Aragonès recibe a Pedro Sánchez con el reto de impulsar otra financiación para Cataluña
Primera cumbre entre la Generalitat y el Gobierno en esta legislatura. Ambos presidentes tienen muchos temas pendientes, pero afrontan el encuentro con buen clima
El presidente catalán, Pere Aragonès, recibe este jueves a Pedro Sánchez en el Palau de la Generalitat en un clima de una nueva legislatura marcada por la amnistía para reconducir la crisis política catalana, y con el nuevo reto de impulsar con la Generalitat una nueva financiación singular para sacar Cataluña del régimen común de financiación autonómica. El clima y las expectativas son buenos. Ambas partes han definido la reunión como "sesión de trabajo". Las posiciones de ambos se encuentran muy alejadas, pero ERC y PSOE muestran una muy buena sintonía general más allá de los objetivos finales de cada formación.
De hecho, con la visita de esta semana Pedro Sánchez se inclina por ERC en lugar de por JxCAT como socio preferente. Carles Puigdemont quería reunirse con Pedro Sánchez en Estrasburgo. Pero no fue posible porque Sánchez prefirió dar prioridad a Aragonès. Por su parte, el objetivo del presidente catalán es colar en el encuentro el tema del referéndum, sobre el cual lleva insistiendo en diversos medios internacionales.
Ambas partes pretenden que el encuentro sea más que una foto. Que sirva para fijar las sesiones de trabajo de la mesa de diálogo entre el Estado y la Generalitat, estableciendo también la agenda de las conversaciones y la calendarización de las futuras sesiones.
En un entorno de proliferación de mesas de diálogo entre el Gobierno y el independentismo, Aragonès recibirá su dosis de protagonismo. Diversos agentes soberanistas, entre ellos el propio Aragonès o incluso el exconseller de Economía de JxCAT Jaume Giró, han reconocido que no puede haber tantos foros abiertos para abrir conversaciones serias sobre el futuro político de Cataluña. Pere Aragonès ha propuesto fusionar las mesas, pero JxCAT se ha negado.
Entre los temas que se tratarán en el encuentro están las inversiones, en especial, concretar el traspaso de Cercanías, que ERC coló como parte del acuerdo de investidura, y también la situación del catalán en Europa. Para hacer boca y como prueba de buena voluntad, hoy mismo se ha formalizado la nueva financiación para ampliar el cuerpo de Mossos: 1.600 millones que ya se habían acordado como parte del pacto de investidura de Pedro Sánchez.
Amnistía como telón de fondo
Pero el telón de fondo del encuentro es la tramitación de la ley de amnistía, que ya ha empezado en el Congreso y por la que están conjurados tanto los partidos de la coalición de gobierno —PSOE y Sumar— como las formaciones independentistas. Esta legislatura será la legislatura de la amnistía, de la que se pueden beneficiar unos 400 catalanes encausados por diversas situaciones vinculadas al procés.
La tramitación de la ley de amnistía marcará la marcha de la legislatura
Tanto ERC como el PSOE están manejando introducir modificaciones en el actual proyecto de ley de amnistía para que cubran los casos más al límite, como por ejemplo los CDR acusados de terrorismo. La actual versión corresponde a un redactado que se había acordado con JxCAT.
Sin embargo, el resultado final de la ley de amnistía dependerá de la aplicación que hagan los jueces. ERC está actuando con una posición mucho más prudente que JxCAT, evitando provocar al poder judicial. Justo lo contrario que está haciendo Míriam Nogueras, la portavoz de JxCAT en la Cámara Baja.
Más alineados
En términos de Cataluña, Aragonès busca demostrar tres cosas con el encuentro: la preeminencia de la mesa de diálogo Gobierno-Generalitat sobre el resto de foros de diálogo, aunque carezca de un mediador internacional, una mayor sintonía de ERC con el Gobierno español en comparación con otras fuerzas independentistas y la prueba palpable de que al final JxCAT ha venido a las posiciones que los republicanos llevan defendiendo desde 2020.
Para Sánchez, los retos resultan más sencillos: dar una imagen de estabilidad de su Gobierno y que, aunque el bloque progresista que le apoya en el Congreso resulta muy heterogéneo, es lo bastante estable como para garantizarle una legislatura prolongada.
El presidente catalán, Pere Aragonès, recibe este jueves a Pedro Sánchez en el Palau de la Generalitat en un clima de una nueva legislatura marcada por la amnistía para reconducir la crisis política catalana, y con el nuevo reto de impulsar con la Generalitat una nueva financiación singular para sacar Cataluña del régimen común de financiación autonómica. El clima y las expectativas son buenos. Ambas partes han definido la reunión como "sesión de trabajo". Las posiciones de ambos se encuentran muy alejadas, pero ERC y PSOE muestran una muy buena sintonía general más allá de los objetivos finales de cada formación.
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