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Crisis en el seno de la Assemblea

La guerra dentro de la ANC escala a otro nivel al disputarse la vicepresidencia

La ANC sigue desangrándose. Todos los partidos sufrieron una crisis por el 'procés' y ahora le toca a la entidad independentista. Cada día, la división en su seno parece más grave

Foto: Jordi Pesarrodona abraza a Antonio Baños antes de uno de los juicios del 'procés' (EFE)
Jordi Pesarrodona abraza a Antonio Baños antes de uno de los juicios del 'procés' (EFE)

La vicepresidencia de la ANC será el nuevo caballo de batalla en el seno de la entidad, que ya está muy crispada por la crisis alrededor de la lista cívica que algunos sectores quieren presentar a próximas convocatorias electorales. En principio, este mes de mayo el actual vicepresidente, el payaso Jordi Pesarrodona, debía ceder la presidencia a Uriel Bertran, quien se ha convertido en el principal apoyo de la actual presidenta Dolors Feliu. Pero precisamente la figura de Feliu se encuentra muy cuestionada por querer impulsar esta lista cívica que competiría en unas elecciones con JxCAT, ERC y la CUP. Y los representantes de estas tres formaciones en el secretariado de la ANC están en guerra abierta contra Feliu, con lo que el conflicto interno escala de nivel.

El relevo de Pesarrodona por Bertran respondía a un pacto interno, por el cual Pesarrodona era vicepresidente el primer año y Uriel Bertran el segundo. Si no se cumple no se podrá hacer nada al respecto, ya que el acuerdo nace de lo ajustado de las últimas elecciones. Además, Bertran, para ser escogido vicepresidente, precisa de una mayoría reforzada que difícilmente se podría dar. En la última votación el secretariado derrotó la propuesta de Dolors Feliu por 29 votos a 28. La batalla por la vicepresidencia de la ANC supondrá una nueva escalada en el ya agrio conflicto interno que sacude la entidad independentista.

Foto: Dolors Feliu durane la protesta contra la cumbre hispano-francesa (EFE.-)

Las espadas están en alto, porque Feliu perdió la votación en el secretariado, pero decidió trasladar la decisión a las bases para saltarse esta eventualidad, a través de debates en comisiones. Fuentes cercanas a la ANC explican que, entre las bases, hay personas como la economista Elisenda Paluzie —la predecesora en el cargo de Dolors Feliu, que no ha vuelto a la política y tiene intacto su prestigio entre el independentismo de base— que están promoviendo una sólida campaña en favor de la lista cívica.

La lista cívica ya la probó la ANC con la iniciativa Primàries en las últimas municipales, pero solo restó votos. En Barcelona, la candidatura del filósofo Jordi Graupera no logró salir escogida, pero convirtió a JxCAT en la quinta fuerza del consistorio. Tras el experimento, ahora, tanto JxCAT como ERC y la CUP están luchando para que la lista cívica de la ANC no salga adelante. Una de las vías es bloquear cualquier acuerdo y que el tiempo perdido vaya haciendo que una candidatura sea inviable. La otra es cambiar las actuales mayorías en la ANC, lo que supondría un riesgo de ruptura en la entidad. Ya ha habido dimisiones —Mònica Batalla dimitió como miembro del secretariado— y en el entorno de la entidad independentista no descartan que pueda haber más, en especial en mayo, cuando el debate por el futuro de la vicepresidencia resulte más evidente.

Poca euforia

La idea de la lista cívica es intentar que los partidos tradicionales del independentismo converjan hacia ella de un modo natural y así lograr la unidad en la práctica que el independentismo no consigue desde octubre de 2017. Dolors Feliu asume ese reto como propio, pero son muchos los obstáculos, y no solo dentro de su propia organización, con un manifiesto donde fundadores como Miquel Sellarès y Pere Pugès han tildado a la actual presidenta de "autoritaria" y han pedido celebrar una asamblea para votar una nueva hoja de ruta, obviando, y eso no lo dicen de manera explícita, pero queda en el contexto, la alternativa de presentar una lista cívica. El clima depresivo en el que vive el independentismo, lejos de la euforia de hace seis años, no ayuda a que este debate pueda resultar mínimamente civilizado.

Desde que Dolors Feliu no pudo sacar adelante su iniciativa de lista cívica, ha aparecido bajo el nombre de Indesinenter, con una corriente crítica de posicionamiento marcadamente contrario a la dirección actual de la ANC.

Una parte del secretariado ya se ha articulado como grupo opositor y hace comunicados

En su primer comunicado, el grupo (formado por una cifra indeterminada de miembros del secretariado nacional, pero que hace referencia a los 22 representantes que presentaron una enmienda a la totalidad contra el grupo de trabajo) ha advertido de que todavía "no ha sido posible reconducir la grave crisis interna", pero se muestra abierto a "conducir a buen puerto" la situación. Para ello, ponen sobre la mesa una exigencia: remodelar el comité permanente, formado por 12 miembros y con una actitud marcada por la "centralización, el autoritarismo y el abuso de poder". "Es el mínimo indispensable para evitar el bloqueo de nuestra entidad", señalan.

Así, la ANC no solo ha perdido poder de convocatoria, como se ha visto cuando ni Laura Borràs contó con ellos para la concentración de este viernes ante el TSJC, sino que el debate interno le hace perder credibilidad.

Escenarios posibles

Puede ser que Pesarrodona, que venía de ERC y que puede tener más sensibilidad con los partidos políticos, no dimita de manera voluntaria, con lo que el acuerdo para el relevo en la vicepresidencia quedaría sin efecto y entonces la pelota quedaría en manos de Feliu y el sector más movilizado, que o asumirían el bloqueo en el que se encuentran o podrían dimitir.

Pero para ello todavía faltan tres meses. Hasta que el sector de Feliu pueda exigir el cumplimiento del pacto, todavía pueden pasar cosas que alteren la situación de crisis que vive la entidad, entre los que quieren que la ANC se limite a ser un ente de agitación en la calle y los que quieren que se convierta en un actor político relevante del independentismo.

La vicepresidencia de la ANC será el nuevo caballo de batalla en el seno de la entidad, que ya está muy crispada por la crisis alrededor de la lista cívica que algunos sectores quieren presentar a próximas convocatorias electorales. En principio, este mes de mayo el actual vicepresidente, el payaso Jordi Pesarrodona, debía ceder la presidencia a Uriel Bertran, quien se ha convertido en el principal apoyo de la actual presidenta Dolors Feliu. Pero precisamente la figura de Feliu se encuentra muy cuestionada por querer impulsar esta lista cívica que competiría en unas elecciones con JxCAT, ERC y la CUP. Y los representantes de estas tres formaciones en el secretariado de la ANC están en guerra abierta contra Feliu, con lo que el conflicto interno escala de nivel.

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