El Parlament tumba los presupuestos de Aragonès y le empuja al adelanto electoral

El Parlament ha tumbado los presupuestos de la Generalitat para el 2024. Las cuentas de Pere Aragonès llegaron sin la mayoría suficiente y así han sido devueltas a la Generalitat. Por eso, el president ha convocado para esta misma tarde una reunión extraordinaria del Consell Executiu en el Palau de la Generalitat en la que podría decidirse el adelanto electoral en Cataluña. Está previsto que, tras la reunión, Aragonès comparezca ante los medios de comunicación esta misma tarde.

En medios políticos se especula con un posible adelanto electoral. Ahora que ha quedado claro que los 66 votos (33 de ERC y 33 del PSOE) no eran suficientes para sacar adelante la ley más importante del año. Aragonès necesita 54 días para adelantar las elecciones, lo que llevaría los comicios catalanes al mes de mayo. Pero el president siempre ha sido contrario a adelantar la llamada a las urnas.

Los de Ada Colau han insistido en pedir una garantías de paralización del Hard Rock Café, un complejo turístico hotelero y de juego en Tarragona que lleva 10 años en dique seco, que el Ejecutivo catalán no puede darle. Por su parte, JxCAT pone como condición una rebaja fiscal IRPF y una reducción en el impuesto de sucesiones que rebajaría los ingresos en 2.000 millones de euros. No era viable que Aragonès pudiese aceptar una cosa o la otra.

ERC tampoco ha estado dispuesta a contemplar otras alternativas aritméticas, como buscar los votos de otro de los dos díscolos que están como diputados no adscritos: Antonio Gallego, exdiputado de Vox. Se ha preferido que los presupuestos retornasen a la Generalitat y asumir el revés político.

Aritmética posible e imposible

En este momento, una alternativa, si no anticipan las elecciones, es que, después de que los presupuestos vuelvan a la Generalitat, se empiece un troceo de las cuentas para que se vayan votando por partes las partidas más urgentes. Un auténtico viacrucis político y parlamentario que dificultará en extremo los 10 meses que quedan de legislatura. La intervención en el Parlament de Jèssica Albiach, de En Comú Podem, ha sido durísima: "Estar a la altura del país es liderarlo, tener proyecto. Es reconocer que el PSC ha ganado y hace lo que quiere".

El cuestionado voto del diputado Lluís Puig ha tumbado los presupuestos para 2024 a la Generalitat, de Pere Aragonès. La presidenta del Parlament, Anna Erra, ha dado por bueno el voto del diputado, pese a la petición de reconsideración de Cs, y los presupuestos han sido rechazados por el Parlament por un resultado de 68 a 67. Lluís Puig es el exconseller de Cultura de Carles Puigdemont, está huido en Bélgica de la Justicia española y desde abril del año pasado hay una resolución del Tribunal Constitucional que dice que no puede delegar el voto. A pesar eso, lleva un año votando y hoy ha hecho decaer unos presupuestos de 43.000 millones de euros.

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"El president podía llegar a acuerdos con cuatro fuerzas, y solo llegó a un acuerdo con una. Es su responsabilidad. Piensa que tiene mayoría absoluta y no es así", ha apuntado. Y ha añadido Albiach: "President, es decepcionante que los presupuestos de la Generalitat se decidan en Madrid. Los comunes somos una fuerza catalana, catalanista, autónoma y soberana, y los presupuestos de Cataluña los decidimos en Cataluña".

El aludido por Albiach, el president catalán, Pere Aragonès, siempre ha rechazado de plano el adelanto electoral. Es cierto que solo cuenta con el apoyo de 33 diputados. Pero también que no existe una mayoría alternativa. Ya ha sido proclamado candidato por su partido y el sector de ERC que le apoya considera que alargar la legislatura es la manera de que rentabilice electoralmente la presidencia.

Exigencia presupuestaria

La exigencia presupuestaria se puede salvar de manera parcial porque el presupuesto de 2023 ya era muy expansivo. Pero la debilidad política que se deriva de ello resulta muy evidente.

Albert Batet, portavoz de JxCAT en el Parlament, prácticamente ha exigido una enmienda a la totalidad de las cuentas, pidiendo menos burocracia, educación inclusiva que incluya la sexta hora, que los profesionales de la salud tenga el título B2 de catalán y un mayor equilibrio territorial. La pinza de JxCAT y comunes ha sido demasiado para este presupuesto.