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Sánchez y Aragonès buscan en privado salvar la legislatura pese a la crisis del espionaje
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Máxima tensión entre Moncloa y ERC

Sánchez y Aragonès buscan en privado salvar la legislatura pese a la crisis del espionaje

Los dos presidentes coincidirán hoy en el Cercle d'Economia por primera vez desde el estallido del escándalo del espionaje. Los republicanos están indignados, pero no tumbarán el Gobierno

Foto: Pedro Sánchez y Pere Aragonès, cenando juntos en la cena de inauguración del Mobile World Congress el pasado mes de febrero. (EFE/Quique García)
Pedro Sánchez y Pere Aragonès, cenando juntos en la cena de inauguración del Mobile World Congress el pasado mes de febrero. (EFE/Quique García)
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Pere Aragonès y Pedro Sánchez coincidirán este viernes en el Cercle d’Economia por primera vez desde que estalló el caso del espionaje de Pegasus. La tensión entre la Generalitat y Moncloa es máxima. La organización del evento quería propiciar un encuentro entre los dos presidentes, ya que el diálogo entre las dos administraciones es una de las prioridades de este 'lobby' y laboratorio de ideas. Ninguna de las partes ha pedido a los anfitriones que se facilite dicha reunión, aunque a partir de las 12:00 las agendas se liberan y en la práctica puede pasar cualquier cosa. Habrá al menos un saludo protocolario. En la Generalitat, evitaban anoche alimentar la tesis de un encuentro a solas, difícil de explicar para la parroquia independentista justo después de que la directora del CNI confirmara ayer que Aragonès estaba entre los espiados bajo control judicial.

El independentismo reclama la cabeza de la directora del CNI, Paz Esteban, así como la de la ministra de Defensa, Margarita Robles, por las escuchas telefónicas autorizadas por el juez que se han destapado en las últimas dos semanas. Sin embargo, la sangre no llegará al río, confirman fuentes republicanas. A ambas partes les conviene una reunión que, por un lado, proporcione estabilidad parlamentaria a Pedro Sánchez y, por otro, vuelva a poner en valor los 13 diputados en el Congreso con los que cuenta ERC, encabezados por Gabriel Rufián. La alternativa a un Gobierno del PSOE y Podemos, asumen los independentistas, será uno de PP y Vox.

Foto: Pedro Sánchez y Pere Aragonès, durante una reunión. (EFE/Quique García)

Los republicanos siguen esperando dimisiones y como mucho obtendrán explicaciones… Pero en la Generalitat no quieren que sean a puerta cerrada y en un breve encuentro en un hotel de lujo en Barcelona. Poco botín político para el ruido que ha armado el independentismo en los últimos 20 días.

De hecho, fuentes soberanistas aseguran que el Ejecutivo ya estuvo a punto de cerrar una fecha para la mesa de diálogo antes de Semana Santa, pero Pere Aragonès no quiso comprometerse, consciente de que iba a estallar el escándalo del espionaje de Pegasus.

La Generalitat emitió este jueves un contundente comunicado sobre las escuchas al presidente catalán: “Estamos ante una flagrante vulneración del derecho a la intimidad, de participación política e institucional, tanto de las personas espiadas como de todas aquellas que se han relacionado. Y exigimos que se desclasifique inmediatamente la autorización judicial para conocer sus motivaciones y poder ejercer el derecho de defensa”. Aragonès reclama saber quién ordenó y autorizó sus escuchas: “Queremos una respuesta política al más alto nivel. Es inaplazable la asunción de responsabilidades”.

Se ha discutido por el formato del acto, aunque Aragonès no hará un desplante público a Sánchez pese a la profunda crisis política abierta entre Barcelona y Madrid. En parte, porque la estructura del evento se lo pone difícil. Pero también porque tanto desde Palau como desde Moncloa se está buscando la manera de rebajar la tensión y buscar una salida airosa para ambos.

El Govern no desea una foto de Aragonès escuchando la conferencia de Pedro Sánchez. Pero sí pensaba asistir porque por primera vez en cinco años una presidenta de la Comisión Europea visita Barcelona. Y el 'president' quiere reafirmar ante Ursula von der Leyen su perfil europeísta y visibilizar su apoyo a Ucrania en la guerra con Rusia, ante los titubeos de su socio de JxCAT en este conflicto. Al final, lo más probable es que Sánchez y Aragonès se saluden de manera educada y poco más.

El presidente del Cercle d’Economia, Xavier Faus, entregará un premio a Von der Leyen, quien tomará la palabra y, acto seguido, lo hará Sánchez. Por tanto, si Aragonès no quiere escucharle, tendrá que levantarse delante de todos e irse. En Moncloa se emplearon a fondo para evitar la foto del plante de Aragonès. En el Cercle, por su parte, preferirían un encuentro auspiciado bajo el brazo protector de la institución que aumentase la leyenda de la entidad como un 'lobby' influyente. Faus facilitaría la feliz coincidencia, pero necesita que ellos lo demanden.

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE/Quique García)

Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, también asistirá a las mismas jornadas para presentar el nuevo modelo territorial de los populares. Según fuentes de la organización, no está previsto que se quede al evento.

Crisis larga

La crisis de las escuchas se ha prolongado en el tiempo. El Gobierno de Sánchez ha salido muy tocado de su confesión, este pasado lunes, de que había sido escuchado al margen de la ley y de los operativos del Estado. El independentismo no ha conseguido movilizar a la calle, a pesar del ruido mediático. Estos días, desde el Rey hasta diversos ministros están visitando Barcelona sin mayores contrariedades.

La situación vuelve a estar en tablas. ERC puede debilitar al Gobierno, pero no puede derribarlo, algo que se asume desde la plaza Sant Jaume. Y el Ejecutivo español necesita los votos de los republicanos en el Congreso. Por eso, a ambas partes les convendría un encuentro cuya preparación es negada tanto desde Moncloa como desde el Palau de la Generalitat y para el que seguramente el formato que puede ofrecer el Cercle no es el más conveniente. Pero el día de hoy puede ser el primer paso para una cumbre entre los dos presidentes, algo que el Govern lleva más de una semana solicitando.

Pere Aragonès y Pedro Sánchez coincidirán este viernes en el Cercle d’Economia por primera vez desde que estalló el caso del espionaje de Pegasus. La tensión entre la Generalitat y Moncloa es máxima. La organización del evento quería propiciar un encuentro entre los dos presidentes, ya que el diálogo entre las dos administraciones es una de las prioridades de este 'lobby' y laboratorio de ideas. Ninguna de las partes ha pedido a los anfitriones que se facilite dicha reunión, aunque a partir de las 12:00 las agendas se liberan y en la práctica puede pasar cualquier cosa. Habrá al menos un saludo protocolario. En la Generalitat, evitaban anoche alimentar la tesis de un encuentro a solas, difícil de explicar para la parroquia independentista justo después de que la directora del CNI confirmara ayer que Aragonès estaba entre los espiados bajo control judicial.

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