno de Carles Puigdemont el acuerdo cerrado con el PSOE para sacar adelante la ley de amnistía. Las negociaciones se han intensificado durante este fin de semana y según reconocen a El Confidencial desde Junts ya hay fumata blanca para aprobar en la Comisión de Justicia del Congreso la norma que permitirá a Pedro Sánchez encauzar, al menos por el momento, la legislatura. Ambas partes se han conjurado para salvaguardar los detalles del texto acordado con el fin de preservar el pacto que, como en otras ocasiones, es susceptible de romperse hasta su rúbrica. El PSOE habría aceptado finalmente "retoques" en el redactado, pero insisten desde Ferraz que el terrorismo "no saldrá de la ley".

Desde que a finales de enero los junteros tumbasen en el Congreso la proposición de ley por entender que era "insuficiente", se ha mantenido abierto un canal de diálogo con el fin de encontrar "soluciones imaginativas". El objetivo es dar máxima confianza a Puigdemont, a sabiendas de que en ningún caso se le podrá garantizar al cien por ciento que los jueces no podrán trabas a la aplicación del olvido penal. Fuentes de la negociación sostienen que el "tema del terrorismo está adaptado" sin desvelar las modificaciones que han permitido acercar posturas.

Los independentistas han venido exigiendo que se amnistíen todos los tipos de terrorismo, sin excepciones para sortear la causa que ha abierto el Tribunal Supremo, contra el expresidente catalán, al colocarle como "líder absoluto" en el "caso Tsunami". El texto propuesto por el PSOE excluye los que "de forma manifiesta y con intención directa, hayan causado violaciones graves de derechos humanos, en particular las previstas en el artículo 2 y 3 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, y en el derecho internacional humanitario".

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Con la premisa del Ejecutivo de que es "imposible" eliminar cualquier referencia al terrorismo sin chocar con el Tribunal Constitucional y la Justicia europea, los trabajos se han centrado en "reforzar" la amnistía. La pedagogía por parte del ministro de Justicia, Félix Bolaños, y el secretario de Organización, Santos Cerdán, ha sido clave para hacer ver a Junts que la prioridad es aprobar la ley y posteriormente ir dando la batalla para que tanto Puigdemont como la dos de ERC, Marta Rovira, y el diputado fugado del Parlament, Rubén Wagensberg, logren sortear los procesos judiciales.

El prófugo quiere volver a España en cuanto la amnistía esté publicada en el Boletín Oficial del Estado. Su intención es ser el candidato a las europeas e incluso sopesa también presentarse en las catalanas previstas para la primavera de 2025. Regresar como un héroe. Con la causa de terrorismo abierta en el Supremo, el líder de Junts puede ser citado por la jueza, Susana Polo, encargada de impulsar la investigación, para que declare como investigado de forma voluntaria. Si se niega a acudir a la citación se solicitaría un suplicatorio a la Eurocámara debido a la condición de eurodiputado y la inmunidad parlamentaria de la que goza Puigdemont. La solicitud podría chocar con la disolución de la Cámara por los comicios del 9 de junio. En última instancia, si Puigdemont sigue en rebeldía, se podría cursar una orden de detención que dependería una vez más de Bélgica, que tradicionalmente no ha colaborado.

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Los ajustes en la ley de amnistía que se darán a conocer en las próximas horas buscan sortear este escenario, si bien, fuentes jurídicas advierten de los "riesgos" de redactar leyes "mediante pactos precipitados y a golpe de reloj". Los magistrados del Alto Tribunal esperan a conocer los pormenores de la ley para el olvido penal antes de hacer cualquier valoración, pero recuerdan los "errores" en la reforma del delito de malversación que se hizo por parte del Gobierno y sus socios para rehabilitar a Oriol Junqueras o lo que ocurrió con la ley del "solo sí es sí".

En clave política, si finalmente se materializa el acuerdo para la ley de amnistía antes de que el jueves expire el plazo, será una bocanada de aire para Sánchez. Moncloa necesita alejar el foco del "caso Koldo" aunque sea reabriendo el debate sobre las cesiones al separatismo que, según sostienen fuentes socialistas, "penaliza mucho menos" que la corrupción. Con la mayoría de la investidura unida, el presidente da por hecho que sacaría adelante los Presupuestos y la legislatura.