La Ryder Cup peligra en Cataluña y apunta a Madrid: 1.300 M en juego

Cataluña está a punto de perder 1.300 millones de euros. Es lo que dejarían en tierras catalanas los 270.000 visitantes que atraería la Ryder Cup de 2031 si se llega a celebrar ese torneo mundial de golf en la Costa Brava. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, estaba abierto a esta posibilidad hace apenas un año, pero ahora se ha puesto de espaldas y no la quiere, alineándose con algunos colectivos ecologistas y políticos de Girona. ¿El motivo? Oficialmente, habría que construir un campo de golf, que, acusan, consumiría agua pública. Por si fuera poco, se pone como cortina la negativa del Govern a respaldar un modelo de turismo masificado. La Comunidad de Madrid puede ser la alternativa.

La Ryder Cup tendría lugar en el recinto PGA de Caldes de Malavella, un proyecto de lujo que ya alberga dos campos de golf, dos hoteles en su interior y 400 viviendas entre chalés y apartamentos. Los campos son el Stadim Course, abierto en 1999, y el Tour Course, inaugurado en 2005. Para poder celebrar el torneo se necesitaría otro campo. El 1 de agosto, la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, se reunió con los representantes del proyecto y con la Federación Española de Golf y les dijo que el Govern no aprobaba el proyecto porque la urbanización de ese tercer espacio chocaba con la normativa urbanística de Cataluña. En ese momento, se rompieron las negociaciones y la posibilidad de que la Ryder llegue a Cataluña en 2031 quedó herida de muerte.

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"El dueño del recinto, un multimillonario irlandés llamado Denis O’Brien, tiene terreno de sobra y está dispuesto a hacerlo, pero desde el Govern no lo ven claro. En unos días, aterrizará en Girona una delegación de la Ryder Cup para ver si con los dos campos hay suficiente para celebrar el campeonato", explican a El Confidencial fuentes cercanas al proyecto. Pero la Generalitat no dará permiso para la construcción de un tercer campo de golf, lo que pone en peligro la competición internacional.

40 millones encima de la mesa

Al margen de que en 2031 puede no haber sequía, lo cierto es que los organizadores del torneo han puesto encima de la mesa 40 millones de euros para la construcción del campo de golf y el agua que consumiría sería reciclada, no conectada con la red pública. En otras palabras: ni el Ejecutivo autonómico gastaría un euro ni se consumiría agua de los ciudadanos, porque las instalaciones tienen más que suficiente. "Mentiras, mentiras y mentiras. Este Govern es de inexpertos y miente como un bellaco. Aquí vivimos de mentiras. Desde el Govern han respondido a los promotores dándole esas excusas que no son ciertas. Pero lo malo es que, si la Ryder Cup de 2031 no se hace aquí, se la llevarán a Madrid", explican fuentes de la patronal gerundense a este diario.

El portavoz adjunto de ERC en el Parlament, Jordi Orobitg, envió este viernes 4 de agosto una carta al presidente de la patronal, Ernest Plana, señalando que "las decisiones del Gobierno se han de amparar en la legalidad y algunas propuestas relativas al proyecto entran en colisión con instrumentos normativos y de ordenación el territorio". El republicano asegura que es preciso "ponderar no solo las plusvalías económicas, sociales y reputacionales que puede comportar, sino también las ambientales y los parámetros de sostenibilidad. Y las decisiones tomadas no son en ningún caso un capricho y tampoco comportan per se que sea inviable acoger el acontecimiento con las actuales instalaciones".

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Asegura el diputado de Esquerra (que había sido concejal en Lloret) que comparte con el dirigente empresarial la inviabilidad de un modelo turístico masivo, pero añade luego: "Es preciso regular y tomar decisiones drásticas en parte de nuestra oferta de alojamiento, que ampara el modelo de turoperación, para evitar que un modelo caduco y depredador como el de masas recupere posiciones, y me parece que esta temporada turística es evidente que se han dado muchos pasos atrás".

Hay también otro motivo para rechazar el evento: entidades como la Associació de Naturalistes de Girona, la Plataforma Caldenca, el sindicato Unió de Pagesos o partidos como ERC, En Comú Podem y Som Caldes rechazan el encuentro deportivo por considerarlo un "proyecto especulativo". Según estas organizaciones, la construcción del tercer campo de golf significaría "la destrucción de más de 200 hectáreas de bosques y suelo agrícola protegidos", así como "la construcción de un complejo turístico con altos consumos de agua potable (y no regenerada) que son incompatibles con la emergencia climática y las consecuencias planetarias que tiene el turismo de lujo".

En un comunicado hecho público este viernes 4 de agosto, las organizaciones que se oponen a la Ryder Cup dicen que el evento deportivo y el nuevo campo traerán "más emisiones, mayor consumo de recursos per cápita, baja repercusión y degradación de la economía local". Aseguran que se quieren transformar "los espacios agrícolas en espacios de ocio privado y viviendas de lujo. Esto puede tener repercusiones sobre los recursos hídricos, la biodiversidad y el paisaje, además de generar preocupaciones locales sobre el crecimiento del turismo y la sostenibilidad ambiental del proyecto".

Llamamiento de Fomento

"Nuevamente, esos datos son falsos. No se eliminan bosques ni se construyen viviendas de lujo. Están basando la oposición en un conjunto de mentiras. No habrá mayor gasto de agua, sino que se utilizarán las aguas recicladas, como ya se hace en los otros dos campos de golf", se quejan desde diversos sectores industriales de Girona. En cuanto a viviendas, se reconoce que en el proyecto inicial se preveían 185 chalés dentro del recinto, pero se han desechado para sustituirlos por apartamentos o un hotel con 12.000 metros cuadrados de techo construido.

Ese punto, según algunas fuentes, fue el que decidió al Govern a tirar marcha atrás. Desde el bando opositor, también se argumenta, no obstante, que el agua proviene de la depuradora de Caldes y que solo un 2% es de aguas pluviales, pero ese hecho implica la reducción del caudal que circula por la riera Santa María, que a su vez alimenta un espacio protegido y que, "en épocas de sequía, como los últimos dos años, el hecho es muy preocupante".

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Los opositores tienen enfrente a la patronal Fomento del Trabajo (la CEOE catalana), la Federación Catalana de Golf, la Real Federación Española de Golf, la Unió de Federacions Esportives de Catalunya (UFEC), todo el sector turístico de Girona y la Diputación, que apoyan el acontecimiento. Incluso el Ayuntamiento, presidido por Salvador Balliu (JxCAT) está a favor. "Aragonès nos dijo hace un año que esperaba a lo que dijera el Gobierno español sobre el tema. El Gobierno español dijo inmediatamente que sí y, además, consignó en los presupuestos de 2023 alrededor de 1,5 millones de euros para impulsar la candidatura. Pero, ahora, de repente, Aragonès dice que no, dando excusas que no son reales", explica una fuente de Fomento del Trabajo.

Un comunicado de Fomento de este jueves 3 de agosto pide a todas las partes implicadas que trabajen seriamente en el proyecto para encontrar una solución. "No estamos para perder oportunidades, estamos para ganarlas. Este acontecimiento mundial sería un impulsor muy importante para la demarcación de Girona y queremos que se quede aquí. No podemos dejarlo escapar y que se vaya fuera de Cataluña", dice el presidente de Fomento, Josep Sánchez Llibre. Y más en un evento que deja más de 1.300 millones en el territorio, ayudando a la desestacionalización del turismo y creando un millar de puestos de trabajo para ocho años. El comunicado pide que el tema sea llevado al Parlament de Cataluña, donde se pueda celebrar un debate político y técnico.

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"Es un despropósito tremendo, porque la Ryder Cup llevaría a la Costa Brava a un segmento de turismo de altísimo poder adquisitivo. Pero esperamos que las negociaciones se puedan reconducir y tener, finalmente, el apoyo del Govern", señalan fuentes cercanas a la organización. El evento no está del todo perdido. Hay una pequeña esperanza de que el asunto se pueda arreglar y la Ryder se quede en la Costa Brava, pero, con el Ejecutivo catalán en contra, los vientos que soplan son pesimistas. Aun así, como insisten en los círculos patronales, "la esperanza es lo último que se pierde".